¿De dónde viene el yoga? Para casi todos, de la India. Eso es lo que yo también creía cuando empecé a practicar āsanas y a meditar siguiendo las enseñanzas de Paramahansa Yogananda. Pero poco a poco fui tomando conciencia de la dimensión universal del yoga y de la existencia de muchas prácticas similares en otras tradiciones espirituales. Escriben Géneviéve y Babacar Khane.
El Mantra Yoga
La recitación oral o mental de oraciones o de nombres divinos es una constante que se encuentra en mayor o menor grado en todas las vías. La repetición del nombre de la divinidad elegida o de la oración es una forma de Mantra Yoga común a la mayoría de las tradiciones espirituales.
El Antiguo Egipto había desarrollado la práctica sistemática de la recitación de nombres divinos y fórmulas de oración, como atestiguan numerosas inscripciones jeroglíficas, la mención djed medou (decir las palabras). Pero el objetivo último del sabio egipcio era alcanzar el silencio interior: a la oración ruidosa y ostentosa de los espíritus agitados, el egipcio oponía la oración silenciosa, la oración del corazón.
El Bhakti Yoga
«Toda la noche, el espíritu de Dios estaba en mí, y desde el amanecer, hacía lo que Él amaba», así reza una inscripción en la tumba de Petosiris (Egipto, siglo IV antes de Cristo.)
Este tipo de afirmación se relaciona con la vía del Bhakti Yoga. Pensar en Dios continuamente, e incluso mantenerse en contacto con Él durante el sueño, pertenece al Para-bhakti o Bhakti supremo.
Existen rastros del Bhakti en el judaísmo, el cristianismo y el islam. Estos rastros son más evidentes en el cristianismo y el sufismo. Paramahansa Yogananda no dudó en titular uno de sus libros Yoga del Cristo o Bhakti Yoga.
El Jñāna Yoga
En el yoga del conocimiento, o Jñāna Yoga, el yogui se pregunta: Ko ‘ham?, ¿Quién soy yo? Y al final de su búsqueda, afirma aham brahmāsmi, yo soy el Brahman.
«Para conocer al Brahman, hay que convertirse en Brahman». Las técnicas propuestas por el yoga permiten, como dice Patañjali, apaciguar las fluctuaciones de la mente y alcanzar así el verdadero ser.
La exigencia del conocimiento de sí mismo no es exclusiva de la tradición india. Está presente en las raíces griegas del pensamiento occidental. El «conócete a ti mismo» promovido por Sócrates no es muy distinto del camino de los jñāna yoguis. Platón, discípulo de Sócrates, quien, según se dice, fue iniciado en Egipto en el templo de Heliópolis, afirmaba que el alma debe recogerse en sí misma. Después de él, filósofos neoplatónicos como Plotino y Porfirio insistieron en la contemplación y desarrollaron el tema de la meditación –tan querido por el yoga– como la mente que observa la mente.
Plotino decía que hay que ir más allá de la imaginación para alcanzar la contemplación o la meditación. «Todo lo que vemos como un espectáculo visible, lo percibimos fuera. Pero ahora debemos transportarlo hacia el interior y contemplarlo como uno, contemplarlo como nuestro propio ser». (2)
La exigencia del conocimiento de uno mismo también se encuentra en el taoísmo: Lao Tsé dijo: «El que conoce a los hombres es sabio; el que se conoce a sí mismo está verdaderamente iluminado». Y también en el islam. Mahoma dijo: «Quien conoce su ser, conoce a su Señor. He conocido a mi Señor por mi Señor».
El Karma Yoga
El Karma Yoga es el yoga que consiste en servir a los demás de manera desinteresada. Madre Teresa es un gran ejemplo, y hay tantos otros.
Nunca se rpetirá lo suficiente que el yoga es un valioso apoyo que puede ayudar a cualquier persona a vivir mejor su propia religión. También puede hacer que un ateo sea un mejor ateo. El yoga no convierte; solo ayuda a vivir mejor las propias convicciones.
La tierra de los faraones no es más que la parte más visible de este iceberg poco conocido, que es el continente africano en su totalidad. Un continente raíz de la humanidad y raíz de numerosos aspectos de nuestra vida espiritual.
Comentando 3l pensamiento de Heráclito, Aurobindo escribe: «Según nuestra experiencia, todo parece múltiple, todo parece un devenir eterno de múltiples existencias; ¿dónde hay en todo esto un principio de identidad eterna? Es cierto –dice Heráclito, así parece, pero la sabiduría mira más allá y ve la identidad de todas las cosas (…) quienes solo ven diferencia en los objetos, no conocen la verdad de los objetos que observan». (3)
Notas:
- Plotin, Sobre la belleza inteligible, 40, ver Pierre Hadot, Plotin, Porphyro. A comparar con la Yogatattva Upanishad, versos 70-72.
- Shrî Aurobindo, De Grecia a la India, Heráclito, Albin Michel.p. 41
Geneviève y Yogi Babacar Khane. Articulo publicado en la revista Le Journal du Yoga, n°260, traducido del frances al espagnol por Natty Esmeralda DIOP
El próximo curso de Babacar será en Toledo los dias 28, 29 y 30 de noviembre en la Casa de Espiritualidad-Hospedería de los Carmelitas Descalzos. Toledo
Tema: “Yoga y control de las emociones”
https://toledo.contemplarlavida.com/