La fase menguante del ciclo anual

2019-10-10

Vivir de acuerdo a los ciclos cambiantes de la naturaleza es probablemente la recomendación más importante en el ayurveda. Aunque el que nos ocupa hoy es el Ritucharya, o ciclo anual, y en concreto le dedico artículo al otoño, la fase menguante del ciclo anual, existen cuatro ciclos primordiales. Escribe Zaira Leal.

Ciclo anual o Ritucharya: el periodo de 365 días durante el cual la Tierra viaja alrededor del sol dando lugar a las diferentes estaciones.
Ciclo mensual: el periodo de 28 días durante el cual la luna gira alrededor de la Tierra.
Ciclo circadiano o Dinacharya: el periodo de 24 horas que tarda la Tierra en girar sobre sí misma creando el día y la noche.
Ciclos de las mareas: los periodos de 6 horas entre mareas causados por la atracción magnética que el sol y la luna ejercen sobre las aguas del planeta.

Es importante observar cómo están interrelacionados y comparten la característica esencial de sucederse en sus distintas fases en armonía con el patrón universal de creación, sostenimiento y disolución. Si observamos el ciclo diario, por ejemplo, a partir de la media noche, la presencia del sol va ganando intensidad, amanece y su fuerza iluminadora alcanza la cúspide al mediodía, cuando el sol está en su punto álgido; a partir de ahí, su potencia comienza a descender, atardece y la luz se retrae en sí misma hasta llegar al momento de mayor oscuridad en la media noche. De este modo, el otoño comparte rasgos con la parte del día cercana al atardecer, así como con la fase decreciente de la luna. Por ello, la estación en la cual acabamos de entrar se singulariza por:

–el acortamiento de los días y una luminosidad más suave, sutil y apagada que irá menguando en potencia hasta llegar al solsticio de invierno;

–el enfriamiento de las temperaturas del verano, una mayor sequedad en el ambiente y la disminución de la untuosidad voluptuosa del verano;

–un incremento en el elemento aire, que trae consigo días agitados, llenos de fluctuaciones y más movimiento en el plano de la mente-corazón;

–el deseo de ir hacia adentro, dejando atrás el impulso gregario que caracterizaba la estación anterior y que favorece ahora la introspección, la reflexión y nuestras capacidades intuitivas.

Mientras en occidente observamos cuatro estaciones, en India tienen en consideración seis cambios estacionales: el ciclo anual en ayurveda y yoga está dividido en seis ritus y cada ritu abarca un periodo de dos meses. Ritu significa “dos meses” y carya quiere decir seguir o mantener ciertos hábitos, rutinas y actividades, así que “ritucharya” es la práctica de armonizar el estilo de vida con las estaciones de la naturaleza. Nuestro otoño se corresponde con el ritu sharad, que comienza a mediados de septiembre y termina a mediados de noviembre y con la primera parte del invierno temprano o ritu hemanta, que comienza a mediados de noviembre y termina a mediados de enero.

Recomendaciones del ayurveda

El ayurveda nos ofrece recomendaciones claras para equilibrar las cualidades de vata que dominan el otoño haciéndolo seco, áspero, ventoso, inestable, cambiante, fresco o sutil:

Limpia y protege el sistema respiratorio por las mañanas. Utiliza una lota o neti pot con agua tibia y una pizca de sal del Himalaya. La nariz y las fosas nasales filtran y regulan la temperatura del aire así que es muy importante mantenerlas sanas para evitar los catarros comunes de la estación.

Si practicas pranayamas con regularidad, fortalecerás tu sistema inmune. La respiración consciente es la práctica estrella para esta estación durante la cual el viento es la fuerza primordial y Kapphalabhati, como kriya, será el complemento perfecto para la depuración de las fosas nasales; por otro lado, Nadi Shodana restaurará el equilibrio en tus días.

Toma té de jengibre porque es el gran purificador que caldea todos los sistemas corporales. El jengibre tiene infinitos beneficios y en ayurveda se dice que es una medicina universal. En este momento es importante para nosotros por sus cualidades cálidas ya que fortalecen todas las fases del proceso digestivo que debido a la inestabilidad de la temporada se ve un poco comprometido. ¡Además es delicioso!

Elige una dieta acorde a la estación: más cálida, incrementando las hortalizas de raíz, las verduras de temporada y las recetas más acuosas y cremosas. Es el momento de aumentar las grasas saludables como el aceite de oliva, el de cáñamo, los frutos secos y las semillas; así como los granos completos como el arroz integral, la quinoa, la avena o el trigo.

Esta estación es la más inestable del año por lo que es muy favorable para hacer depuraciones suaves y ayunos. En mi libro Yoga en la cocina propongo un “Detox Exprés” de tres días que puedes hacer en tu casa y está bastante bien.

Adapta tu estilo de vida a los días más cortos y frescos. Lleva contigo siempre una prenda de abrigo, especialmente protege el cuello y las vías respiratorias. Respeta tus rutinas y horarios porque ellos te aportarán la estabilidad necesaria. Aprovecha para disfrutar de tu casa pasando más tiempo en ella y comienza un diario de meditación.

En cuanto a tu práctica de yoga asana, en otoño practica de manera sistemática y calmada, centrándote en la profundidad y fluidez de tu respiración. Elige asanas que tengan un efecto enraizador y que calienten tus tejidos, como una buena serie de saludos al sol o las posturas de pie. Termina tu práctica con posturas que te conecten con la tierra y asegúrate de cubrirte con una manta durante shavasana.

Es la estación ideal para establecer nuevas rutinas, para hacer planes, para reflexionar sobre nuestro pasado y dejar partir muchas cosas que ya no necesitamos. La introspección es clave y enriquecerá de manera sorprendente el resto del año.

Sabiduría adaptativa

Como has visto, la sucesión de las fases nos habla de cambios, de dinamismo y, cuando la honramos adecuadamente, despierta nuestra capacidad de adaptación. La sabiduría del ayurveda hace mucho hincapié en que, si queremos vivir sanos y felices, debemos adaptarnos a los dictados de cada momento del día, del mes y del año. Una persona que vive igual en el invierno que en el verano tendrá mayores posibilidades de desequilibrar los humores o doshas en su cuerpo-mente-corazón dando pie a posibles manifestaciones de enfermedad. Sin embargo, aquel que va adaptando su estilo de vida a lo que muestra el entorno natural, mantendrá su vigor natural y será más resistente a las dolencias típicas de cada estación. Si hay algo que determina el poder del ayurveda es su alcance de prevención, un sistema sanitario basado en sostener la salud innata, previene muchos problemas sociales, económicos y vitales.

Espero que disfrutes muchísimo del pulso menguante del otoño y que las ayurtips que te propongo te lleven a vivirlo con aún mayor plenitud.

Aham Prema,

Zaira Leal es autora de Una fiesta para el alma y de Yoga en la cocina, Ed. Urano. Se considera yoguini desde la cuna y empezó a enseñar yoga en el año 2000. zaira@zairalealyoga.com / T +34 636814338

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