La Secuencia básica: Tabla Resumen

2025-07-16

Definimos la secuencia básica como aquella que emplea ásanas sencillos que están pensados para que todos los puedan realizar a lo largo tiempo de forma correcta e ininterrumpida y así crear un cimiento sólido en nuestra práctica, aportando importantes frutos a nuestro crecimiento interior. Texto e ilustración Pedro López Pereda.

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La secuencia básica –que puedes recopilar aquí en las partes publicadas Primera, Segunda y Tercera– es una práctica accesible para muchas personas mayores y para otras que tienen su movilidad reducida, Por ello, se utiliza como soporte una silla, una variante del yoga tradicional que popularizó el maestro Iyengar.

La secuencia básica permite al yogui o yoguini practicar en un espacio mínimo, sobre todo cuando vivimos una etapa excesivamente azarosa, complicada o con muchos desplazamientos de trabajo u ocio. De esta forma el yogui mantiene su práctica diaria de forma ininterrumpida.

Los resultados que se consiguen con esta secuencia, además de potenciar nuestro crecimiento interior, son los siguientes: aumentan la flexibilidad, optimizan la movilidad de las articulaciones y mejora la circulación sanguínea.

Importante: esta secuencia en silla se debe complementar ocasionalmente con prácticas de ásanas, meditación y pranayama. En la misma silla se puede realizar una o varias veces a la semana Anuloma Viloma, que alterna el flujo respiratorio entre las dos fosas nasales y meditación shamatha o vipassana.

Es fundamental que las posturas de la secuencia básica se realicen durante un mínimo de cinco días a la semana. Aunque no se puedan completar todas (por ejemplo, en viajes de intenso trabajo o en situaciones vitales complicadas donde es difícil encontrar un solo instante para la experiencia yóguica) se recomienda realizar las dos primeras ásanas que se exponen en este primer artículo para mantener la continuidad en nuestra práctica.

Practicar esta secuencia con continuidad nos da refugio para albergar a la verdadera paz interior y nos llena de una profunda sabiduría. ¡Practicar yoga con constancia nos ayuda a caminar hacia el Absoluto!