En busca del ser

2021-09-30

El yoga es, sobre todo, el camino hacia el propio ser. A través de las técnicas de que el yoga dispone, el aspirante debe esforzarse por alcanzar su facultad de ser, esa seidad que es la máxima recompensa para el yogui porque representa la emancipación definitiva. Escribe Ramiro Calle.

Transcribo a continuación las palabras del yogui Atmananda, personaje de mi relato El Yogui, en el que recojo toda la sabiduría tradicional y más elevada de la India:

«No seamos nosotros, hijo mío, como aquel hombre encarcelado que, al mirar a los demás más allá de las rejas de su celda, pensaba que eran los otros los que estaban en cautiverio. En tanto no hayamos encontrado la esencia que se recubre de este cuerpo que enferma y degenera, la esencia de esta mente irrefrenable que anida división y genera deméritos, confundiremos la imagen de la luna en el lago con la luna misma. Porque quiero decirte, querido mío, que no hay poder más elevado que el que se obtiene sobre sí mismo, ni conquista más sublime que la que alcanzamos sobre nuestra naturaleza real, ni luz más potente de la que emana de nuestra sinceridad, ni mayor riqueza que la serenidad inalterable, ni mayor esperanza que la de integrarnos en el seno de la Madre Cósmica.»

Aunque el yoga es medicina natural, ciencia psicofisiológica, psicología y filosofía, sobre todo –necesario es insistir en ello– es técnica de autorrealización. Todas sus técnicas psicofisiológicas, psicomentales y espirituales, por más que puedan ser derivadas en otras direcciones y ser desprovistas de toda metafísica o componente de trascendencia (si son utilizadas, por ejemplo, como una terapia somática, psíquica o psicosomática), han sido concebidas para conducir al practicante al establecimiento de su naturaleza real.

Para ello, el yoga ha desarrollado todo un sistema integral de perfeccionamiento, que se proyecta sobre todos los niveles constitutivos del ser humano: cuerpo físico, cuerpo sutil, mente ordinaria, psique, mente interior y supraconsciencia para, conquistándolos y perfeccionándolos, poder experimentar el yo o sí-mismo, emanciparlo y realizarlo en la Conciencia cósmica.

En la mente ordinaria todo es modificación, efervescencia que altera y confunde. La mente ordinaria trabaja sobre el pensamiento conceptual y los pares de opuestos y es insuficiente como instrumento para rescatar la última realidad. El practicante debe aprender a controlar su mente ordinaria, aprender a situarla en su justo lugar; asimismo, debe aprender a resolver los conflictos y contradicciones de su psique para evitar la interferencia de sus procesos en la indagación interior.

A través de una práctica rigurosa, el aspirante puede desplazarse desde los planos superficiales de su ser a los planos más profundos, desde su mente ordinaria o externa a su mente interior, donde todo es más silencioso y armónico.

Ramiro Calle

Más de 50 años lleva Ramiro Calle impartiendo clases de yoga desde su Centro de Yoga Shadak. Entre sus 250 obras publicadas hay más de medio centenar dedicadas al yoga y disciplinas afines.

En su canal Youtube podéis visionar gratuitamente los documentales Viaje a los adentros, Ramiro Calleel Ramiro más íntimo y Sadhaka, la senda del yoga. Asimismo decenas de clases de hatha-yoga y meditación a partir de sus conferencias, talleres y seminarios. https://www.youtube.com/results?search_query=ramiro+calle