Estar en Samadhi significa convertirse en una persona testigo, libre de las influencias. Incluso es la liberación de lo particular, el conocimiento neutral en la máxima conciencia constante. Libertad de todas las formas de esclavitud. Escribe Maheshwari (Mayte Aguado).
Kaivalya Jnana en jainismo, Nirvana en budismo; en yoga, Samadhi. Samadhi es la última práctica de los ocho escalones del Raya Yoga.
Samadhi o Moksha se alcanza cuando la persona, después de hacer todas las prácticas de yoga, comienza a concentrarse en eliminar de la mente los objetos externos e internos y meditar de forma continuada.
En el estado de Samadhi la persona no tiene el deseo de tocar, salivar, olfatear, escuchar ni ver. No tiene hambre, sed, calor ni frío, no siente humillación u honor ni tristeza o felicidad, etc. Permanece sin sentimientos y alcanza la inmortalidad, ya que el ciclo de su nacimiento y muerte termina.
Estar en Samadhi significa convertirse en una persona testigo libre de las influencias. Incluso es la liberación de lo particular, el conocimiento neutral en la máxima conciencia constante. Desaparece el conocimiento y lo conocido. En esto, la ‘realización’ de ser es supremamente poderoso porque ya no hay hambre ni sed, ni felicidad, ni tristeza, ni oscuridad, ni luz, ni nacimiento, ni muerte ni ninguna influencia. Libertad de todas las formas de esclavitud.
Samadhi significa salvación, es decir, liberarse del ciclo de nacimiento y muerte. Samadhi es un estado mental sutil en el que la mente se absorbe por completo en la contemplación del objeto. Mientras practica la meditación, el buscador alcanza un estado tal que no tiene conocimiento de sí mismo y permanece solo, y es entonces en ese estado al que se llama Samadhi en el que todos los sentidos se absorben en la mente.
En el estado en Samadhi la respiración está completamente controlando la mente, llevándola a estabilizarla completamente. Hay un dicho en India que dice: “Mantener la vida durante 5 segundos es dharana, concentrar la mente en un sujeto durante 60 segundos es meditación y samadhi es la abstinencia continua de la vida durante 12 días”.
El objetivo del Samadhi es siempre desarrollarse, ascender o fusionarse en una conciencia superior o divina, lo que no es natural para nosotros hoy. La importancia dada al fenómeno del Samadhi tiene una estrecha relación con este objetivo. Cuando toda la acción en el camino hacia la iluminación cesa, ya solo hay conciencia de un poder inmóvil, atemporal y eterno. Al entrar en este Samadhi, el alma entra en el mayor de los silencios desde donde no puede regresar a ningún estado de poder ilusorio o inferior.
Agradecida, Maheshwari
(Fundadora y Directora de la Escuela Prana & Yoga) www.pranayoga.es