Lleva años acercándonos la sabiduría ancestral a nuestras vidas de hoy. Por fin ha publicado un libro muy hermoso y muy práctico donde condensa en «perlas» toda esa filosofía derivada de las tradiciones filosóficas de la India. Gracias, Montserrat Simón, por ello y por compartir esta valiosa entrevista para YogaenRed.
La autora de 50 perlas del Yoga y el Vedanta (Ediciones Cydonia) desde el 2012 da cursos sobre filosofías orientales, que con el paso del tiempo ha enfocado más y más en su aspecto práctico, acompañando a las personas a descubrir otra forma de mirar y de vivir. En la actualidad, profundiza en el acompañamiento en procesos de duelo. «Es a la luz de este camino compartido, de aprender el arte de vivir siendo plenamente lo que somos, que ofrezco este servicio de talleres, cursos, retiros y consultas individuales para el autoconocimiento»
Montserrat Simón es licenciada en filosofía y posgrado en Historia de las Religiones. Ha realizado estudios de investigación y posgrado en la Universidad de Benarés donde obtuvo un diploma en sánscrito. En los años que vivió en Varanasi (India) estudió las tradiciones filosóficas de la India de la mano de grandes eruditos como Sri Narayan Mishra y pudo indagar en su propio autoconocimiento a través de la meditación en la tradición del advaita vedanta. «Las enseñanzas de las Upaniṣad y otros textos importantes para esta tradición, tuvieron un fuerte impacto en mí y siguen resonando en mi corazón como eco de una intuición certera», comenta Montserrat. De vuelta en España se formó como profesora de yoga, así como en asesoramiento filosófico de enfoque sapiencial, de la mano de Mónica Cavallé.
Pregunta: Hablemos de 50 perlas del Yoga y el Vedanta… ¿Cómo surgió en ti la idea de este libro, qué la motivó?
Respuesta: Estuve varios años escribiendo un artículo mensual sobre yoga y vedanta en una revista de libre distribución. A raíz de esos artículos, Miguel Pedrero, escritor y periodista, me propuso escribir algo de divulgación relacionado con el hinduismo, para una nueva línea sobre espiritualidad y vida actual que estaba abriendo en ese momento Ediciones Cydonia, cuya línea principal de publicación es acerca de enigmas y misterios.
Me gusta escribir —aunque no tenía ni idea del trabajo que requiere escribir un libro (jajaja)— y me entusiasmaba la idea de acercar al público general unos conocimientos de la tradición hindú que para mí han sido transformadores. Esto fue en el 2016, acepté la propuesta y comencé a trabajar en ello, en ver de qué modo podía brindar unas pequeñas pero valiosas perlas de sabiduría ancestral para la vida de hoy.
P: Budismo, yoga, vedanta, ¿cuál es el espíritu que comparten estas tradiciones?
R: La influencia histórica entre estas tradiciones es mutua. La práctica del yoga no es exclusiva del hinduismo, sino que también la encontramos en el budismo y el jainismo. Y de hecho, las corrientes ascéticas vinculadas al yoga y al budismo tuvieron una fuerte influencia en el desarrollo del vedanta, la parte final de los Veda (es decir, las Upaniṣad) dedicada al conocimiento de uno mismo, y con ello del universo entero. Hablamos del s.VIII a. C. aproximadamente, en el que la proliferación de las grandes urbes facilitó, entre otros tipo de intercambios, el de distintas filosofías de vida.
Contextualizada la pregunta, yo diría que el espíritu que comparten estas tres tradiciones es el del anhelo de liberación, la posibilidad de la plenitud y de la dicha. La posibilidad de liberarnos del sufrimiento evitable. Cada una de ellas propondrá distintos caminos para alcanzar ese estado libre del sufrimiento y es en esos caminos donde nos encontramos con las escuelas y subescuelas que matizan en qué consiste la liberación exactamente y qué prácticas de vida nos conducen a ellas. Y esto es importante también de señalar: todas estas tradiciones cobran sentido únicamente a la luz de una práctica. No vale con un conocimiento teórico y especulativo sino que el verdadero conocimiento es aquel que resulta transformador, aquel conocimiento que nos toca el corazón y nos mueve a encarnar en nosotros mismos aquello que hemos comprendido de forma sentida. Y esto es lo que he tratado de transmitir en el libro, lanzando preguntas y ejercicios prácticos que inviten a descubrir esa sabiduría en nosotros mismos.
P: Si tuvieras que quedarte con cinco enseñanzas matrices, ¿cuáles serían, enunciadas brevemente?
R: Podría responder a esta pregunta enunciando, tal vez, las cinco enseñanzas principales del yoga y el vedanta. Sin embargo, me sale presentar cinco que reflejen algunas de las enseñanzas que yo destacaría de ambas escuelas conjuntamente:
- «Tú eres Eso». La enseñanza de que la plenitud y la dicha que buscamos ya está en nosotros, pero cegados y confundidos por la ignorancia no nos damos cuenta.
- «Actúa por la acción misma». Esta es la gran enseñanza de la Bhagavagītā, la gratuidad de nuestra intención en aquello que hacemos, lo cual equivale a realizar nuestras acciones con verdadero amor, ya que el verdadero amor es aquel que se da porque sí, sin esperar nada a cambio, sin apego al resultado.
- «Observa los obstáculos que turban la mente y esta se irá aquietando». En la tradición del yoga se trabaja sobre el cuerpo y sobre la mente para aquietar esta última. Cuando nos damos cuenta del contenido mental, este pierde su control sobre nosotros. Yo todavía añadiría que además de observar los mecanismos de nuestra mente, debemos aprender a abrazarlos, a verlos con compasión y de este modo nos vamos identificando con la conciencia testigo que en realidad somos.
- «Lo que somos es energía de vida consciente e infinitamente dichosa». Esta enseñanza es prácticamente la misma que la primera que he señalado, pero en este caso poniendo el acento en las cualidades que conforman la realidad última: soy existencia, soy consciencia y soy dicha infinita. Hay que insistir en reflexionar acerca de esto, porque no nos lo acabamos de creer y para ello es necesario examinarlo a fondo, hasta que algo en lo profundo de nosotros comprenda esta verdad.
- «La entrega ha de ser completa, no vale entregarse a medias». Vivir en un estado de plenitud requiere de una apertura y una disposición total hacia la vida misma, un verdadero anhelo de liberación que nos haga mirar e indagar con total honestidad, no desde un plano teórico sino desde nuestra propia experiencia.
P: ¿Cuál, de las cincuenta perlas, te complació más transmitir, y cuál de ellas te emocionó más al escribirla?
R: Es difícil elegir, porque de algún modo siento que esas cincuenta perlas forman un collar y porque transmitir este tipo de enseñanzas me suele resultar gratificante, aunque también he sudado para encontrar la manera de expresar de forma sencilla algunos conceptos. Pero me voy a mojar, y diré que el mensaje que más me complace transmitir es una de esas enseñanzas matrices que he mencionado, a saber, la de «Tú eres eso», tan nuclear de las Upaniṣad. Esta enseñanza nos recuerda nuestra verdadera esencia, Aquello que no podemos ver con los ojos físicos pero gracias a lo cual vemos y, en definitiva, somos y vivimos. Aquello, constituye nuestra esencia más sutil y la de todo cuanto existe. También expresado muy bellamente, desde la mirada del amor en el capítulo «Autoestima, amor a uno mismo».
En cuanto a la perla que más me emocionó escribir, aunque de nuevo habría varias, dependiendo no solo del contenido sino del momento en qué las escribí y mi vivencia interna de entonces, quiero mencionar aquí la última de ellas: «Donde no hay nada, allí está todo», una invitación al compromiso radical con una vida auténtica, totalmente entregada. Se trata de una llamada que sigo sintiendo con fuerza en el corazón y a la que confío poder responder con un SÍ que se vea reflejado en mi forma de vivir. Me emociona porque siento que esa llamada es el anhelo de amar que todas las personas llevamos en el corazón, la posibilidad de vivir lo que es finito desde una dimensión profunda que es infinita. Y me emociona también por el cariño que tengo a los versos con los que termina el capítulo, que nos recuerdan con amorosa fuerza que lo que el maestro, Dios o la Vida quiere de nosotros «es a ti ¡y no lo que has comprado al pasar por el mercado!».
P: ¿Qué te gustaría haber ayudado a conseguir en el/la lector/a?
R: Lo que más me gustaría es haber sido capaz de inspirar en el/la lectora una disposición honesta a indagar en sí mismo/a. Me encantaría que quien lea el libro sienta en su corazón «aquí hay verdad» y eso le motive a descubrir de qué se trata, a profundizar en su propia vida. Con ese espíritu escribí el libro, el resultado ya no depende de mí…
El libro 50 perlas del Yoga y el Vedanta, de Montserrat Simón, está disponible ya en librerías.