Mahavidyas 6/ Chinnamasta, la diosa del rayo para el despertar radical

2022-10-03

Es la sexta Mahavidya y representa la consciencia más allá de la mente. En el yoga la acefalia, carecer de cabeza, es metáfora de ir más allá de la mente o de desapegarnos de los pensamientos. Como las otras diosas, Chinnamasta nos permite identificar los aspectos de nuestra psique que necesitan ser aclarados y refinados. Escribe Harmony Hannigan.

Chinnamasta

Imagen de Exotic India

La poderosa interacción entre luz y sonido
crea el impacto que impulsa la energía hacia la acción.

Chinnamasta es el resplandeciente rayo que retumba,
que nos catapulta a la vida,
mientras nos separa de la conciencia universal.

Al igual que el cordón umbilical
ha de ser cortado en el momento del nacimiento
creando una separación,

nosotras
debemos estar separadas de la conciencia universal
para deleitarnos en la cámara de espejos que reflejan a la madre universal
en su infinito despliegue de fragmentos.

Apariencia llamativa

Su nombre significa “la que tiene la cabeza cortada” y es lo primero que llama nuestra atención. Lleva su cabeza en la mano izquierda mientras la mano derecha porta la espada, hacha o tijeras que aun gotean sangre. La cabeza  cercenada, no muestra dolor, ni parece que carezca de vida, sino que muestra una expresión de felicidad, de éxtasis. La boca está abierta y bebe un chorro de sangre (el chorro central) que brota de su cuerpo. Los otros dos chorros de sangre se dirigen a las dos acompañantes de la diosa que se encuentran a cada lado de ella. Ellas también beben de esta sangre, nutriéndose de la diosa. Se llaman Dakini y Varnini, gemelas que sirven a la diosa con devoción. Dakini representa la energía enfriante de ida nadi y la disolución del mundo, y se encuentra a su izquierda. Varnini está a su derecha y simboliza nuestro dharma en el mundo, la búsqueda del equilibrio. En el cuerpo deviene pingala nadi – el calor, la acción y la expansión.

Las tres se hayan sobre los cuerpos de una pareja haciendo el amor, sus cuerpos conectados, mostrando plena fusión. La mujer sensual se llama Rati, es instruida en el arte del sexo tántrico y se encuentra encima de su esposo, Kama, el señor del deseo.

Podemos sacar muchas enseñanzas de esta diosa, como la gestión de nuestra energía sexual, de sublimar esta energía y ofrecerla al mundo en lugar de derrocharla. También nos invita a reflexionar sobre cómo cuidamos a los demás además de cubrir nuestras propias necesidades. Aquí nos centraremos en  lo que puede significar el símbolo de la autodecapitación para nosotros.

Andar sin cabeza

Chinnamasta es considerada la más terrorífica de las diosas por lo que de entrada puede resultar difícil ver la dimensión espiritual en un acto tan aparentemente violento. Nuestra primera reacción a esta imagen puede ser una percepción de neurosis en lugar de una llamada a la consciencia. Sin embargo, en el yoga la acefalia, el no tener cabeza, es metáfora de ir más allá de la mente o de desapegarnos de los pensamientos.

Hemos de tener en cuenta que realmente no vemos nuestra propia cabeza; nuestra referencia de la cabeza es como un espacio abierto y la percepción que podemos tener de ella se construye a partir de una imagen reflejada en el espejo.

El yoga nos cuenta que este estado  de “sin cabeza” es el que realmente nos permite ver.

Cuando no asociamos el hecho de ver con nuestros sentidos, nuestra “visión” alcanza otra dimensión. Por otro lado, el hecho de localizar nuestra existencia en el cuerpo es una experiencia ilusoria, no una realidad fundamental y, en efecto, si no sostenemos continuamente la idea de “yo soy el cuerpo”, nuestra consciencia regresara naturalmente a un estado original: sin cuerpo y sin pensamiento. La idea de no tener cabeza se enfatiza en las enseñanzas del Yoga, del Vedanta Advaita, del Chan y el Zen.

Salir de la cabeza

En una cultura que glorifica la imagen, nuestra cara es considerada fundamental para identificarnos, y con las redes sociales parece importar aún más el rostro, los selfis, cualquier representación de aquello que consideramos el yo físico. Usamos maquillajes, adornos, incluso modificando el rostro a través de filtros, o directamente a través de la cirugía.

Además estamos sobreestimulados mentalmente, y a menudo los alumnos se me quejan de no poder parar la mente. Esta diosa ofrece una solución muy radical a la vez que refleja una necesidad con la que muchos podemos resonar.

Chinnamasta nos impulsa a cortar nuestra propia cabeza –a disolver nuestros pensamientos en consciencia pura–. Otorga liberación de la mente y representa unmani: el estado sin mente. Por lo tanto, no hay que temerla sino acercarse a practicar su sadhana como una oportunidad de autosacrificio, de entregar el mecanismo de la mente basado en el yo egoico o la idea de ser el cuerpo. Lograr esto nos traerá el reconocimiento de que la consciencia no se aloja en el cuerpo en sí, o en exclusiva. La veremos surgir por encima y por detrás del cuerpo, con una percepción amplificada.

Iluminación radical

En el budismo, Chinnamasta se llama Vajrayogini, donde vajra es el rayo en la tormenta y es también metáfora de la mente iluminada en un momento de revelación. Invocar este rayo que ilumina la mente es también pedir un proceso de transformación relámpago, la iluminación radical e instantánea.

Esta fuerza luminosa es la tormenta que aclara el cielo y la energía ascendente que transforma radicalmente la percepción de la realidad y el uso de la energía vital.

Sugerencia: Cuando estás haciendo tu práctica de asana, ¿tienes una imagen mental de cómo te gustaría que se viera tu asana desde fuera o estás realmente sintiendo tu cuerpo desde dentro, rastreando cada sensación desde el silencio de tu consciencia testigo?

Si te sorprendes dedicando tu energía preciosa a alimentar pensamientos en tu cabeza, simbólicamente córtatela  como Chinnamasta Maa mientras suspiras el mantra HUM una vez tras otra hasta que la reverberación del sonido te devuelve a la vibración tintineante de tu cuerpo.

Harmony Hannigan comenzará la tercera edición de su formación on-line en torno a las Mahavidyas en octubre del 2022. 10 meses de sadhana con una comunidad de acompañamiento. Reserva tu plaza hoy mismo..

namaste.nayanayoga@gmail.com
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