Esta es la segunda parte del primer artículo que el maestro Martyn Neal, con su sencillez natural y agudeza habituales, tras décadas de experiencia, ha dedicado al crucial asunto del karma… Es una suerte poder leer a uno de los principales discípulos directos de T. K. V. Desikachar en Occidente y, por supuesto, seguir aprendiendo. Así que, vayamos a ello… Escribe Martyn Neal. Traduce Ilde Leyda.
T. K. V. Desikachar acudió a la grabación de los Yoga Sūtra por su discípulo Martyn Neal.
(Ver primera parte del artículo)
La presencia en este proceso de la confusión (avidyā) o bien de la claridad de espíritu (viveka) va a influenciar enormemente todo cuanto concierna al acto. El hecho de no percibir la realidad claramente estimulará tendencias inapropiadas para la situación. La acción resultante así como sus consecuencias no podrán ser las justas. Por el contrario, si las cosas son percibidas con claridad, probablemente el acto será justo y sus frutos tendrán una buena oportunidad de corresponderle. Es así como el yoga propone la meditación (dhyānam) como un medio de salir de un círculo “vicioso” bajo la influencia de la confusión para crear un círculo “virtuoso” dotado de claridad.

No hace falta decir que el doble alcance del estado de meditación del que he hablado más arriba (ver artículo anterior) posee toda su pertinencia aquí: por un lado, un momento de interiorización para reflexionar acerca de las acciones realizadas y visualizar los futuros actos deseables, por el otro, el desarrollo del estado meditativo en la vida diaria para percibir las influencias en juego en los actos cotidianos y quizás poder actuar en consecuencia “en tiempo real”.
Sin embargo, en la vida cotidiana la rapidez con la cual la tendencia profunda aparece en la mente consciente y llama a los condicionamientos asociados, que desencadenan la acción, ¡es de la naturaleza de un destello! Esta velocidad de encadenamiento en el corazón de la acción pone a menudo a la reflexión en segundo plano. Si uno debe actuar velozmente, esta rapidez es una bendición cuando el espíritu está claro, ¡pero una desgracia cuando reina la confusión! La meditación en la acción, que ofrece una posibilidad en tiempo real de validar o invalidar una acción naciente, no es cosa fácil, mas no es imposible a poco que tengamos una paciencia confiada, una tenaz vitalidad y la memoria vívida de aquello que nos funciona…
Las acciones producirán mecánicamente consecuencias a largo plazo. La meditación en la acción ofrece la posibilidad en tiempo real de validar o invalidar una acción naciente.
¿Y la reencarnación? Cuando le pregunté a Desikachar acerca de esta cuestión, en relación al sūtra II.12, que estudiaremos posteriormente, me dijo que ese era el sūtra más “impregnado” de esta idea. Sin embargo, precisó que consideraba que sería una pena “tomarnos con demasiada calma” esta vida con el pretexto de que en vidas futuras ¡ya tendremos todo el tiempo para arreglar las cosas! Creo que se posicionaba por que demos lo mejor en esta vida actual por si acaso la reencarnación no fuese a ser una realidad…
Los esquemas también serían aplicables a la vida actual como un pasaje hacia una vida futura desde la óptica de la reencarnación. Es decir que los trazos dejados (karmāshaya) por las acciones de una vida “imantarían” al alma que transmigra hacia una situación familiar y ambiental apropiada para proseguir con el camino de la liberación en otra vida. La única diferencia estaría al nivel de la capacidad para reconocer por qué estamos aquí –con el recuerdo de las otras vidas habiendo sido “borrado”–. Cuando aparco el coche encima de una línea amarilla, comprendo por qué me multan. Pero cuando me llega una multa proveniente de una vida anterior, ¡la considero injusta! ¿Constituye la ley del karma la justicia a nivel cósmico? Le escuché contar a un amigo su dolorosa experiencia con el debilitamiento de una muela del juicio: “Cuando era pequeño veté el cepillarme los dientes. ¡Ahora lo pago!”. ¿Venganza o secuencia lógica? El término empleado por Patañjali es vipāka, que significa “maduración”. Los actos mecánicamente producirán una consecuencia a largo plazo. Sin la connotación de reacción. La ley del karma sería parecida a una ley de la física, como aquella descubierta por alguien acostado debajo de un manzano…
Para acabar, os relato una anécdota que sucedió en 1995 durante un seminario en Saint Baume con Desikachar. El tema era el Canto Védico y para esa ocasión habíamos publicado una cinta cassette de canto que veníamos de grabar a beneficio del KYM (Krishnamacharya Yoga Mandiram) de Madrás. Le pedí al hermano Didier, director espiritual del lugar, al que conozco bien, que viniese a una conferencia con el fin de intercambiar puntos de vista con Desikachar. Al final, alguien hizo una pregunta sobre la reencarnación. Después de que Desikachar hubo explicado que uno no puede devenir hindú más que por nacimiento, con todo el humor que le conocemos, añadió que las almas maduras por el fin de sus cursos se encarnaban pues en una familia hindú. Didier, que no se queda atrás en cuanto a sentido del humor, contestó que cuando esas almas están verdaderamente prestas nacen en una familia cristiana ¡¡¡y así obtienen la salvación en una sola vida gracias a Cristo!!! A Desikachar le encantó esta réplica.
• Martyn Neal fue alumno de T. K. V. Desikachar a partir de 1983 y continuó su profundo aprendizaje del yoga con él mediante visitas regulares a Chennai (India) hasta 2014, dieciocho meses antes del fallecimiento de Desikachar, quien abandonó este mundo el 8 de agosto de 2016. Neal hacía a menudo de traductor de Desikachar cuando este viajaba a Francia a impartir sus cursos. Además, entre muchas otras cosas, ha participado en varios libros sobre yoga inspirados en las enseñanzas de T. K. V. Desikachar.
• Ilde Leyda empezó a practicar yoga en 2001. Durante más de diez años fue alumno de Cristina Sáenz de Ynestrillas, alumna de Claude Maréchal y de T. K. V. Desikachar. Comenzó ya a dar clases en 2003. Y, desde 2019, prosigue su formación con Martyn Neal. Imparte clases de grupo y particulares, así como talleres dirigidos a quienes quieran profundizar cada vez un poco más en este método milenario de cuidado, conocimiento y mejora personales.
Ha traducido al castellano la tan bella como profundamente inspiradora obra What are we seeking? de T.K.V. Desikachar y Martyn Neal.
Puedes contactar con él a través de ildeyoga@gmail.com y/o del número 653379095.
