Ya ha cambiado todo muchas veces a lo largo de la historia, así que no tendríamos que asustarnos demasiado. Por más que pueda existir toda la tecnología avanzada del mundo, quien finalmente tiene que calmar la mente eres tú, con un trabajo disciplinado, con devoción, con ansia de liberación, con amor. Escribe Ana Canelada.
Foto de RDNE Stock project
La revolución que estamos viviendo con la IA no es algo extraordinario. La revolución industrial, anteriormente la agricultura, el uso de la rueda, las medicinas… cualquier avance tecnológico o científico siempre ha supuesto un cambio de perspectiva en la humanidad.
Todo el mundo tiene ahora un tema de conversación, la IA, pero con un matiz miedoso. Qué emoción tan al acecho… siempre preparado el miedo para salir a escena. Cualquier cambio… miedo.
No soy experta en IA ni en tecnología, y siendo sincera, no me interesa demasiado. Me valgo de la tecnología a nivel usuario porque tengo que participar en la sociedad, pero la verdad que poco más, aunque soy consciente del impacto de este tema en la sociedad “no experta”, y se intuye cierto miedo. Pérdida de trabajos, adaptaciones en la educación, posibilidad de confusión en las relaciones personales, noticias falsas… En fin, sí, ahí tenemos todo eso, pero también habrá quien esté trabajando en limitar y regular estos asuntos.
Pero ¿y por qué quiero hablar de esto? Pues porque aunque la IA también pueda formar parte del mundo comercial espiritual, opino que ahí se quedará, en la parte comercial que ha surgido en torno a la espiritualidad.
La IA será una herramienta a utilizar por muchos profesores quizá para estructurar clases de ásana, elaborar meditaciones guiadas o incluso seguro que existirán instructores (ojo al uso que hago de las palabras, que no están elegidas al azar) virtuales que puedan guiar una clase. Pero, no nos engañemos, en el camino espiritual no hay atajos, no interviene nada externo, porque todo trabajo es interior, propio, subjetivo, personal.
Ya puede existir toda la tecnología avanzada del mundo, que quien tiene que calmar la mente eres tú, con un trabajo disciplinado, con devoción, con ansia de liberación, con amor.
Y el camino siempre se ha recorrido en compañía de un maestro/a que te conoce y sabe para lo que estás preparado o no. Tener un maestro/a siempre ha sido un lujo. Quien cuenta con su compañía y guía y ha experimentado lo que realmente es, sabe de lo que hablo. Es una suerte que en esta vida lo encuentres y te encuentre.
Y no creo que ningún avance tecnológico pueda en algún momento superar el acompañamiento de un maestro/a que ve más allá de lo que una máquina podría ver en algoritmos perfectos.
Aunque existan dispositivos que puedan ayudar a llevar al cerebro al estado de meditación, da igual, porque, de verdad, no hay atajos; lo importante es el camino. ¿Qué supondría que te llevaran en coche hasta la meta de la maratón? Si no has corrido los 42 km, no has hecho nada…
Yoga para la rebeldía
Siempre he pensado que llegué al yoga porque por supuesto venía predestinada de otras vidas, pero también porque yoga tiene algo de rebeldía, y siempre he sido un pelín rebelde… No querer dejarme arrastrar por el sistema ha sido mi modo de vida…
Ir hacia dentro en un mundo que mira las 24 horas hacia fuera, es de rebeldes. Confiar en que seguirá existiendo una minoría –porque está claro que la espiritualidad nunca fue de las masas– que, a pesar del miedo al cambio externo, trabajará por la resiliencia y por la paz y calma interior, es de rebeldes.
Confiar en que, poco a poco, se abrirá un cambio en la sociedad y que cada vez más personas serán conscientes de lo verdaderamente importante, es de rebeldes.
Confiar en que la llegada de esta nueva revolución tecnológica puede ser de ayuda para el cambio de paradigma social que necesitamos para poder vivir más en calma y enfocados en lo realmente importante, es de rebeldes.
Quizá nuestra forma de vivir, tal y como la conocemos hasta ahora, va a cambiar pero, si lo piensas, siempre ha estado cambiando…
Ana Canelada. Clases de ásana, meditación y filosofía del yoga. Madrid y online
www.anacanelada.com
@anacaneladayoga