El pasado 13 de julio se celebró Guru Purnima en 2022. En la tradición védica, de la que proviene el Yoga y el Ayurveda, esta es una fecha especialmente importante, un día, que por ser verano y coincidir con la luna llena, contiene la mayor cantidad de luz. En este día se celebra y se honra el valor del Conocimiento y la figura del Maestro. Escribe Rafael Santamaría.
Es un común denominador en todas las tradiciones, incluido el cristianismo, asociar determinadas celebraciones con los ritmos del sol y la luna. En la Tradición Védica, de la que proviene el Yoga y el Ayurveda, existe una fecha especialmente importante entre finales de junio y julio, que corresponde a la luna llena conocida como Guru Purnima, en la que se celebra y se honra el valor del Conocimiento y la figura del Maestro.
Todos somos conscientes de la importancia del conocimiento y la información, pues todo, absolutamente todo en la vida –el trabajo, la salud, la economía, la política, las relaciones, etc– tiene que ver con la cantidad y calidad de la información; es el aprendizaje, la formación, la experiencia, los recursos y habilidades que cada uno posee, los que determinan el verdadero éxito en la vida.
Pero en la Tradición Védica el conocimiento al que se alude, Guru, hace referencia al Maestro espiritual y al Conocimiento Último, que tiene el poder de liberarnos de toda oscuridad, de todo sufrimiento y limitación en la vida.
«Evita el sufrimiento que aún no ha llegado». Así se expresa uno de los textos fundamentales del Yoga. En este aforismo hay una certeza, una posibilidad, un derecho y un deber.
La certeza
La certeza de que el sufrimiento es una realidad de la vida toma, sin duda, múltiples formas, tantas como individuos y experiencias existen. Es una certeza que existe en nuestro pasado, en forma de recuerdo, quizás en nuestra realidad presente, y seguro en nuestro futuro, por muy impredecible que éste parezca.
Pensamos que sufrir o no en la vida depende de algo ajeno a nosotros: nuestra familia y seres queridos, el trabajo, el dinero, la salud… Si «todo va bien», decimos esperanzados, no sufriré. Sin embargo, el origen del dolor es otro, según el Yoga. Sufrimos porque en lo profundo de nosotros existe un velo, una distorsión, que perturba la percepción, impidiéndonos ver la realidad ultima, más allá de las apariencias.
Bajo el hechizo del velo percibimos la vida fragmentada, separada, desconectada y enfrentada. Esta visión genera fricción, conflicto, debilidad, enfermedad… y un sin fin de consecuencias más, que portan en su interior el mismo germen, la misma semilla de dolor y sufrimiento. El hechizo se protege a sí mismo y la vida transcurre como si el velo no existiera. La vida permanece dormida bajo su yugo. Pero afortunadamente el velo no puede ocultarse del todo porque la separación es su verdadera naturaleza; el sufrimiento, su expresión ineludible; la Ignorancia, su nombre.
La posibilidad
Viene dada por el verbo evitar, que lleva implícita la noción de actuar, de hacer algo. Pero ¿tenemos alguna posibilidad de romper el hechizo y rasgar el velo, de despertar del sueño de la oscuridad? La solución es tan antigua como el problema, y la propuesta se halla presente en la mayoría de las tradiciones, en la forma del famoso aforismo griego: «Conócete a ti mismo». El Conocimiento es la única medicina con poder suficiente para penetrar en las profundidades de la perturbación y disolver la ilusión que la ignorancia conlleva, tal y como la luz disuelve la oscuridad. Ése es el poder de Guru. En la presencia de Guru, de la Luz, del Conocimiento, del Maestro, no hay lugar ni tiempo para la Ignorancia; en presencia de la Totalidad no hay oportunidad para la separación.
El derecho
Se nos concede en virtud del reconocimiento de nuestro Origen, que nunca puede ser tocado por el velo. Al igual que la nube oscurece el sol pero no lo niega, la Ignorancia, recubre y opaca al Ser que sin embargo permanece inalterable en su realidad más allá del poder de la ilusión.
El deber
Está implícito en nuestra condición humana, porque todo privilegio (y ser humano lo es) conlleva también deber. Tenemos una responsabilidad para con nuestra existencia y nuestra vida… más allá de reaccionar a los desafíos cotidianos de la supervivencia, de la búsqueda del placer y del rechazo al displacer. El diseño humano trasciende, con mucho, las limitaciones que el velo nos ha impuesto. Revelar la ilusión de las diferencias, y restablecernos en nuestra Esencia Original, es la única alternativa al sufrimiento. Reconocer y honrar el valor del Conocimiento, de Guru, estableciendo el más preciado de los vínculos, es nuestra verdadera posibilidad y nuestro deber más sagrado.
Guru es la expresión de la Iluminación, del Conocimiento Puro, el campo de todas las posibilidades, el campo de correlación infinita. En ese despertar supremo, en esa Conciencia suprema, en ese estado de Conocimiento supremo, tenemos la Plenitud de la Vida, el valor Absoluto del Ser, pura infinitud, pura eternidad, pura inmortalidad.
(Maharishi Mahesh Yogi).