Pratyahara: la rama olvidada del yoga

2024-02-08

¿Cuántas personas, incluso profesoras/es de yoga, pueden definir con precisión qué es pratyahara? Si ya es raro encontrar en los estudios occidentales clases que incorporen pranayama, ¿alguna vez has estado en alguna clase en la que hayas practicado pratyahara? ¿Conoces algunas técnicas de pratyahara? ¿Incorporas pratyahara en tu práctica personal? Escribe Noelia Insa.

El maestro Krishnamacharya en Sanmukhi mudra

El Yoga es un amplio sistema de prácticas para apaciguar la mente y elevar la consciencia. El Yoga clásico clasifica estas prácticas en ocho ramas, entre las cuales una de las menos conocidas es pratyahara. No es de extrañar que el maestro David Frawley la llame la rama olvidada del Yoga.

Este artículo tiene como objetivo arrojar luz sobre esta rama olvidada del yoga, explorando su significado, su relevancia y las formas en que puede enriquecer tu camino espiritual y tu práctica personal.

Pratyahara: el control de las influencias externas

Para comprender el significado de pratyahara, desglosemos la palabra sánscrita en sus componentes. Prati se traduce comúnmente como ‘contra’ o ‘lejos’, mientras que ahara se refiere a ‘alimento’ o lo que ingerimos desde el exterior. En consecuencia, pratyahara se traduce como control de las influencias externas. Este control se refiere a la capacidad de dirigir la atención hacia el interior y desconectarla de las distracciones y estímulos del mundo exterior.

Los tres niveles de ahara en el pensamiento yóguico

Para entender mejor el significado de pratyahara, es esencial comprender los tres niveles de ahara según la filosofía yóguica:

  1. Ahara físico: este nivel se refiere al alimento que ingerimos a través de la boca para mantener nuestro cuerpo físico. Es lo que comemos para mantenernos vivos y saludables.
  2. Ahara de los sentidos: se refiere a las impresiones sensoriales que recibimos a través de los sentidos: sonido, vista, tacto, olfato y gusto. Podemos decir que estas percepciones son aquello que alimenta la mente, ya que nuestros pensamientos y emociones se elaboran a partir de lo que recibimos a través de los sentidos.
  3. Ahara social o relacional: este nivel tiene que ver con nuestras asociaciones con otras personas. Las relaciones, interacciones y conexiones con los demás constituyen el alimento para nuestra alma e influyen en nuestra energía.

Los dos aspectos de pratyahara

Pratyahara se manifiesta a través de dos aspectos complementarios:

1.Abstenerse del ahara incorrecto: en este aspecto, pratyahara implica la capacidad de retirarse de las influencias externas que no son beneficiosas para el crecimiento espiritual.

Esto incluye no solo el control de la dieta y la abstinencia de alimentos perjudiciales, sino también la capacidad de alejarse de las impresiones sensoriales y las relaciones que distraen y perturban la mente.

Al retirar de nuestra mente las influencias negativas, esta se vuelve más fuerte: pratyahara favorece la inmunidad mental. Las personas PAS (personas altamente sensibles), por ejemplo, se beneficiarán en gran medida de la práctica de pratyahara.

2. Procurarse el ahara correcto: este aspecto de pratyahara implica buscar activamente influencias externas que sean beneficiosas para el desarrollo espiritual. Esto puede incluir la exposición a enseñanzas sabias, entornos de apoyo y relaciones que nutran el alma y la mente.

Las cuatro formas de pratyahara

Pratyahara se manifiesta en cuatro formas clave, cada una enfocada en el control y la dirección de aspectos específicos de la experiencia humana:

1. Indriya pratyahara: control de los sentidos

Esta forma de pratyahara se centra en el control consciente de los sentidos. Implica la capacidad de dirigir la atención lejos de las distracciones sensoriales y mantenerla en un estado de interiorización.

Esto no es tarea fácil en la sociedad actual, en la que vivimos expuest@s a una sobreestimulación sensorial constante. De hecho, los estímulos sensoriales son la base misma de la sociedad de consumo: es a través de los sentidos como se provocan emociones, que, a su vez, mueven nuestras acciones. De ahí que, para mantener en marcha la enorme maquinaria del consumo, empresas de todo tipo (grandes y pequeñas), nos someten a un bombardeo continuo de colores llamativos, sonidos estridentes y sensaciones fuertes.

Si no detenemos esta actividad inmoderada de los sentidos, nuestra mente nunca encontrará calma. Somos, como dice el Dr. Frawley, «rehenes del mundo sensorial y sus encantos». Por esto, pratyahara se erige como una de las ramas más importantes del yoga en nuestros días.

Controlar los sentidos no significa suprimir toda percepción sensorial sino canalizarlas hacia donde nos interesa.

Si bien solemos ser conscientes de lo que comemos y de con quién nos relacionamos, muchas veces ni nos damos cuenta de lo que permitimos que entre a través de nuestros sentidos. Por ejemplo, a través de la televisión, permitimos que entren en nuestra casa personas desconocidas y que impacten en nuestra mente todo tipo de escenas que no aguantaríamos en la vida real, muchas veces sin someterlas a filtro alguno.

Las sensaciones fuertes tienen un gran impacto en nuestra mente, hasta el punto de que pueden llevarnos a actuar de forma incluso violenta. Citando de nuevo a Frawley, «del mismo modo que la comida basura intoxica el cuerpo, las impresiones basura intoxican la mente».

Técnicas concretas de indriya pratyahara:

No estamos totalmente indefens@s ante esta situación de sobrecarga sensorial. He aquí algunas técnicas que te permitirán reducir el impacto de los sentidos y calmar la mente:

—Una de las mejores formas de pratyahara es evitar las impresiones sensoriales durante un tiempo. Igual que el cuerpo se beneficia del ayuno, la mente se beneficiará del ayuno de impresiones. Por ejemplo, podemos decidir pasar un tiempo sin televisión, sin móvil, o sin medios de comunicación en absoluto. Esta práctica tan sencilla, tiene un gran efecto para limpiar y rejuvenecer la mente. Una buena opción es tomarnos unos días de retiro en la naturaleza.

—Otra forma de desintoxicar la mente y apaciguar los sentidos es dirigir la atención hacia impresiones uniformes como el cielo azul o el océano. Esto contrarresta las sensaciones estridentes y excesivas que a menudo nos rodean.

—Otra método para mantener los sentidos bajo control es “alimentarlos” de impresiones positivas y naturales. Estas impresiones pueden ser externas, como incienso, velas, flores u objetos devocionales, o internas, mediante la visualización de elementos de la naturaleza como un árbol, una montaña o un hermoso paisaje.

—Un modo particular de indriya pratyahara es llevar la atención a los sonidos internos y las corrientes de luz interiores. Es lo que se conoce como Laya Yoga.

En el Yoga Vinyasa Krama, utilizamos un método particular para practicar pratyahara en las clases: se trata de Sanmukhi mudra o cierre de las siete puertas. Este mudra consiste en permanecer sentadas y apoyar los dedos pulgares, índice y corazón, anular y meñique sobre los oídos, los ojos, la nariz y la boca, respectivamente. (Los orificios nasales no se presionan para que podamos respirar). Esto simboliza el cierre de los cinco sentidos. En esta posición, debemos dirigir la atención hacia adentro. El mudra se mantiene durante cinco minutos y se realiza al final de la sesión, después del pranayama y antes de la meditación.  (Ver foto de arriba: Krishanmacharya en Sanmukhi mudra)

2. Prana pratyahara: control del prana

El prana es la energía vital que fluye a través del cuerpo. Prana pratyahara implica la regulación y dirección de esta energía. A través de la práctica de pranayama (control de la respiración) y otras técnicas, l@s yoguis pueden aprender a influir en la calidad y el flujo de prana en el cuerpo. Controlar la energía nos ayuda a controlar los sentidos, ya que los sentidos siguen al prana.

Se dice que el prana se acumula a través del pranayama y se libera en pratyahara. En muchos textos yóguicos encontramos descripciones sobre cómo extraer o liberar el prana de distintas partes del cuerpo, a través de la atención consciente.

3. Karma pratyahara: control de la acción

Aquí, el enfoque se encuentra en el control de las acciones. Los yoguis practican el control sobre sus acciones para evitar el karma negativo y fomentar una vida consciente y virtuosa. Alejarse de la acción desenfrenada y sin control es una forma de karma pratyahara.

Otra forma es cultivar el desapego hacia los resultados de nuestras acciones, es decir, cumplir con nuestro dharma o misión en la vida sin esperar una gratificación personal sino como una forma de entrega a lo divino o al bien de la Humanidad. Es lo que se conoce como Karma Yoga.

4. Mano pratyahara: abstracción de la mente

Este es el aspecto más profundo y difícil de pratyahara. Para lograrlo, es necesario haber controlado antes los sentidos, el prana y las acciones.

En Yoga se considera que la mente es un sentido más, que se encarga de coordinar e interpretar las percepciones de los otros cinco. Mano pratyahara consiste en utilizar la mente para retirar los sentidos del mundo exterior y dirigirlos hacia la contemplación de la propia mente que no tiene forma. En este estado, la mente se vuelve completamente interiorizada y enfocada en la autorreflexión.

Pratyahara y las otras ramas del yoga

Pratyahara es una transición natural entre las primeras etapas del yoga (Yamas, Niyamas, Asanas, Pranayama) y las etapas más avanzadas (Dharana, Dhyana, Samadhi).

Actúa como un puente entre la purificación física y mental y la concentración profunda y la meditación.

Sin pratyahara, la mente puede quedar atrapada en la agitación de los sentidos y las distracciones externas, dificultando el progreso hacia estados más profundos de conciencia.

En resumen, pratyahara, la rama olvidada del yoga, es esencial para el control de las influencias externas y la preparación de la mente y el cuerpo para la meditación y la autorrealización. A través del control de los sentidos, la dirección de la energía vital, la regulación de las acciones y la abstracción de la mente, pratyahara nos lleva más allá de las distracciones del mundo exterior hacia un estado de profunda introspección y autoconocimiento. Al comprender y practicar pratyahara, podemos avanzar en nuestro viaje hacia la unidad y la realización espiritual.

Noelia Insa es profesora de Yoga Vinyasa Krama, formadora de profesores y escritora en revistas especializadas en Yoga. Con una amplia formación en filosofía del Yoga y como alumna del maestro Ramaswami y otros maestros del linaje de Krishnamacharya, Noelia comparte su conocimiento a través de cursos presenciales y online en Insayoga.com. Forma parte de un grupo de trabajo sobre la obra de T.K. Sribhashyam, hijo de Krishnamacharya, que se reúne periódicamente en la ciudad inglesa de Wells.

Junto con Steve Brandon, imparte la Formación para Profesores y Practicantes de Yoga Vinyasa Krama en Valencia, así como el Curso Online de Formación en Yoga Vinyasa Krama, con inscripciones abiertas.