Karma Yoga, el camino de la actitud correcta y la excelencia en la acción

2025-05-02

El término karma se traduce literalmente como “acción o reacción” e incluye todas las acciones que realizamos, ya sean de manera consciente o inconsciente. Cuando se combina con la palabra «yoga», karma yoga se refiere a acciones realizadas con plena conciencia, entendimiento y discernimiento. Escribe Sn. Dharmajyoti (Marcelo A. Vega Gomez)

Yoga Pura Vida

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En el artículo anterior mencioné que lokasangraha y seva son expresiones fundamentales del karma yoga y el movimiento Yoga Pura Vida, y probablemente el sendero más adecuado a seguir para muchos practicantes sinceros de yoga, ya que permite profundizar en la experiencia yóguica a la gran mayoría de las personas, sin importar su edad, credo, cultura o condición física. En nuestra Fundación, hemos hecho que este camino sea la base de nuestro movimiento.

El karma yoga se refiere a acciones realizadas con plena conciencia, entendimiento y discernimiento, y por tanto es esencialmente el yoga que nos ayuda a desarrollar una conciencia dinámica para mantenernos con plena atención en el momento presente. Este enfoque transforma las tareas ordinarias en prácticas espirituales, creando una conexión más profunda entre lo que hacemos y la realidad trascendental.

El concepto del karma yoga se menciona en varios de los Upanishads así como en el Bhagavad Gita. A su vez el concepto de la acción correcta como el deber espiritual en la vida se menciona tanto en los Vedas como los Brahmanas y los Smritis como parte del Dharma, lo que indica que esta práctica fomenta el crecimiento personal y la liberación de las ataduras y limitaciones mentales.

A pesar que la mayoría de las personas identifican el karma yoga como el yoga de la acción externa, en realidad forma parte del antaranga yoga, el aspecto interno de la práctica yóguica. A diferencia de las asanas o el pranayama, el karma yoga se enfoca en la intención y la actitud con la que realizamos las tareas diarias, así como en nuestras interacciones con los demás, intentando conscientemente que estas sean correctas. No se trata solo de lo que hacemos, sino también de que pensamos y cómo nos sentimos mientras realizamos las acciones.

Su práctica es una forma de expresión más que una actividad física, lo que significa realizar las acciones con una actitud que conduce a la expansión, la libertad y la creatividad, ayudándonos a desarrollar una personalidad más armoniosa para desenvolvernos en la vida cotidiana, guiándonos para poder vivir conscientemente nuestro Dharma.

Los 6 shatripus

Cuando aprendemos a observar nuestra mente y nuestras acciones desde la perspectiva de un Drashta (testigo que observa), el karma yoga se convierte en una herramienta fundamental para comprender, aceptar y tratar de mejorar nuestras imperfecciones y expandir nuestros límites, intentando conscientemente realizar cada acción con la mayor excelencia posible y sin expectativas de beneficios personales, lo que reduce la influencia negativa de Ahamkara (el ego o sentido de individualidad) en nuestras decisiones, acciones e interacciones.

Entonces, pensamientos como “no me gusta hacer esto”, “me da igual que todo esté desordenado”, “hoy no tengo ganas, lo hago mañana”, “mi jefe o la empresa no me tratan bien, así que no voy dar lo mejor de mí en el trabajo”. Este enfoque mental poco constructivo deja de ser excusa para no realizar las tareas cuando deben hacerse, de la mejor manera posible, y con absoluta responsabilidad.

Otra aspecto muy importante del karma yoga es que a través de su práctica tomamos conciencia para abordar los diferentes shatripus (6 condicionamientos mentales) con los que nacemos, aprendiendo a observar y gestionar nuestras interacciones con personas y situaciones a través de la aplicación de diferentes yamas y niyamas (cualidades de comportamiento personal y social a desarrollar por un practicante serio de yoga) que los senderos del yoga, más allá del raja yoga que formuló Patanjali, enfatizan en su expresión.

Los 6 shatripus (condiciones mentales o aflicciones) son:

  1. Kama – Deseo, pasión, anhelo por placeres sensoriales.
  2. Krodha – Ira, enojo, frustración.
  3. Lobha – Codicia, avidez, deseo de posesión.
  4. Moha – Ilusión, confusión, apego ciego.
  5. Māda – Orgullo, arrogancia, soberbia.
  6. Mātsarya – Envidia, celos.

Es a través de las acciones e interacciones que tomamos conciencia de nuestras relaciones, asociaciones y expectativas. La práctica del karma yoga saca a la superficie la fricción y el conflicto con personas y situaciones, ayudándonos a identificar patrones mentales y conductuales negativos o destructivos para poder enfrentar y reducir su impacto en nuestra personalidad, lo que nos conduce a una mayor autoconciencia, armonía y equilibrio interior, mejorando nuestra actitud y capacidad de entendimiento.

Al enfocarnos en el proceso de nuestras acciones en lugar de sus posibles resultados, cultivamos claridad mental y paz. Este desapego de los resultados que “nos gustaría obtener con cierta acción” reduce la ansiedad y el estrés asociados con el miedo al fracaso o el deseo de éxito, promoviendo estabilidad y bienestar integral, ya que al actuar sin expectativas, haciendo lo mejor que podemos, se mitigan los sentimientos de decepción y frustración, lo que nos conduce a un estado emocional equilibrado en cualquier circunstancia.

Una acción se convierte en karma yoga cuando existe una conciencia ininterrumpida momento a momento de los pensamientos, reacciones, respuestas y comportamientos que acompañan la acción externa. Esto significa que existe una participación total del Ser en lo que se está haciendo, pensando o expresando, por lo cual, cada acción debe realizarse con ganas, atención, creatividad y esfuerzo, como si fuera la primera y última vez que la haríamos.

Dar, dar y dar

En el movimiento Yoga Pura Vida hemos aprendido que en la práctica del karma yoga lo que es realmente importante es “dar, dar y dar” con entusiasmo y generosidad, y no “tomar, tomar, tomar” con avaricia e insatisfacción. Con esta comprensión, se cultiva un sentido elevado de lo que es correcto, aprendiendo a entender y honrar la cultura, costumbres, y necesidades de los demás, para actuar con una comprensión profunda de lo que debe o no se debe hacer.

Entonces, cuando realmente entendemos y ponemos en práctica el karma yoga, este se convierte en un maravilloso camino que nos lleva hacia el crecimiento espiritual, purificando nuestra mente y nuestro corazón, permitiéndonos gradualmente trascender el egoísmo instintivo para experimentar una unión más profunda con lo divino.

Esta senda fomenta la humildad, la paz interior, la felicidad y un comportamiento compasivo. Precisamente, estos valores son los que las personas beneficiadas por nuestra fundación, abrazan y comparten en sus comunidades como una filosofía de vida práctica e inclusiva, que trasciende las barreras de género, religión y contexto sociocultural.

De a poco, como si fuéramos un diamante en bruto, el karma yoga va puliendo nuestra personalidad, hasta llegar a ser tan resistentes y transparentes, que la luz del Ser, puede brillar tan vibrantemente, que es capaz de llevar paz, esperanza y consuelo, en todas nuestras acciones e interacciones, lo que ayuda a sumar un granito de arena para la construcción de un mundo más justo, sano y feliz.

Dharmajyoti (Marcelo Vega Gómez), presidente y fundador de Yoga Pura Vida, es instructor de yoga clásico con más de 23 años de experiencia, iniciado por Paramahamsa Swami Niranjanananda Saraswati. Ha liderado más de 20 proyectos de cooperación internacional en África durante los últimos 12 años, llevando el yoga clásico a seis países y formando a más de 80 instructores africanos. Su trabajo se centra en promover la sanación, el crecimiento personal, la compasión y el bienestar en comunidades desfavorecidas, contribuyendo al alivio de traumas, el fortalecimiento de la salud física y mental, y el desarrollo de relaciones más conscientes con el entorno. Convencido de que los valores yóguicos son esenciales para una sociedad más armoniosa, dedica su labor a compartir estas enseñanzas para inspirar un cambio positivo en la humanidad.