El Yoga del compromiso social: se necesitan activistas

2020-06-08

En los momentos como éste, en los que la humanidad se enfrenta al reto de avanzar en su propia evolución, el Yoga, a través de sus practicantes y sus enseñantes, tiene que mostrarse a la altura de su potencial transformador. Escribe Pepa Castro.

Foto publicada en un artículo de  Muse: ‘When Yoga Retreat Meets Social Activism’ 

Se abre un camino esperanzador entre las incertidumbres y los miedos. La Covid-19 nos mandó al rincón de pensar y nos sacudió parte de nuestras inercias y certidumbres. Podemos volver a aferrarnos a ellas en cuanto las circunstancias nos lo permitan, o podemos intentar dar un paso al frente fuera de la zona de confort.

El yoga promueve esto último: el compromiso y la acción en el camino de mejoramiento de uno mismo y de la sociedad en la que vive. Nada en sus enseñanzas llama a la comodidad, ni a ausentarse de la realidad (tampoco con r minúscula), ni a la indiferencia respecto al momento y a la sociedad en la que nos ha tocado vivir.

Tengo mucho respeto por quienes aspiran a una mente desafectada, pero el corazón muere si no le afecta lo que sucede a su alrededor. La ecuanimidad no puede ser neutralidad, ni la paz interior mero ensimismamiento. Se necesitan yoguinis y yoguis comprometidos con la transmisión de conciencia y sensibilización acerca de los valores que pueden transformar y mejorar la sociedad.

Hay situaciones de injusticia social y abusos de poder frente a los que no deberíamos permanecer impasibles. Como singular herramienta de transformación que es, el yoga tiene una llave maestra: ahimsa, la no-violencia. Javier Ruiz Calderón, en uno de sus excelentes artículos para esta revista, precisaba que ahimsa “no es tan solo evitar la violencia propia sino también abstenerse de incitar, aprobar o incluso permitir la violencia ajena”.

En contra de una idea bastante generalizada entre una parte de la comunidad yóguica, la no-violencia no implica abstenerse de tomar partido acerca de lo que sucede, ni mirar hacia otro lado o silenciar un daño cuando se produce. La toma de conciencia a la que conducen el yoga y la meditación no tendría sentido si acabara en la postura. La consciencia lleva a la responsabilidad sobre la acción, no a la inhibición.

Activistas de ahimsa

Se necesita ese espíritu de guerrero en defensa de ahimsa y de los valores éticos más elementales, y pocas profesiones más adecuadas que la de enseñante de yoga para asumir esa función social tan importante de concienciación, sensibilización y responsabilidad frente a los problemas de nuestro tiempo, léase cambio climático, racismo, desigualdad, abusos de poder, etc.

Somos muchos los que creemos en la capacidad del yoga para educar en valores y para participar activamente en la mejora de la sociedad. Un yoga inclusivo, solidario, comprometido en la defensa de tantas causas que lo necesitan, como las del cuidado de las personas con discapacidades, de la población marginada, del medioambiente, de la vida animal, de nuestros mayores, de la no discriminación en función de edad, sexo o condición física…

En todo el mundo, esa consciencia hacia la implicación transformadora del yoga está dejando de ser una tendencia marginal para convertirse en un movimiento sin complejos que crece de forma organizada en muchos países (Ver este ejemplo: Off the Mat into de World). Aquí en España también, pero necesitamos aún muchas mujeres y muchos hombres inspiradores y comprometidos en un yoga al servicio de la sociedad, la sanación del planeta, la justicia y la libertad.

Como se decía en el último y oportuno artículo de la Escuela Mahashakti, es el momento de repensar nuestra manera de ser, de mostrarnos y de estar en el mundo, para posicionarnos decididamente en el camino del coraje, la valentía y el amor.  “Quienes estamos en el yoga tenemos, más que nunca, mucho que aportar. La sociedad está cambiando, y el mundo se está preparando para el siguiente nivel. Ayudemos, con nuestro trabajo, a una humanidad más sabia y consciente“.

Nota: Si te interesa este tema y crees que tendría interés para ti formar parte de un grupo de debate sobre ello, escríbenos a info@yogaenred.com

Pepa Castro es codirectora de YogaenRed.