Luz de las Escrituras/ La meditación en OM – Māṇḍūkya Kārikā I.24

2015-05-26

Conoce el significado de OM, que simboliza tu personalidad, tu vida y el universo en los tres estados de experiencia cotidianos; medita sólo en OM, siguiendo el método que entra dentro de ti desde el fluir de una antigua tradición constantemente renovada. Así realizas la Verdad plena.

Om Azul

Hemos publicado ya Māṇḍūkya Upaniṣhad y estamos completando ahora el primer capítulo de Māṇḍūkya Kārikā, comentario en verso de Gauḍapāda, maestro del maestro de Śhaṅkarāchārya.

Traducción y comentario de David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu), maestro tradicional de Advaita Vedānta y Meditación Yoga. Para leer las partes anteriores: http://www.yogaenred.com/tag/david-rodrigo/   

 Māṇḍūkya Kārikā 24

ओङ्कारं पादशो विद्यात्पादा मात्रा न संशयः।

ओङ्कारं पादशो ज्ञात्वा न किंचिदपि चिन्तयेत्॥

oṅkāraṁ pādaśo vidyāt pādā mātrā na saṁśayaḥ |

oṅkāraṁ pādaśo jñātvā na kiṁ cid api cintayet ||

“OM debe conocerse estado de experiencia a estado de experiencia. Sin ninguna duda, los estados de experiencia son los sonidos [de OM].

Habiendo conocido los estados de experiencia de OM, no debe pensarse en nada más.”    

 Una vez que el discípulo ha entendido (conocimiento indirecto, teórico) la sílaba OM, que simboliza toda la realidad, en su propia personalidad, su vida y el universo, mediante el conocimiento de los distintos estados de experiencia cotidianos (vigilia, sueño y sueño profundo), aquel debe ahora meditar en el sonido OM constantemente y siguiendo el método que llega dentro de él/ella en el fluir de una antigua tradición constantemente renovada, en cada suspiro (exhalación-inhalación consciente), más nueva que lo nuevo, que planta la semilla de la consciencia elevada en la tierra fértil de tu alma pura. De ese modo, logra inmediatamente cuanto desea.

Śhakarāchārya: “Habiendo entendido de este modo OM, no debe pensarse en ningún otro objeto, visto ni no visto (mundano ni celestial), ya que quien conoce OM tiene todos sus deseos satisfechos.” = La realización (conocimiento directo) de la Verdad, el verdadero ser de uno mismo y el ser de todo lo que es: Consciencia pura, sin transformación ni acción, una, que se conoce a sí misma y es plena, satisfecha, feliz, libre, eterna.

La meditación en OM

OM = A, U, M

El sonido A = estado de experiencia de vigilia (jāgrat), donde se experimentan los objetos externos y materiales.

Sentado en posición de meditación, con la columna, el cuello y la cabeza en línea recta, el cuerpo relajado, la frente relajada.

Meditando en OM en silencio, recordando OM sin pronunciar externamente la sílaba sagrada, acompasando OM con la consciencia de tu respiración profunda, diafragmática, serena, armoniosa, extendida, sin interrupción, sutil, sintiendo el prāṇa (aire, fuerza vital) entrando equilibradamente por ambas fosas nasales (hay ejercicios de prāṇāyama para ello) y siguiendo el canal central de energía por tu columna vertebral (suṣhumnā-nādī) hasta su base en la inhalación (recordando OM) y de nuevo hacia arriba y como si el aire saliera por encima de tu cabeza con la exhalación (recordando OM); concentrándote en un punto en tu cuerpo sutil: la cueva de tu corazón, el tercer ojo o por encima de tu cabeza, etc.

En esa situación, la A del OM en el que meditas, simbolizando todo lo que toma forma material (percibible por los sentidos de la vista, el oído, el tacto, etc.), se diluye en la segunda letra de OM, la U, que juntas forman O.

 El sonido U = estado de experiencia de sueño (svapna), donde se experimentan los objetos internos y sutiles (tus impresiones mentales ´saṁskāras´), fruto de tu acción en vigilia, presente o pasado.

Meditando de ese modo en OM, U (tu consciencia de lo sutil) se diluye en M.

El tiempo utilizado en O de OM en tu meditación debe ser muy breve, aproximadamente una tercera parte del tiempo utilizado en sentir M, que se alarga.

El sonido M = estado de experiencia de sueño profundo (suṣhupti), donde no se experimenta nada, ni objetos externos ni internos, ni materiales ni sutiles. Es decir, donde se experimenta el vacío, la oscuridad y no la proyección de objetos, ni tampoco cesa la percepción, ya que se percibe la nada, que recordamos al despertar.

Meditando de ese modo en OM, alargando el sentimiento consciente y voluntario de M, con tu buddhi (consciencia individualizada) iluminado por una antigua tradición ´parampara´ (śhāstra ´escrituras´, maestro/a, divinidad), tocado por la gracia omnipresente, la vibración de M resuena en tu corazón elevándote dulcemente al Silencio, siempre que tú continúes con tu práctica ´abhyāsa´ de concentración y de dejarte llevar (vairāgya — no interés, no apego a los efectos fruto de cualquier acción) para reposar tu mente en tu ser, para que aquella se sumerja en su base de realidad, que es lo deseado siempre por todos (la felicidad, la verdad, lo permanente, la libertad) y continuamente buscado donde no jamás se halla: fuera = en los objetos externos e internos a tu mente.

Siente en tu meditación iluminada el Silencio pleno que desborda los límites de tu alma sumergiéndote en la realidad de plenitud absoluta tan cercana que sorprende.

Ahora sabes que eso es lo permanente en ti y fuera de ti, uno y lo mismo en todos los cuerpos, sin cuerpos, sin devenir, modificación ni operación (chitta-vṛtti en los Yoga Sūtras de Patañjali). Eso es tu ser. Eso es el Ser.

Quédate ahí.

Vuelve ahí, una y otra vez, constantemente, también con los ojos abiertos y haciendo con amor, atención y maestría de tu alma lo que tienes que hacer en tu quehacer cotidiano, en contemplación silenciosa, sin hacer ruido, sin molestar a nadie, iluminando en la vía sólo a quien quiera que le guíes.

Vuelve ahí hasta que la práctica se niegue a sí misma disolviendo al actor en el Ser sin acción.

Has hecho lo que hay que hacer. Has logrado lo que hay que lograr. Ya no te queda nada más por hacer ni por lograr. Ahora, disfruta de ser, sin vestiduras, sin nudos que asfixian tu corazón, sin ignorancia ´avidyā´ ni su creación: el sufrimiento, la limitación, la diferenciación, la acción, la experiencia dualista, la degeneración, la muerte.

Fin de la oscuridad en la Luz que brilla por sí misma sin lugar ni para aquella ni para lucecitas reflejadas en los escaparates del centro comercial (tu mente, las otras mentes en el universo).

Ommm

 

David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu). Maestro tradicional de Advaita Vedānta y Meditación Yoga

Luz de las Escrituras – Escuela de Vedanta y Meditación. http://luzdelasescrituras.wix.com/escueladevedanta

 

Formación:

Escrituras de Advaita Vedānta y Sāṅkhya-Yoga

Estudio, práctica y experiencia de las escrituras originales completas desde la propia tradición oral: Sāṅkhya Kārikā, Yoga Sūtras, Viveka Chūḍāmaṇi, Bhagavad Guītā, Upaniṣhads y Brahma Sūtras.

Mokṣha Śhāstra – Ciencia de Liberación: Establecerse en la plenitud de uno mismo y de la realidad

Yoga Shala Alcobendas, Madrid

También semi-presencial y on-line

Información: www.ashtanga-yoga-alcobendas.es

Contacto: annayogashala@gmail.com

Presentación de David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu)

Se entregó completamente a la realización de su verdadero ser y de la verdad desde que en 2008 se fue a Rishikesh, Himalaya, India y dio con su Maestro, Dravidāchārya Rāmakṛiṣṇan Swāmījī (Shastra Nethralaya Ashram, tradición Advaita Vedānta de Śhaṅkarāchārya).

Durante seis intensos años de auto-transformación estudió, contempló, aplicó y experimentó con el Maestro, en una relación personal y diaria, la sabiduría experiencial y liberadora de las grandes escrituras completas y originales de las escuelas clásicas de espiritualidad y filosofía en India (ṣhaḍ-darśhana) y sánscrito:

  •  Advaita Vedānta
  • Prasthāna Trayī ´Triple Canon´ con el comentario de Śhankarāchārya: Bhagavad Guītā, principales Upaniṣhads y Brahma Sūtras. Éste último con Bhāmatī, el subcomentario de Vāchaspati Miśhra.
  • Advaita Siddhi, de Madhusūdana Sarasvatī, parte del Bṛhat Prasthāna Trayī ´Gran Triple Canon´.
  • Prakaraṇa granthas (textos secundarios) como Viveka Chūḍāmaṇi, de Śhankarāchārya; Pañchadaśhī, de Vidyāraṇya Muni; Vedānta Paribhāsā, de Dharmarāja Adhvarīndra; Siddhānta-leśha-saṅgraha, de Appayya Dīkṣhita; Dakṣhiṇāmūrti-stotra ´Himno a Dakṣhiṇāmūrti´; Pañcīkaraṇa; Tattva-boddha; Ātma-jñāna-upadeśha.
  • Yoga Sūtras de Patañjali.
  • Sāṅkhya Kārikā de Īśhvara Kṛṣhṇa.
  • El resto de las escuelas clásicas (astika darśhana): Artha-saṅgraha (Pūrva Mīmāṁsā); Tarka-saṅgraha (Nyāya-Vaiśheṣhika).
  • Gramática del sánscrito (vyākaraṇa): Laghu-siddhānta-kaumudī, de Varadarāja (simplificación del Aṣṭādhyāyi de Pāṇini).

Recibió además técnicas de meditación y su consciencia en la Tradición de Yoga Meditación del Himalaya con Swāmī Veda Bhāratī (Swami Rama Sadhaka Grama Ashram, Rishikesh). Aquí empezó a transmitir el conocimiento, la práctica y la experiencia de las escrituras y la meditación. Allí coordinó también Dhyana Gurukulam, una escuela tradicional de meditación.

En 2014 la vida le trajo de nuevo a España, donde continúa haciendo disponible la sabiduría, la práctica y la experiencia de estas escrituras universales que vienen de y te conducen a samādhi – la plenitud absoluta de tu propio ser (Consciencia pura), sin vestiduras ni conversiones a lo que no eres.