El tiempo del Yoga es ahora

2020-06-15

En estas últimas semanas en las que el mundo ha levantado la voz contra las injusticias sociales, quiero invitarte a contemplar de qué manera te expresas y tomas tu lugar en la comunidad global, tanto si eres practicante de yoga como, sobre todo, si eres profesor de yoga. Escribe Patricia Sanagu.

 

Lo que estamos viviendo a nivel mundial es muy fuerte. Y la influencia del pasado eclipse parece que ha revelado terribles y dolorosas heridas como sociedad, como habitantes de este planeta. Y esto incómoda, sentirlo nos remueve, nos toca profundamente y es difícil sentarnos a sentir y respirar todo el desorden interno, así que tendemos a seguir nuestras vidas simulando que nada ha cambiado, creando discursos fáciles y realizando acciones suaves y cómodas para justificarnos y continuar ignorando lo doloroso que es.

Además del aislamiento, de la distancia social, la desconfianza, el miedo y la confusión que ha generado la situación de los últimos meses, las guerras continúan, la inestabilidad política, incendios, inundaciones, terremotos, cambio climático, sobreexplotación de recursos, violencia, conflictos, protestas ciudadanas. ¿Qué está pasando en nuestro mundo? Si, a veces dan ganas de mirar hacia otro lado, callar y continuar caminando con la cabeza baja.

Según la tradición tántrica el mundo no es más que un macrocosmos del estado interno de la mayoría de los seres humanos individuales. La mayoría de las personas también estamos en guerra con nosotras mismas, llenas de conflictos, alejadas y desconectadas de nuestra propia naturaleza, viviendo en un cuerpo toxificado por una alimentación artificial y faltos del oxígeno puro que nos aportan los bosques y las montañas.

No es casualidad que el covid-19 mate por asfixia y la muerte de George Floyd haya sido por asfixia, que cada vez que salimos a la calle con mascarilla (dejando aparte el debate de si es obligatoria o no) tengamos la sensación de que nos falta el aire. La distancia social que vivimos cada día (¿no se te hace raro la falta de contacto físico cuando te reencuentras con familiares o amigos?) tiene mucho que ver con la discriminación en todas sus formas y separación de clases.

Da que pensar

La inmensa mayoría de los yoguis actuales nos mantenemos como parte de la sociedad, no estamos en un ashram, ni nos hemos ido a vivir recluidos en las montañas. Debemos ser conscientes de que el compromiso social debe ser algo natural e intrínseco en nosotros, no somos yoguis renunciantes sino que vivimos en este mundo siendo conscientes de la gran responsabilidad que, individualmente, tenemos en cómo se manifiesta la realidad colectiva.

En tantra, Shiva representa la expansión de la Conciencia, el sentirnos completos, llenos y satisfechos. Tendemos constantemente a buscar estas sensaciones pero lo hacemos de la manera equivocada: desde fuera. Decía Francisco de Quevedo que «el exceso es el veneno de la razón».

Solemos pensar que cuanta más información tengamos, nuestras opiniones serán de más calidad; que cuanto más paguemos, más valor tendrá lo que poseamos; que cuanto más hagamos, más éxito tendremos; que cuantas más amistades, más amor acumularemos.

Esto se refleja también en la práctica de yoga cuando tratamos de acumular posturas o vamos de libro en libro, de taller en taller amontonando información e incluso alumnos, olvidando la calidez y calidad de la enseñanza cercana y humana.

Las prácticas de yoga pretenden devolvernos al centro y cultivar la sensación de expandirnos desde ahí sin depender de las circunstancias externas. Sosteniéndonos en el centro conectamos con un espacio de silencio infinito donde contemplar nuestra propia verdad, donde hacernos preguntas, donde todas las historias que nos contamos y que nos han contado pueden disolverse y simplemente conectar con nuestra verdadera y transparente naturaleza. Esto es Chit y requiere de cierta valentía. Si logramos esto, entonces quizás, podríamos movernos desde un espacio de plenitud y autenticidad y cocrear nuestra realidad desde la alegría, la compasión y la integridad. Esto es Ananda.

El momento es ahora. De tomar partido. Se nos está gritando un mensaje muy claro, no hay más tiempo, no hay más tregua. Nos estamos asfixiando. Es momento de iniciar cambios y ese cambio empieza por ti, en tu interior, en tu esterilla y en cada respiración. Y se manifiesta en el exterior a través de tu presencia, de tus palabras y de tus actos.

Por eso es fundamental seguir conectados al yoga, en su más profunda y espiritual dimensión, de manera auténtica, honesta y sincera. No sirve sirve de nada hablar de Ahimsa cuando en tu día a día estás creando diferencias y separación. No sirve de nada declarar en redes sociales que no eres racista cuando en tu vida estás creando otras formas de discriminación.

Estos conceptos pueden tomar muchas formas y no es fácil responder a estas preguntas honestamente y mirarnos de frente. Las respuestas deben nacer desde un profundo estado de contemplación introspectiva, desde la compasión amorosa y la más cruda honestidad. No hay otra manera de responder.

– ¿De qué manera estás creando separación y discriminación en tu día a día?
– ¿Desde dónde nacen tus actos?
– ¿Qué dicen tus palabras detrás de las palabras?
– ¿A qué parte de ti misma/o le falta aire y qué tan importante es dárselo?
-¿Cómo puedes darte ese aire?
-¿Cuál es la intención más elevada de tu práctica?
-¿A qué responden tus acciones, a una gratificación personal o al bien de la comunidad?

Para crear un verdadero cambio debemos ser más que nunca practicantes. Comprometernos con el auténtico yoga, respetar y honrar su profundidad espiritual, buscar maestros genuinos que transmitan las verdaderas enseñanzas, respetar la tradición como método comprobado científicamente por miles de practicantes en toda la historia del yoga. Debemos buscar las respuestas dentro para poder alzar una voz auténtica, generosa, humilde y compasiva.

Ya no es momento de disfrazar nuestros actos, de poner caras de iluminados, de enseñar sin practicar, de crear discursos vacíos o enseñar una filosofía superficial. Es hora de comprometernos, de investigar, de ser curiosos, de hacernos preguntas, de estar dispuestos a desnudarnos y sentirnos vulnerables, de mirarnos de frente y quedarnos ahí, aunque duela, de abrazar nuestras sombras como personas individuales por el bien de todos los seres.

El mundo del yoga con la simpleza y superficialidad con que se despliega hoy en día no nos sirve. Empecemos por ahí. Empecemos por ser más honestos y expresar desde el estado de yoga. Déjame repetir: yoga es una tradición que ha sido comprobada científicamente por miles de practicantes a lo largo de la historia. No necesita de nuevos accesorios. Es hora de honrar y recuperar toda la profundidad espiritual y enseñar desde ese respeto.

Que nuestras palabras y acciones nazcan desde el corazón.
Que seamos como matrikas, pequeñas madres que sostengan amorosamente la evolución de todos los seres.
Que podamos comprometernos de manera honesta con nosotros mismos y todos los seres desde el respeto y estudio de las escrituras.
La revolución comienza desde adentro.

Om
svasti prajābhyaḥ – paripālayantāṃ
nyāyyena mārgeṇa – mahīṃ mahīśāḥ
gobrāhmaṇebhyaḥ – śubhamastu nityaṃ
lokāḥ samastāḥ – sukhino bhavantu
Oṃ
śāntiḥ śāntiḥ śāntiḥ
Om

Patricia Sanagu. Profesora de Anusara Yoga y Yoga Restaurativo. Estudiante apasionada de la filosofía tántrica, Fundadora de la escuela online www.sanaguyogaonline.com