Descubrir quién eres transformará tu vida

2019-10-10

En los textos yóguicos y budistas se define la ignorancia como lo que no sabemos. Somos humanos y por tanto podemos sentir dolor, miedo, equivocarnos y no saberlo todo. Pero también por ser humanos podemos aprender a construir una vida mejor, para uno mismo y para los demás. Escribe Rick Silva.

 

Si has hecho clic en este artículo es porque evidentemente estas interesado en seguir conociéndote a ti mismo. Puede que en algún momento hayas podido reconocer unos segundos de más paz, silencio y autenticidad de lo que parece ser habitual. Es ese momento de comunión contigo mismo en el que tanto tu mente, corazón y cuerpo parecían increíblemente alineados entre sí y con el mundo exterior. Eras una parte del cosmos, con una frontera temporalmente desdibujada entre conciencia y experiencia.

Hayas tenido la experiencia (similar o no), estoy casi seguro de que sigues buscando cómo conseguir esa sensación/certeza de comunión, serenidad y libertad en el que parece que todo es increíblemente sencillo, coherente y natural. La cuestión es que esa “experiencia cumbre” es extra-ordinaria. Y nos ha gustado tanto que queremos repetirla o emularla en lo posible.

Pero ¿cómo narices se hace eso y qué ha sido realmente? Sabes que ha supuesto un cambio en tu vida y que ahora eres lo que aparentemente se llama «buscador». En ocasiones buscamos fuera, pero creo que sobre todo buscamos sin saberlo un mapa para entender lo que hay dentro.

El ego, ¿amigo o enemigo?

Pronto aprendemos por un libro, un profesor, una conferencia o incluso una terapia que esa experiencia cumbre se produce cuando hay ausencia del ego. Suena genial, ¿verdad?, profesional, serio, y hasta intimidante, pero normalmente es demasiado abstracto como para saber qué hacer al respecto.

Ocurre que cuando asistimos a charlas, seminarios, etc, se habla del ego como si a través de la práctica de asana y meditación fuese suficiente para como para liberarnos del ego y alcanzar la iluminación, que por cierto no tenemos muy claro qué supone ni cómo se alcanza, porque ni estamos ahí, ni sabemos cómo es estar ahí. Eso sí, utilizamos unas palabras fascinantes y abstractas para describirlo.

Entiendo como ego aquellos aspectos de mí que no me gustan y procuro que nadie vea, ni siquiera yo mismo. Así como los mecanismos que utilizo para disfrazar y distraer esos aspectos.

El ego se compone de aspectos que normalmente implican dolor, miedo, vergüenza. Emociones que no se supieron gestionar (y que siguen vivas, aunque ignoradas/olvidadas), y a los que me he acostumbrado tanto que ya ni los percibo.

Nos acostumbramos a sentirnos de una determinada manera, a proteger esa misma “herida” de la misma manera, y nos contamos que la vida es así, de modo que desarrollamos aversión hacia todo lo que nos lo recuerde. A veces esa aversión se mostrará clara y directa, y otras será sibilina, discreta y hasta nos creeremos la pantomima,a base de repetirla.

Reconociendo y aceptando

En los textos yóguicos y budistas se explica la ignorancia como el no saber, lo que no sabemos. Somos humanos y por tanto podemos sentir dolor, miedo, equivocarnos y no saberlo todo. Pero también por ser humanos podemos aprender a construir una vida mejor, para uno mismo y para los demás.

Lo que quiero decir es que no sólo es necesario desarrollar una comprensión profunda del ego, tener un mapa interno conocido desde la mente y la experiencia, sino también desarrollar la capacidad de aceptar que, además de ser víctimas de nuestro ego, podemos reaccionar de otra manera, nueva para nosotros, más consciente, más sencilla, desde un lugar en el que el aspecto que no nos gustaba ha sido aceptado, meditado, y trascendido. Y lo podemos hacer activamente.

Desde ahí eres capaz de cumplir con tu Dharma, y vivir en Serena Libertad. Desde ahí eres amigo de tu ego y no su cautivo. ¿Por qué digo “amigo de tu ego”? Pues porque el ego nos permite la oportunidad de desarrollar la Conciencia. Ese lugar en el que te anclas para poder observar tu mente, tu corazón y tu cuerpo alineados,  conectados y coherentes.

Pero también porque si en lugar de buscar la integración buscásemos la supresión y represión del ego, estaríamos rechazando, abandonando, enjuiciando, traicionando… parte de uno mismo. Si dejamos de confirmar la des-conexión que mantenemos con algunas partes nuestras, es probable que lleguemos a conectar con algo más. 

Ese mapa interno no se puede dibujar desde la soledad, porque nos perdemos en nuestra propia mente y caemos con demasiada facilidad en creernos nuestra propia narrativa. Es decir, a menudo no vemos el bosque sino los árboles.

Como Counserlor transpersonal ese es precisamente mi trabajo, guiarte para desarrollar una buena relación con tu ego, conocerlo a fondo y reconocer quién eres exactamente (además de un ego). Ir más allá de lo que los demás perciben de ti, de cómo te muestras y de los roles que representas.

Deseo que sientas felicidad,

Deseo que tengas salud y fortaleza,

Deseo que te sientas amado y protegido,

Deseo que estés en paz.

Rick Silva. Counselor transpersonal, profesor certificado por la Yoga Alliance Experto universitario en Terapia Sistémica. Miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt.

Puedes informarte sobre sus sesiones individuales de Counseling aquí:  Tfno. 678 765 536 |  www.ricksilva.es