¿El yoga está dando muestras de cansancio? ¿Qué piensas tú?

2025-12-18

En una entrevista con Ramiro Calle que pronto publicaremos, nos comentó: “El pilates se está comiendo al yoga”. En efecto, en el mundo del yoga, entendido como todo el conjunto de actividades en torno a su práctica y enseñanza, se pueden percibir síntomas de caída de popularidad. Escribe Pepa Castro.

cansancio

Foto de Tim Samuel

Parece un descenso sobre todo en comparación con el efecto pandemia, que provocó un crecimiento exponencial del interés sobre todo por el hatha yoga y la meditación, y en relación con el éxito de prácticas como el pilates y tendencias virales por la neurociencia, la espiritualidad en todas sus versiones, la nueva consciencia, el nuevo misticismo o la «posnueva era»…

Los buenos propósitos que albergamos en nuestras reflexiones en tiempos de pandemia (lograr un mundo mejor en torno a los valores espirituales y la solidaridad entre los seres humanos) parece que se han canalizado en dos corrientes dominantes en las redes sociales: una motivada por la necesidad acuciante de paz y salud mental, en la que charlan incesantemente, a través de podcasts y vídeos sobre el sentido de la vida y la trascendencia 2.0, todo tipo de influencers y coaches espirituales; y otra corriente obsesionada por encontrar bien soluciones terapéuticas a dolencias, bien el ya clásico culto al cuerpo, que englobaría la oferta de pilates y otras prácticas puramente físicas.

Que el yoga ocupe un lugar discreto tanto entre la oferta fitness como en el boyante «mercado espiritual», altamente variopinto y competitivo, quizás no sería nada alarmante ni forzosamente negativo. No es propósito del yoga estar de moda, al contrario, pero sí es importante que permanezca y se mantenga como método que nos ayuda a ser mejores seres humanos de una manera íntegral. Que se siga suscitando el interés de las próximas generaciones por seguir transmitiéndolo y practicándolo en su sentido tradicional, y que no acabe diluyéndose en ese maremagnum de “se ofrecen soluciones fáciles a tus problemas e insatisfacciones”.

Mucha confusión y poco criterio

A lo largo de los siglos el yoga ha atravesado por innumerables vericuetos y montañas rusas, y siempre ha salido adelante gracias al trabajo de quienes han ido recogiendo sus enseñanzas, practicándolas, transmitiéndolas, difundiéndolas. Nunca han faltado yoguis entregados que recogieran el testigo, por más que los retos de adaptación hayan sido enormes. Pero ahora son muchos los dilemas. Solo por mencionar algunos: una sociedad cada vez más condicionada por el mercantilismo en todos los frentes, materialismo y crisis de valores éticos; competencia de macroestudios y gimnasios que tiran los precios; crecimiento insostenible de los gastos de las escuelas de barrio; redes sociales totalmente entregadas al espectáculo efímero, a los algoritmos, a las cifras de seguidores. En suma, mucha confusión y poco criterio informado.

Es evidente que entre esa macrooferta espiritual hay escuelas filosóficas y de pensamiento muy serias que pueden orientarnos en el camino hacia la más alta expresión de las capacidades del ser humano. Y es evidente también que entre las prácticas físicas que generan bienestar y equilibrio las hay muy beneficiosas. Pero no conocemos ningún otro método que como el yoga contemple e integre lo más beneficioso para el cuerpo, la mente y el espíritu humano. ¿Estamos dejando que esa sabiduría se vaya diluyendo? Quienes defendemos y admiramos las enseñanzas del yoga, ¿hacemos lo suficiente para seguir manteniendo el interés por el mismo de las nuevas generaciones?

Necesitamos vuestras opiniones

¿Qué pensáis? ¿Os parece preocupante o estamos exagerando?
¿Creéis que nos vamos quedando solos quienes defendemos los valores del yoga?
¿Qué podemos hacer cada uno en su esfera de actuación, para que el yoga siga sobreviviendo y sirviéndonos para, como dice Swami Satyananda Saraswati, «descubrir el espacio de plenitud, la realidad que existe en nosotros más allá de nuestra mente condicionada y poder ser libres»?

Necesitamos vuestras opiniones, vuestras respuestas, lo que penséis de todo esto. Vuestra palabra importa. Compartiremos las conclusiones y serán muy interesante ponerlo todo en común.

Por favor, escribidme a pepacastro@yogaenred.com o a nuestro Instagram: @YogaenRed

Pepa Castro es codirectora de YogaenRed.