La aventura de la aventura es el viaje interior, que requiere ese desplazamiento de la consciencia periférica y enajenada a una consciencia interiorizada, más lúcida y capaz de situarse más allá de las apariencias. Escribe Ramiro Calle.
Foto de Kevin Malik
Ese viaje hacia los adentros le confiere un sentido especial a la vida, en busca de lo Real y no dejándose hipnotizar por lo aparente, lo superficial y todos esos espejismos que convierten la mente en una sierva sin lucidez, frescura y amor.
Pero esa aventura de las aventuras, ese viaje a lo más medular de uno mismo, requiere una disciplina adecuada, las indicaciones de un riguroso «cuaderno de bitácora», las enseñanzas y métodos para no perderse en el intento. Exige, para no estancarse y desfallecer, ir debilitando la imagen y más difícil aún: la autoimagen. Solo así uno va sustrayéndose al automatismo y ceguera de la falsa personalidad y conectando con lo que está más allá de la misma.
Las técnicas de autoindagación y meditación nos ayudarán a ello, así como otros métodos milenarios para aprender a instrumentalizar el autodesarrollo los distintos cuerpos que nos constituyen. No es un trabajo para holgazanes ni para los que quieren modificarse sin poner parte de su trabajo interior, su motivación y perseverancia. Pero si de verdad la vida tiene un sentido del sentido es poder comprendernos y ayudarnos a nosotros mismos y a los demás.
Hay que lograr la sumisión de la mente engañosa y ordinaria para que pueda surgir una mente más serena y perspicaz. Dejar de ser una máquina, una mala copia de sí mismo, bien merece la pena.
Aquellos que no sienten la necesidad de ese viaje interior permanecen ajenos al mismo, pero el que escucha la voz de su yo profundo invitándole a ello, no puede sustraerse a esa búsqueda de búsquedas, esa aventura de aventuras, que anhela no dejarse aturdir por lo banal y aparente y aspira a establecerse en un espacio interior de paz y claridad para poder compartirlo con los demás. A veces podrá parecer un sinsentido, pero es que, como dijo un maestro, para llegar al sentido hay que atravesar el sinsentido.
Ramiro Calle es pionero de la enseñanza del yoga en España y el más importante escritor orientalista. Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapéuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia. Ver su canal en Youtube.