Descubre cómo vivir, a través del yoga, la luna llena llamada de la Cosecha y el eclipse parcial del 7 de septiembre. Una experiencia que une yoga, meditación y ritual consciente para cerrar ciclos con gratitud y abrirse a nuevos comienzos. Escribe Isabel Ward.
El próximo 7 de septiembre, el cielo se vestirá de gala con un evento astral doble: la luna llena de la Cosecha, que estará acompañada por un eclipse lunar parcial. Este espectáculo celestial puede ser mucho más que un fenómeno astronómico: un espejo de nuestro mundo interior, una coyuntura cargada de simbolismo reconocida desde hace milenios por tradiciones como el yoga y el budismo.
En el budismo, los días de luna llena, o Uposatha, son sagrados. Son momentos de intensificación de la práctica, de recogimiento y de observancia. Se conmemora que en días como este, el Buddha experimentó su nacimiento, iluminación y paso al Parinirvana. La luna llena es, así, un poderoso símbolo de la mente iluminada: plena, clara y serena, capaz de reflejar la realidad sin distorsiones.
Un eclipse lunar añade una capa profunda a este simbolismo. La sombra de la Tierra proyectada sobre la luna nos invita a una poderosa reflexión: incluso en la plenitud, hay aspectos que deben ser reconocidos e integrados para seguir avanzando. Es un portal de transformación que intensifica las emociones y señala el cierre definitivo de ciclos que comenzaron hace seis lunas.
«Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo: el sol, la luna, y la verdad». (Buda)
Los eclipses lunares son considerados portales de transformación: intensifican las emociones, nos empujan a la introspección y señalan el cierre de ciclos. Seis meses atrás, la luna nueva en el mismo signo abrió un camino; ahora toca recoger lo que se sembró entonces y dejar ir lo que ya no nos pertenece.
Yoga y luna llena: la conexión de cuerpo, mente y cosmos
El yoga, más allá de posturas, es un arte de sintonizar con los ritmos de la vida. La luna llena refleja la culminación, la abundancia y la gratitud. En la tradición yóguica, la energía lunar se relaciona con ida nadi, el canal sutil asociado a lo receptivo, lo introspectivo y lo calmante. Cuando la luna está llena, esa energía expansiva puede generar apertura, creatividad y sensibilidad.
Sin embargo, también puede traer inquietud, desbordamiento emocional o dificultad para descansar.
El yoga nos recuerda que cada fase lunar es una oportunidad para equilibrar nuestro propio flujo energético.
La ciencia moderna lo confirma. El National Institutes of Health (NIH) ha documentado que la práctica regular de yoga y mindfulness conlleva una reducción significativa en síntomas depresivos y ansiosos en comparación con la atención habitual.
De manera similar, la Harvard Medical School señala que el yoga no solo reduce la ansiedad y la depresión, también mejora la memoria, la atención y la autoconciencia.
La tradición yóguica, avalada por la ciencia, nos ofrece así las herramientas perfectas para navegar esta noche tan especial del próximo 7 de septiembre con equilibrio y consciencia, transformando la energía potencialmente abrumadora en un potente catalizador de crecimiento personal.
Los efectos de la luna en el cerebro y la mente según el yoga
En la tradición yóguica, la luna gobierna la mente (manas). Así como la luna refleja la luz del sol, la mente refleja la conciencia. Durante la luna llena, esa reflexión se intensifica: la mente puede volverse más luminosa, pero también más inquieta.
- A nivel cerebral, esta fase se asocia a mayor actividad en el sistema límbico, que regula emociones y recuerdos.
- El yoga enseña que el canal sutil ida nadi, vinculado con la energía lunar, influye directamente en el hemisferio derecho del cerebro: creatividad, intuición y receptividad.
- Técnicas de respiración como Chandra Bhedana (respiración lunar) o Nadi
Shodhana (respiración alterna) ayudan a equilibrar ambos hemisferios y calmar la mente. El Hatha Yoga Pradīpikā lo resume con sencillez y precisión: «Cuando la respiración es estable o inestable, también lo es la mente; y con ella el yogui. De ahí que la respiración haya de ser controlada» (Capítulo II, verso 2)
Este principio milenario tiene su eco en la ciencia moderna: al regular la respiración, activamos el sistema nervioso parasimpático, reduciendo la producción de cortisol (la hormona del estrés) y favoreciendo estados de calma y claridad mental.
Cómo aprovechar el eclipse
La combinación de luna llena y eclipse puede sentirse como una ola emocional y energética. En lugar de resistirla, el yoga propone surfearla con atención plena.
Algunas recomendaciones:
→Haz un ritual simbólico: enciende una vela, coloca semillas o frutos como ofrenda, y escribe en un papel aquello que deseas soltar.
→Dedica un tiempo al silencio: incluso 10 minutos de meditación pueden ayudarte a observar sin juzgar lo que emerge.
→ Practica yoga suave y consciente: no es un día para sobrecargar el cuerpo, sino para escucharlo.
→ Conecta con la comunidad: practicar en grupo bajo la luna amplifica el sentido de sostén y pertenencia.
De este modo, la energía del eclipse se convierte en una aliada para cerrar un ciclo y abrir un nuevo camino con mayor claridad.
Una práctica guiada para la noche del eclipse
Si quieres vivir esta noche con más intención, te proponemos una secuencia sencilla que puedes realizar en casa o acompañado:
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- Chandra Namaskar (Saludo a la Luna): 3 rondas lentas y fluidas, cultivando la receptividad.
- Posturas Restaurativas: Balasana (postura del niño), Supta Baddha Konasana (postura de la diosa reclinada) para soltar y permitir.
- Pranayama (Respiración consciente): Nadi Shodhana: Respiración alterna para equilibrar los hemisferios cerebrales. Chandra Bhedana: Respiración lunar (por la fosa izquierda) para enfriar y calmar la mente.
- Meditación con mantra “So Ham”: Inhala “So” (Yo Soy), exhala “Ham” (Eso). Medita durante al menos 10 minutos, disolviendo la separación entre tu ser individual y el universo.
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Esta combinación favorece la calma, el enraizamiento y la conexión con la energía lunar.
Clase especial de Luna llena en Yoga Anandamaya
En Yoga Anandamaya, cada luna llena es una oportunidad de encuentro con lo sagrado en la vida cotidiana. Por eso, el 7 de septiembre celebraremos en Madrid una clase especial dedicada a la Luna Llena y al Eclipse.
Será una práctica única que integrará:
–Rituales simbólicos de apertura y cierre, para conectar con la cosecha interior.
–Prácticas de yoga suaves y meditativas, adaptadas a la energía lunar.
–Espacios de introspección y gratitud, para integrar la experiencia personal y colectiva. No se trata solo de una sesión de yoga, sino de un ritual de transformación: un lugar donde el cuerpo se calma, la mente se aclara y el corazón se abre. Cerrar ciclos, abrir caminos. El eclipse no es un final, sino un poderoso umbral. La luna se oscurece momentáneamente para recordarnos la impermanencia de todas las cosas y la belleza de los renacimientos.
El 7 de septiembre de 2025 te invitamos a alzar la mirada al cielo de Madrid y, sobre todo, a volver la mirada hacia dentro. A agradecer profundamente la cosecha de estos meses, a soltar con amor y compasión lo que se va, y a dar la bienvenida, con el corazón abierto, a los nuevos comienzos que aguardan.
¿Te unes a este ritual de transformación? Mira todos los datos AQUÍ
Isabel Ward es fundadora y profesora de Yoga Anandamaya.