Yin Yoga estacional: El otoño

2023-11-07

¿A quién deja indiferente el cambio de hora en otoño? ¿Qué es esa extraña sensación de tristeza que nos visita cuando la oscuridad de la noche irrumpe “demasiado temprano” en nuestras tardes? Esta emoción puede ser una gran maestra y aquí la exploramos desde la perspectiva del Yin yoga. Escribe Elena Sepúlveda.

Llega el principio de noviembre en el hemisferio norte y los relojes se atrasan, si bien nuestros horarios laborales o académicos siguen igual. Esto puede causar que nos visite una especie de “blues otoñal”, un estado melancólico que a veces desemboca en apatía o incluso en leve depresión.

Desde la psicología occidental se atribuye a causas tan diversas como recuerdos negativos de la infancia asociados con el comienzo del año escolar; o al sentirnos contrariadas por tener que retornar al mundo laboral tras las vacaciones. Desde la medicina se explica como una caída en la producción de serotonina, la hormona de la felicidad, causada por un menor aporte de vitamina D proveniente del sol.

Pero… ¿qué pasaría si entendiéramos este “bajón otoñal” como un aspecto de sombra que viene acompañado de su propia luz y sabiduría?

El cambio y la adaptación estacional

El otoño nos invita a una transición gradual entre la actividad de los meses más cálidos y el recogimiento de los más fríos. Está asociado al anochecer, la luna menguante o la edad tardía. Es posible que relacionemos estas etapas con finales o declive, pero realmente son solo fases de un ciclo que se repite cada día, cada mes, cada año… ¡E incluso en cada respiración!

Pasar tiempo en la naturaleza, observando las transformaciones en el cielo abierto, en el follaje de los árboles o en los cauces del agua, nos permite apreciar y sintonizar con la ciclicidad de esos cambios que también se dan en nosotras. De este modo se vuelve más natural adaptar nuestro ritmo y hábitos cotidianos a las variaciones en luz, temperatura o niveles de energía.

Más allá de adaptar nuestro estilo de vida, como yoguis y yoguinis contamos con el apoyo de nuestra práctica de asana (Yin yoga y Yang yoga) y de las técnicas meditativas y respiratorias que, tanto el taoísmo como el Ayurveda, recomiendan para ayudarnos a vivir plenamente cada estación.

Aprendiendo de la transitoriedad

En el taoísmo, la estación del otoño está regida por el elemento Metal, el cual encontramos en vetas en el interior de la tierra o en forma de oligoelementos en el cuerpo humano (cobre, hierro, zinc o cobalto entre otros). Su principal cualidad es la conductividad, la capacidad de recibir y dejar ir sin retener.

Esto es algo que el Pulmón (principal órgano de otoño) sabe hacer muy bien. A lo largo del día, recibe oxígeno del aire en cada inhalación y expele dióxido de carbono en cada exhalación unas 21.000 veces.

Por su parte, el Intestino Grueso (compañero del Pulmón) recibe las sustancias no digestibles del Intestino Delgado y las expulsa en forma de heces en la etapa final del proceso digestivo.

Al estar regido por el conductor Metal, el otoño nos vuelve emocionalmente más sensibles a la transitoriedad y la transformación. Cuando el equilibrio entre el ir y el venir de las experiencias se rompe, surge la tristeza, la sensación de pérdida de aquello que se aleja o cambia. Pero cuando hay equilibrio, florece el valor y la apreciación de lo bello y transitorio de cada momento como algo que no es necesario poseer.

Esta es la gran enseñanza del otoño.

Yin otoñal – Anatomía energética y miofascial

En Yin yoga podemos contribuir a estabilizar el mood estacional potenciando el equilibrio energético del Pulmón y su compañero el Intestino Grueso. Para ello practicaremos posturas que inciden sobre el recorrido de los meridianos de estos órganos (el cuadrante interno y externo del brazo respectivamente) y que expanden/comprimen la caja torácica y el cuello.

Las áreas miofasciales implicadas en las posturas de Yin yoga para el otoño son principalmente hombros (deltoides y manguitos rotadores), muñecas (flexores y extensores de la muñeca), cuello (esternocleidomastoidea, escalenos y vía fascial lateral) y centro del torso (diafragma).

Al practicar, recuerda que:

–Es posible que se den pinzamientos en el hombro de los músculos y tendones del manguito rotador. Ajusta tu postura adecuadamente cambiando el ángulo del brazo o utilizando accesorios que amortigüen y sostengan.

–Tensionar o comprimir el área de los músculos flexores y extensores de las muñecas puede ayudarte a liberar el flujo de Chi en el meridiano del Pulmón.

–El tejido miofascial de la parte lateral del cuello también está implicado en la respiración (esternocleidomastoideo, escalenos y vía fascial lateral), por lo que conviene incluir posturas para esta zona.

Una breve secuencia de Yin yoga para el otoño

Estiramiento Muneca

> Estiramiento de muñecas: Desde cualquier postura sentada (por ejemplo, el Lazo), puedes incidir sobre las muñecas colocando las palmas de las manos en el suelo con los dedos apuntando hacia ti. Gradúa la intensidad poniendo más o menos peso sobre las manos y haz una suave contrapostura apoyando luego el reverso. Si te sientas en una postura asimétrica, reparte el tiempo entre un lado y el otro.

Alas Abiertas

> Alas Abiertas: Gradúa siempre el peso sobre el hombro que queda abajo para respetar el estado de esta articulación, pues la abducción combinada con la rotación externa es algo exigente. Puedes utilizar una manta debajo de la cabeza para aportar comodidad al cuello y dejar la mano del brazo que queda arriba en el suelo (en lugar de llevarla detrás de la espalda) para controlar la intensidad de la postura.

Alas Cerradas

> Alas Cerradas: Con esta postura proporcionas una contrapostura al hombro tras la anterior. Si te resulta muy incómoda, puedes poner un bolster atravesado en la esterilla debajo de las axilas.

Puente con Apoyo

> Puente con Apoyo: Al llevar los hombros por encima de la cabeza, expandimos los laterales de la cavidad torácica. Agarra cada codo con la mano contraria y pon un bloque debajo de los antebrazos para descansar bien la articulación del hombro. Conecta con el movimiento del diafragma en cada respiración.

Elena Sepúlveda es profesora y formadora de Yin yoga. Ha traducido libros sobre esta disciplina de Bernie Clark, Paul Grilley y Mirjam Wagner, entre otros, y colabora asiduamente con contenido sobre yoga en diferentes medios.
Más info en: elenasepulveda.com/eventos