Mi “Top 10” del yoga

2017-12-04

Llegó el mes de los días más festivos, con turrón, familia y peces en el río. En casa suenan villancicos desde hace ya ni se sabe, y es que hay clásicos que nunca fallan. Por eso me animé a compartir mi lista de las diez súper-enseñanzas del yoga de las que no podría prescindir jamás, aquellas que reviso de tanto en tanto. Escribe Zaira Leal.

Son mis diez chispas de sabiduría favoritas, que llevo conmigo a todas partes, me apoyan en los momentos difíciles y me dan aún más impulso en los fáciles.

No tienen un orden jerárquico de modo que la primera no es mejor que la última, para mí son todos igual de importantes. Me encantará saber cuáles son tus favoritos, por favor ¡comparte conmigo!

1.El yoga es, ante todo, una práctica para el despertar de la espiritualidad en la materia, en el cuerpo físico, aquí y ahora. Escribiendo este artículo he visto numerosas listas con las diez posturas de yoga más recomendadas, pero en ninguno se habla de que este es un proceso de despertar de Consciencia. Yogins, mantengamos el foco puesto en la idea de que hacemos esto para descubrir quiénes somos auténticamente y la práctica física forma parte de ese proceso como un componente integrante del camino en sí.

2. Somos uno con el campo infinito del Cosmos pues no hay separación entre tú, yo y las estrellas. Entre nosotros existe una pequeñísima diferencia de manifestación, pero en esencia formamos parte de la red unificada de Consciencia. Cuando contemplas el mar, puedes ver las crestas de las olas y la espuma que se forma en sus bordes. Esencialmente, crestas, olas, espuma y agua del fondo, incluso los peces, son un único tejido mostrando diferentes densidades vibratorias, colores y formas. Si sólo contemplamos desde arriba podríamos pensar que tan sólo existe la superficie, que es una cosa diferenciada o que está separada del fondo, ¿verdad? Identificarnos únicamente con la forma externa del cuerpo material nos confunde porque hace que pensemos que somos entidades aisladas las unas de las otras.

3. La primera palabra de tres textos clásicos:

Atha, en el Yoga Sutra, significa “ahora” porque el yoga, la unión consciente con el todo, sólo sucede ahora y aquí en estado de presencia plena. Cuando estamos presentes los problemas desaparecen, sentimos la paz de nuestro corazón y tenemos vislumbres de la grandeza de nuestra propia vida. La práctica hace que los momentos aislados de presencia cada vez sean más frecuentes y continuados de modo que despierte nuestro estado natural de ser consciencia.

Dharma en el Bhagavad Gita, nos recuerda que existe un orden cósmico sosteniendo todo lo que existe. Cada uno de nosotros desempeña un papel fascinante en el juego de la vida. Aprender cuál es te lleva a abrazar tu propio destino con toda la pasión de tu corazón, entonces te relajas y confías porque sabes que todo está bien en tu mundo.

Caitanya en el Shiva Sutra, enfatiza que todo es Consciencia Suprema. Lo que nos gusta y lo que no nos gusta, lo bonito y lo feo, lo denso y lo sutil, la ignorancia y la sabiduría son partes integrantes de la Suprema Realidad. No existe nada mejor allá arriba que debas alcanzar porque todo lo que es está ya en ti y en tu realidad inmediata.

4. Los cuatro pensamientos infinitos que liberan nuestro cuerpo-mente-alma

Maitri, la amabilidad infinita que nos lleva a desear compartir felicidad con los demás;

Karuna, la compasión infinita hacia quienes sufren y el deseo de aliviar su dolor;

Mudito, la dicha infinita ante la felicidad de los demás;

Upeksha, la ecuanimidad que nos lleva a crear felicidad para todos por igual.

5.El ayuno sensorial para los cinco sentidos porque hoy en día vivimos en una sobrecarga constante de estímulos. Nuestras puertas de la percepción están tan atascadas que nos resulta casi imposible percibir la realidad de manera directa. Cada día dedico espacios de tiempo a pararme, estar en silencio y respirar suavemente, procesando y dejando partir todo aquello que nubla mis sentidos.

6.Un masaje abhyanga es mi mejor aliado para honrar y habitar mi cuerpo desde el amor más puro. Especialmente durante los meses más fríos, no hay nada como sentir los aceites calentitos sobre la piel y disfrutar de su untuosidad. Alivia el estrés, te enraiza y quizá no tengas acceso a un centro especializado donde puedas recibir uno, pero siempre puedes empezar por dártelo tú mismo. Podrás encontrar indicaciones sobre cómo hacerlo en mi web zairalealyoga.com o en mi último libro Yoga en la cocina.

7. La conexión con el cuerpo-mente a través del movimiento: una práctica que incluya secuencias fluidas que activen y desbloqueen todas las articulaciones y zonas del cuerpo. Que no falten: inversiones, extensiones de columna y la postura dinámica neutra Bowspring como plantilla para la práctica.

8. La respiración consciente porque es la herramienta más efectiva a la hora de volver a nuestro centro de luz, sabiduría y amor. Unos segundos de respiración consciente pueden llevarnos a un estado de presencia plena donde te sientes realmente conectado con el todo. Ella siempre está contigo, despierta en ti la intención más elevada y ayuda a transformar todos aquellos patrones que nos mantienen enganchados a códigos bajos de la mente como son el miedo, las limitaciones o la carencia.

9. La relajación nos ayuda a recargar pilas, reparar todos los tejidos y regenerar todas y cada una de nuestras células. Hace unos meses escribí en otro artículo que, en mi opinión, es la práctica imprescindible en la vida de todo yogin actual. Se acabaron los tiempos de luchar y conquistar, ahora es el momento de volver a un modo suave de avanzar por tu camino, con presencia consciente, sin esfuerzo y llenos de amor.

10. El mantra OM porque es el sonido primordial, el pranava, la palabra original e inherentemente esencial en todo lo que existe. Om no tiene credo ni fronteras, es salam, amén, aum; es el momento de creación, de sostenimiento y de disolución de la realidad; es el antes, el ahora y el después; la unificación del cuerpo, la mente y el alma. Es lo absoluto despierto en cada célula de tu ser, el amor infinito hacia cada pedacito de la creación. La celebración de vida ahora y siempre.

¡Felices fiestas!

Seamos amor, ¡Aham Prema!

Zaira Leal es autora de Una fiesta para el alma, Ed. Urano 2014, y de un segundo libro que se publicará en junio de 2017. Se considera yoguini desde la cuna y empezó a enseñar yoga en el año 2000. Imparte clases públicas y formaciones para profesores de yoga y meditación, programas de perfeccionamiento para profesores, así como talleres monográficos de salud y temas para la mujer. También trabaja como coach de salud y bienestar del estilo de vida ayurvédico.

Lingüista, es máster en enseñanza y está acreditada en diversos estilos de yoga, meditación y ayurveda.

Más información: zairalealyoga.com / www.facebook.com/zaira.leal.5
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