Secuencia para personas con paraplejia/ 3ª parte

2025-10-27

Fomentar la inclusión de las personas con discapacidad en el mundo del yoga va a permitir mejorar su capacidad de crecimiento interior, a la vez que nos permite romper los esquemas mentales de una sociedad que piensa que el yoga es solo para personas jóvenes y muy flexibles. Escribe Pedro López Pereda.

Postura 5 A

Estiramiento de cuello A

Ver primera parte Ver segunda parte

Cuando se practica esta secuencia con un grupo de personas con paraplejia, es esencial que nos centremos, por encima de todo, en las personas que la están realizando, que observemos sus capacidades, que sintamos en cada uno de ellos su ser interior y, por favor, que nos olvidemos de su discapacidad. Tenemos que tener en cuenta qué es lo que cada practicante espera del yoga, si busca su propio crecimiento personal y, en este caso, profundizar en sus conocimientos de autorrealización.

Antes de la clase hay que intentar que los alumnos con paraplejia expresen sus propios puntos de vista y expliquen sus capacidades. Evitemos ser simplistas; muchos seres de luz muy evolucionados se reencarnaron en personas con alguna discapacidad.

Si la persona con paraplejia no entiende las palabras en sánscrito, se han de traducir a su lengua materna. Si no ha practicado yoga previamente o no conoce la filosofía yóguica, repetiremos el mensaje que queremos expresar o lo construiremos de otra forma más sencilla, pero correcta y con palabras de significado similar.

Descripción de las posturas de la secuencia

5. Estiramiento de cuello A. Con apertura de Vishudda

Fundamentos de la postura:

El cuello es el elemento fundamental en las posturas que trabajan con Vishuddha. Es una zona compleja que naturalmente representa una «angostura» o estrechamiento entre la cabeza (cráneo) y el tronco.

Esta región contiene estructuras vitales, como son la arteria carótida, la vena yugular interna, el nervio vago, la columna y la médula espinal, la tráquea, el esófago, la laringe (órgano de la voz), la glándula tiroides…

Realización del ásana  (ver foto arriba)

Manteniendo el pecho de frente y lo más estable e inmóvil posible, elevamos el brazo derecho de forma transversal, por encima de la parte superior de la cabeza, hasta que la palma de la mano repose sobre la oreja izquierda.

A continuación, en una larga espiración, flexionamos el cuello lateralmente hacia el lado derecho, con la ayuda comedida de la mano, de tal forma que la oreja derecha baje en dirección al hombro derecho.

La cabeza se mantendrá mirando al frente y la barbilla formará un ángulo recto con el eje de la columna. A continuación, llevamos nuestra atención al setran del chakra Vishuddha (el círculo azulado de la imagen), que mantendremos abierto durante toda la postura. La espalda se mantendrá sin variaciones, solo se flexionan lateralmente las vértebras cervicales.

Posteriormente, repetimos todo el proceso hacia el otro lado. Hay que mantener la postura durante 60 segundos en cada uno de los lados.

6. Estiramiento de cuello B. Con apertura de Ajna

 Fundamentos de la postura:

Desde una perspectiva puramente biológica, Ajna, el «tercer ojo», está relacionado con la glándula pineal (también llamada epífisis), que mide alrededor de 6 a 8 milímetros y se ubica en el epitálamo, cerca del centro del encéfalo, entre los dos hemisferios cerebrales.

Se llama tercer ojo porque en muchos vertebrados inferiores (como peces, anfibios y algunos reptiles) las células de la glándula son fotorreceptoras (similares a las de la retina) y están organizadas de forma que sobresalen del cráneo. En los mamíferos, esta función fotorreceptora externa se ha perdido.

Aunque la glándula pineal se encuentra anatómicamente en el encéfalo, cerca del centro del cerebro, hay una conexión nerviosa clave que relaciona la pineal con estructuras que se encuentran en el cuello, ya que recibe su principal inervación simpática del ganglio cervical superior.

El ganglio cervical superior se encuentra frente a las vértebras cervicales C2 y C3, justo delante del músculo largo del cuello, y entre sus funciones está la de controlar la dilatación de la pupila.

Aunque resulte sorprendente, esta vía es crucial para la glándula, ya que transmite información sobre la luz ambiental desde el ojo hasta ella (así regula la secreción de melatonina). La información de la que disponemos, no demostrada científicamente, relaciona a la glándula pineal, con Ajna, con el ganglio cervical superior y con el ásana que vamos a realizar.

Aunque la función más conocida de la glándula pineal es esta producción de melatonina, actualmente se ha descubierto que la glándula pineal produce dimetiltriptamina (DMT), una sustancia psicoactiva que puede estar relacionada con los sueños y las experiencias extracorporales, aunque su función exacta en el cerebro aún está siendo investigada.

→ Realización del ásana

Postura 6

Manteniendo el pecho de frente y lo más estable e inmóvil posible, elevamos el brazo derecho por encima de la parte superior de la cabeza hasta que la palma de su mano repose en el occipucio.

A continuación, en una espiración, giramos la cabeza hacia la derecha, para posteriormente flexionar el cuello hasta situar la barbilla pegada a la clavícula derecha, ayudándonos de la mano para aumentar la flexión.

Ahora llevamos nuestra atención al setran del chakra Ajna (el círculo violeta de la imagen), que mantendremos abierto durante toda la postura. La espalda se mantendrá sin variaciones, solo se giran y flexionan las vértebras cervicales.

Posteriormente repetimos todo el proceso hacia el otro lado.

Hay que mantener la postura durante 60 segundos en cada uno de los lados.

7. Extensión final. Postura que concluye en Sahasrara.

Fundamentos de la postura:

En la postura, la parte anterior del tronco se asemeja a la figura de la luna creciente, que simboliza la trascendencia, el tiempo, la renovación y la serenidad. También representa la naturaleza cíclica de la existencia.

Por otro lado, la luna creciente en la iconografía hindú está asociada con Chandra, el dios de la Luna y, por ende, con el control sobre el tiempo y la creación.

La luna creciente adornando la cabeza de Shiva es un símbolo clave. Representa su dominio sobre el tiempo, su naturaleza cíclica y su capacidad de cambio y regeneración.

→ Realización del ásana

Postura 7y8

Las manos se colocan por detrás de la cabeza, curvando el tronco para configurar una forma circular. A la vez, se llevan los hombros y los trapecios hacia atrás y hacia abajo.

Hay que mantener la postura durante 60 segundos. Con la práctica se puede aumentar el tiempo de forma progresiva.

Llevamos nuestra atención a Sahasrara y, de forma global, extendiendo los brazos hacia atrás, visualizaremos el conjunto de chakras que ascienden sus frutos hacia el chakra corona.

En esta visualización potenciamos nuestra sabiduría, la percepción espiritual y la capacidad de ver más allá de lo físico y lo ilusorio.

Nota: (La próxima semana, Tabla resumen de las tres secuencias publicadas)

Pedro López Pereda. Creador del centro Namaskar de yoga y autorrealización en la línea de Antonio Blay. Presidente de la Fundación Yoga y de la Asociación Yoga Meditativo. Miembro de la Asociación Nacional de Profesores de Yoga. Maestro de Reiki.

Ha publicado, entre otros libros: El mandala oculto (2017), El cuenco vacío (2018) y Las leyendas del Yoga. El origen mitológico de la meditación, el pranayama y las posturas de yoga (2021).