Cómo mejorar tu respiración

2021-09-06

Ese aire intangible, sin olor, invisible, que mueve la vida y mantiene tu existencia al introducirse en tu cuerpo, de regalo deja una pieza musical en tu interior. Por eso en este articulo te cuento cómo mejorar tu respiración, ese don maravilloso. Escribe Isabel Ward.

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Tu independencia no empezó el día que te fuiste de casa de tus padres. En verdad sucedió mucho antes, cuando saliste del vientre de tu madre, tomaste aire y usaste tus pulmones.

La respiración es única e irrepetible, como una melodía que cambiase de partitura en función de la inspiración. Y de la exhalación. Al fin y al cabo, tus neuronas se sincronizan de distinta manera con cada bocanada de aire que oxigena tu cuerpo.

La respiración es la función principal de tu organismo, puesto que lo mantiene vivo y activo, y también es el puente que une el cuerpo, la mente y el alma para la filosofía. Para el yoga, marca el ritmo de tu vida o la melodía de tu interior.

Así que, si aprecias tu supervivencia y el sonido suave del viento, sigue leyendo, pues en este artículo te doy ideas para optimizar tu capacidad respiratoria.

Cómo mejorar la respiración

Una forma sencilla de mejorar tu respiración es mediante esta práctica  que puedes ver en mi canal de YouTube. Tan solo necesitas desarrollar los siguientes aspectos que te indico a continuación:

  1. Mejorar la postura.
  2. Observar la respiración natural.
  3. Respirar por la nariz.
  4. Controlar la respiración para conseguir un respiración completa.
  5. Alargar la exhalación.

1. Mejora tu postura

Tal y como le sucedía a Qausimodo, el personaje de Victor Hugo, si encoges los músculos de la zona pectoral, zona dorsal y el diafragma, te sentirás taciturna/o, cabizbaja/o y asocial. Esta posición impide que el aire acceda a los lugares correctos, dado que estrechas las vías por las que circula tu respiración.

Para que haya una oxigenación eficaz, el pecho necesita espacio. Esto lo consigues poniéndote derecha/o. De este modo, no solo te sentirás más esbelta/o sino que expulsarás cualquier angustia o sufrimiento que pueda haber en tu corazón. Porque si «angustia» en latín es ‘estrechez, falta de espacio’, en pali es duckka, es decir, ‘dolor o sufrimiento’.

En conclusión, una buena respiración es diafragmática. Si le añades un buen control de la cintura abdominal la conviertes en muy eficaz. Algo que un profesor de yoga te enseñará con facilidad.

2. Observa la respiración natural

No es lo mismo respirar de cualquier manera que respirar con consciencia. De hecho, cuando tomas consciencia de tu respiración, conectas con el momento presente: con el cuerpo y la mente. Como resultado, mejorarás su ritmo; algo que los profesores de yoga sabemos muy bien; por eso el mantra que más usamos en nuestras clases es: «Respira». Porque, al hacerlo, accedes a ámbitos de mayor consciencia o comprensión.

«Los sentimientos vienen y van, como las nubes en el cielo. La respiración consciente es mi ancla. –Thich Nhat Hanh

Además, al prestar atención a tu respiración, conectas contigo, con la persona que hay más allá de los conflictos y preocupaciones, con esa parte de ti que permanece serena ante cualquier circunstancia y que posee la energía necesaria para resolver cualquier problema. Aun así, si tienes uno, no te preocupes. Observa la respiración y, como dice un maestro Thich Nhat Hanh, «deja que ella te enseñe a confiar».

3. Respira por la nariz

Los hindúes dicen que la boca está hecha para comer y la nariz para respirar. En efecto, la segunda está diseñada para que respires de manera segura, eficiente y adecuada. Esto lo hace debido a su capacidad para:

  • →Evitar que entren partículas extrañas en tus pulmones. El vello nasal filtra el polvo, los alérgenos y el polen.
  • →Humedecer el aire inhalado. Tu nariz calienta e hidrata el aire que respira. Esto hace que el aire que inhalas alcance la temperatura corporal, lo que facilita el uso de tus pulmones.
  • →Producir óxido nítrico. Durante la respiración nasal, tu nariz libera óxido nítrico (NO). El NO es un vasodilatador, lo que significa que ayuda a ensanchar los vasos sanguíneos y a mejorar la circulación de oxígeno en tu cuerpo.

La práctica de asanas exige una respiración nasal completa. Es decir, tanto el aire que entre como el que salga lo harán a través del mismo punto, porque mejora la calidad de tu respiración.

4. Realiza respiraciones completas y lentas 

¿Sabías que tu cerebro es el órgano del cuerpo que consume más oxigeno? Al parecer, tus neuronas, las responsables de orquestar tu mente, son unas verdaderas glotonas que llevan muy mal la falta de glucosa y oxígeno. Si les falta este alimento, generan reacciones impulsivas de las que muchas veces te arrepientes, además de otros problemas, como demuestra un estudio de la prestigiosa revista Journal of Neurophisiology

Según sus resultados, las neuronas del tronco encefálico conectan los músculos respiratorios a ciertos estados mentales donde se gesta el pensamiento, la percepción o la imaginación. Por eso, cuando respiras de forma profunda y lenta controlas mejor las emociones en momentos difíciles, aumentas la concentración, reduces la dispersión mental causada por el estrés y mejoras la capacidad de memorizar.

Respire profundamente, hasta que el aire dulce extinga el ardor del miedo en sus pulmones y cada respiración sea un hermoso rechazo a convertirse en algo menos que infinito. – D. Antoinette Foy

Por otro lado, también bajas la presión arterial, relajas los músculos, regulas la ansiedad y mejoras los problemas derivados de ella: insomnio, aumento de peso, hipertensión, indigestiones, infecciones, enfermedades autoinmunes…

Así que, dependiendo de la cantidad de oxigeno con el que alimentes tu cerebro, la pieza musical que originarás sonará entre Four Organs  de Steve Reich o Sueños de John Cage. La primera provocó abucheos, la segunda te transporta a un universo onírico.

Antes de comenzar algo, siéntese un momento y respire profundamente un par de veces, esto le ayudará a mantener la concentración mental. – Aaron Hoopes

5. Alarga la exhalación

Cuanto más larga es tu exhalación más amplia es tu inspiración. De esta manera, estimulas el nervio vago, el encargado de tranquilizar al sistema nervioso, y los músculos pectorales, que frenan la pérdida de capacidad pulmonar derivada de la edad.

Un dato importante a tener en cuenta es que la cantidad de oxígeno obtenido por cada inspiración es solo del 21% del aire absorbido. El resto está compuesto por un 78% de nitrógeno y un 0,035 de dióxido de carbono y algo de vapor de agua. Por lo tanto, al alargar la exhalación, eliminas mejor los residuos que no son necesarios para tu organismo.

Además, para los profesores de yoga supone una enseñanza que va más allá de lo orgánico; un camino de transformación a través del cual aprendemos a soltar todo aquello que no nos impulsa, como el estrés, emociones negativas, memorias y patrones de comportamientos innecesarios

No esperes recibir, da. Una vez que das, recibirás. Si exhalas, entonces puedes inhalar. Si no espiras, no puedes inspirar. Así que exhala, da. – Desikachar

6. Una sesión de yoga físico

Una sesión de hatha yoga es una danza entre el cuerpo y la mente, orquestada por tu respiración. Mediante la misma, corriges tu postura, respiras profundo, lento y por la nariz. El resultado es que con cada postura (asana) liberas la tensión acumulada.

Además, la práctica de hatha yoga incluye perfeccionar las técnicas de pranayama (control del aire) lo que le convierte en una de las mejores técnicas para mejorar la respiración.

Deja que cada célula baile, ame en armonía y respire a través de posturas de yoga – Debasish Mridha

Por si no fuese suficiente, los efectos de la práctica del yoga lo han convertido en Patrimonio de la Humanidad. Puedes descubrir sus beneficios en mi canal de youtube o animarte a participar en alguna clase en directo online o presencial.

Por qué mejorar la respiración

Si a estas alturas del artículo aún no sabes por qué debes mejorar tu respiración, te lo repito alto y claro: porque respiras mal. Por eso sufres estrés, ansiedad, dolores de cabeza y de espalda, así como tensión muscular y falta de estabilidad que, a largo plazo, desencadenarán problemas más serios.

Esto lo demostró Buteyko con un método que conectó una mala respiración con determinadas enfermedades vasculares. Según él, la hiperventilación causa una disminución del dióxido de carbono, provocando una contracción en los vasos sanguíneos y una falta de oxígeno en los tejidos. En consecuencia, respirar bien nos hace pensar mejor.

Cuando respiramos profundamente, es fácil sentir lo bueno que es el mundo, lo justo y lo hermoso. Estamos inspirados. Qué trágico es, entonces, que tan pocas personas respiren libremente y bien – Alexander Lowen

Nada más sencillo pero más necesario que aprender a respirar bien. ¡Espero serte útil!

Isabel Ward es profesora de yoga. Mira AQUÍ sus programas para generar calma y bienestar en tu vida.

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