2020 será muy propicio para el yoga

2020-01-13

La triple conjunción de Saturno, Plutón y Júpiter en Capricornio augura un nuevo año muy intenso que podría afectar negativamente a nuestra salud. Te explicamos cómo la práctica de yoga puede ayudarnos a contrarrestar los posibles efectos nocivos. Escriben Florbela Cristóvao y Montse Ramírez.

Estamos, sin duda, frente a un año muy potente que representa un momento de cambio en la circulación del poder personal, económico, político y social, con repercusiones hasta el final de la década que aquí se inicia.

No hemos de olvidar que nos encontramos en la transición entre dos eras, de Piscis hacia Acuario. Cada era dura dos mil años y se tarda unos cien en salir de una y entrar en la siguiente. En 2012 se inició la aceleración en dicha transición, en 2018 y 2019 se intensificó, y en 2020 el movimiento va a ser todavía más palpable. La última vez que se produjo la triple conjunción de Saturno, Plutón y Júpiter en Capricornio asistimos a la transición entre la Edad Media y el Renacimiento.

Los órdenes establecidos de la existencia, todo aquello que consideramos firme e incuestionable, las estructuras que nos dan seguridad serán destruidas para que en la inestabilidad encontremos nuestro empoderamiento. Conectarnos con estas energías involucra trabajar sobre nuestro poder personal y decidir conscientemente finalizar ciclos que ya no tienen capacidad evolutiva. Son tiempos de grandes cambios que nos van a desestabilizar a todos los niveles.

¿Cómo va a afectar a nuestra salud y qué papel juega el yoga?

Los desequilibrios internos y externos se van a manifestar de forma intensa en nuestro cuerpo. A partir de 2020 vamos a somatizar con más rapidez y facilidad. Por lo tanto, será muy importante cuidar nuestra salud para contrarrestar los efectos de las posibles somatizaciones. De ahí la importancia de la práctica del yoga, una disciplina con herramientas muy potentes para el cuidado de nuestro cuerpo, pero también de nuestra mente y nuestras emociones.

Si en años anteriores el reto ha sido la sanación emocional, a partir de mayo cambian los ejes nodales y se inicia un proceso en el que se nos invita a la sanación mental: soltar dogmas, ideologías, fanatismos, buscar la apertura mental, no tomar partido por una polaridad u otra, empatizar. Ha llegado el momento de crear unión desde las diferencias, aprender a lidiar con nuestras contradicciones y dialogar internamente con nuestras polaridades.

Continuará la sanación emocional, sobre todo en lo referente a reforzar la autoestima, el lado femenino, y especialmente nuestro sentido de automerecimiento: qué quiero, qué valoro para mi vida. Pero a partir de mayo la sanación mental irá tomando el relevo de la emocional.

Si hemos aprovechado los últimos años para trabajar firmemente sobre nuestras emociones y las hemos sanado, ahora encararemos mucho mejor el trabajo mental, pues son correlativos. Habremos llegado a finales de 2019 con más seguridad en nosotros mismos y con el sentimiento de que: “a pesar de las dificultades, puedo”. Por el contrario, si nos sentimos mal con nosotros mismos, en 2020 corremos el riesgo de caer en una depresión o ser víctimas de alguna enfermedad mental.

En este contexto, será muy importante no ceder ante el victimismo. Tendremos miedo porque todas las estructuras básicas de nuestras vidas se van a tambalear, los cambios serán muy palpables en el día a día y estarán relacionados con aspectos de supervivencia. Habrá cambios rápidos e impredecibles, pero también van a aparecer nuevas oportunidades. Deberemos creer en nuestros talentos, capacidades y dones con valentía, osadía y coraje: creer para crear y, al mismo tiempo, sanar el deseo: “yo valgo, yo merezco”.

También jugarán a nuestro favor las relaciones con personas que vibren en nuestra misma onda, personas en las que podamos confiar. Establecer redes y construir comunidades con inquietudes comunes nos ayudará a transitar mejor los momentos difíciles y a generar oportunidades. Hemos de protegernos, acercándonos a quienes vibran en el amor y estableciendo límites con quienes vibran en la oscuridad. La polarización entre ambos grupos se acrecentará en el nuevo año.

Luces y sombras

El lado oscuro de 2020 se manifestará con enfrentamientos, un resurgir de los dogmas y fanatismos religiosos, luchas de poder, miedo, desesperación, inseguridad, agresividad, violencia, resistencias, caída de estructuras y procesos organizados de destrucción que se llevarán a cabo por etapas. Júpiter lo aumenta todo, lo maximiza, y en 2020 va al encuentro de Plutón, que está relacionado con la muerte, el poder y la destrucción de lo viejo para que surja algo nuevo; y al encuentro con Saturno, que es lo opuesto: construcción, conservación, responsabilidad y sacrificio. El conflicto está servido y será de grandes dimensiones.

Pero también habrá muchos aspectos positivos. Es un buen año para la creatividad, actuar y realizar de forma diferente y desarrollar nuevos proyectos. 2020 nos traerá muchas oportunidades que hemos de aprovechar estableciendo muy bien nuestras prioridades y lidiando con la austeridad.

Mientras que en 2019 hubo mucha confusión, una neblina que nos impedía concretar y materializar, 2020 nos traerá visión, Júpiter nos aportará confianza y nos mostrará hacia dónde debemos ir y cómo deberemos hacerlo. Podremos concretar nuestras visiones y sueños a pesar de los miedos e inseguridades. Tendremos la capacidad de luchar por aquello en lo que creemos, pero deberemos hacerlo desde el corazón, esa es la clave, manteniéndonos firmes en aquello que sentimos y queremos, en la visiones que nacen en nuestro interior.

Momentos clave de 2020: la gran mutación

 Nos encontramos ante un año de gran importancia protagonizado por los ciclos de Saturno – Plutón y Júpiter- Saturno, que tendrán lugar a principios y finales de 2020, respectivamente.

Ya en enero asistiremos a la conjunción de Saturno y Plutón, una conjunción que se asocia a épocas de conflictos internacionales, totalitarismos y reacciones conservadoras ante la presión del cambio, pues sus energías no son afines y plantean intereses contrapuestos.

Por un lado, Saturno intenta conservar a toda costa el poder establecido y pone normas restrictivas para evitar los cambios, pero la energía de Plutón busca transformar y regenerar en profundidad, aunque ello suponga pasar por procesos turbulentos. Tanto un planeta como el otro están asociados con los miedos, pero será finalmente Plutón quien gane la batalla.

Poco a poco se irán estableciendo nuevas formas en la circulación del poder, que será más horizontal, colectivo y comunitario, lo que provocará una intensa reacción en las viejas estructuras de poder, que se resisten a perder su hegemonía. A raíz del enfrentamiento entre lo viejo y lo nuevo, las grandes estructuras políticas, económicas y sociales van a temblar. Se producirán grandes derrumbes de instituciones hasta ahora sólidamente establecidas.

En lo positivo, enero será un mes excelente para iniciar proyectos, sobre todo profesionales, sintiéndolos desde el corazón con un buen anclaje emocional.

Tendremos la posibilidad, hasta el mes de mayo, de continuar con nuestros procesos de sanación emocional y sobre todo de abrirnos para recibir, lo cual nos brindará oportunidades.

El periodo que va del 22 de marzo hasta mediados de abril será muy intenso, ya que Marte, el guerrero, entrará en Capricornio, lo cual lo exalta. En su lado positivo implicará capacidad para luchar por lo que queremos, fuerza y vitalidad. En su lado negativo conllevará resistencia, agresividad y violencia. Lo que se haya iniciado en enero se maximizará entre marzo y abril.

A partir de mayo crecerá la división, el desafío estará en crear verdades mayores que sinteticen las pequeñas verdades de cada bando. Se iniciará el periodo de sanación mental. Entre mayo y junio resurgirán las dudas sobre nuestra valía y capacidades, y a finales de junio se intensificarán las fuerzas destructivas. Agosto también será muy intenso sobre todo durante la primera quincena, con luchas y violencia en lo colectivo.

Las herramientas del yoga

¿En qué principios y enseñanzas del yoga podemos anclarnos para fluir con los retos y oportunidades de 2020?

  • Frente a la violencia, la agresividad y el enfrentamiento: Ahimsa, la no violencia, no perjudicar, respetar, buscar puntos de encuentro.
  • Frente al peligro de caer en el victimismo: Samtosa, el contentamiento, sentirnos bien con lo que tenemos y lo que no tenemos, aceptar las circunstancias, sean las que sean, sin perturbarnos, manteniendo una visión positiva de los acontecimientos, porque detrás de todo “mal” se esconde un bien profundo.
  • Frente a los cambios y las dificultades: Isvara Pranidhana, la fe, la confianza en la vida, en nosotros mismos y en un principio superior que todo lo sustenta y armoniza.
  • Para aprovechar las oportunidades o iniciar nuevos proyectos: Kriya, la acción inteligente, y Viveka, el discernimiento.
  • Para sanar nuestro cuerpo físico y reducir el impacto de posibles somatizaciones: Asana, la práctica de posturas de yoga.
  • Para sanar nuestro cuerpo energético-emocional: Pranayama, la práctica de la regulación consciente de la respiración.
  • Para sanar nuestro cuerpo mental: Dharana, el centramiento, y Dhyana, la meditación.
  • Para fluir con las energías de la destrucción, necesaria para transformar y mejorar: Tapas, la disciplina de la purificación, vaciar, quemar, dejar atrás todo que aquello que nos “intoxica” física, mental y emocionalmente, y nos lastra.

Florbela Cristóvao, astróloga morbela@hotmail.com

Montse Ramírez, directora de Yoga Infinito Escuela de Yoga (antes Escola Yogavida) info@escuelayogainfinito.com