Yoga online dinámico y energético para los niños

2020-03-26

Muchos padres practicantes de yoga intentan que sus hijos practiquen en casa con ellos, pero se desesperan al ver que los pequeños no lo hacen. Y es que los niños necesitan variedad, cambiar continuamente de postura, hacerlas rápido, necesitan que sea divertido. Escribe Olga Jiménez.

Hay un gran problema en este planteamiento, desde mi punto de vista. Los niños y los adultos no deben practicar igual, no tienen el mismo cuerpo, las mismas necesidades. ¿Nos imaginamos ir a un parque con ellos y tirarnos por los toboganes? Bueno, yo confieso que cuando mi hija era chiquitina lo solía hacer y recibía algunas miradas de reproche de los padres. No, no hacemos las mismas cosas porque no tenemos las mismas necesidades.

Los niños necesitan variedad, cambiar continuamente de postura, hacerlas rápido; necesitan que sea divertido. Generalmente nuestra práctica no cumple sus requisitos, por eso se aburren y lo dejan enseguida.

He tenido el privilegio de asistir a las clases de los domingos en el Instituto de Pune en India, el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute, durante muchos veranos. Allí cientos de niños se unen en la sala, que vista desde fuera parece una piara de pollitos. Pero hay un orden, mucho movimiento y continua actividad. Los niños salen recargados de energía.

Al principio con mi mente de Yoga Iyengar, calculadora y metódica, trataba de entender las series, el orden de las posturas. Al cabo de un tiempo descubrí que la magia, el secreto, está en el desorden, en que no sepan nunca lo que va a ocurrir, en que podamos empezar un día la sesión por el final y terminar por el principio. Tuve que borrar todo lo que me servía en mi práctica como adulta para entrar en su mundo, y me sentí como Alicia cuando se hizo muy pequeñita y se adentró en el país de las maravillas.

Una necesidad hoy

En estos tiempos en los que los adultos necesitamos parar y meditar más que nunca, también hemos pensado que es una necesidad en los niños. Los niños se están desarrollando y lo que su cuerpo y su mente necesita, desde mi punto de vista, son posiciones correctas, deben estirarse correctamente, deben fortalecer sus músculos, lo que refuerza su autoestima y les revitaliza.

Comencé a dar clases para niños cuando mi hija cumplió 5 años, y lo propuse como actividad extraescolar en su colegio. Resultó un éxito, realizamos varias demostraciones de fin de curso, incluyendo una obra de teatro. Desde entonces las clases han seguido todos los años en diferente sitios.

Este año mi hija cumplirá 18 años y ahora ella se coloca delante de los niños para que copien sus posturas. Todo este tiempo me ha permitido ir comprendiendo su psicología, sus impulsos, les gusta que se les mires, que se aprecien sus movimientos, necesitan ser motivados continuamente.

Necesitan también sentir la energía del profesor. Es por todo esto que esta enseñanza es más exigente que la enseñanza en adultos; si un día estas un poco flojo a floja como profesor, los adultos apenas lo perciben, pero si llegas con poca energía a dar una clase de niños, ese día te comen con patatas y no te harán ni caso en las instrucciones. Ellos son muy sensibles, son cambiantes, siempre diferentes, por eso como profesores debemos hacernos flexibles y entender que jamás habrá dos clases iguales.

Ellos son pequeños superhéroes

Pero me apasionan los niños; su capacidad de aprendizaje es prodigiosa. Yo les suelo decirles que son superhéroes y realmente lo son. Os pondré un par de ejemplos de sus poderes.

Suelo enseñar a los mayores Sirsasana (el pino) colgados en cuerdas, lo que ellos llaman el murciélago. Los adultos necesitan varias semanas para conseguir hacerlo solos, algunos no llegan a conseguirlo nunca. Los niños lo aprenden en unos 10 segundos y lo suelen hacer solos al entrar en la sala de yoga sin que yo les diga nada. Llegan y se lanzan a las cuerdas.

Durante las semanas que organizo de campamentos de verano, les llamamos “Campamentos de yoga y naturaleza”. Los niños se aprenden en cinco días todos los nombres en sánscrito de las posturas que ejecutamos durante la semana, y no las he contado pero es fácil que sean más de 40 posturas. Los adultos pasan años viniendo a clase y no aprenden sus nombres.

Clases en Youtube

Los viernes en nuestra escuela de Aravaca los niños tienen su clase. Ahora todo está parado, pero las nuevas tecnologías están permitiendo que sigan la práctica en sus casas. He creado un canal de YouTube con mi nombre, Olga Jiménez Suárez, y ayer la clase tuvo en un día 200 descargas. Así que no sólo no nos hemos quedado sin clase sino que nuestro grupo de niños ha aumentado muchísimo.

Si tenéis niños pequeños entre 6 y 14 años os recomiendo que les pongáis las sesiones. Si son más pequeños dejadles probar si están motivados, y si son mayores y se animan, decidles que tengan paciencia, especialmente si su cuerpo está ya muy rígido, que no se desesperen pues algunas posturas no son sencillas.

En el mismo canal hay colgados dos vídeos cortos con explicaciones previas que recomiendo que veáis antes de la primera sesión. Una de las grabaciones es de nuestra alumna Paula Miret, campeona del mundo de Muai Thay que suele venir a las clases de niños a ayudarles y que se ha encariñado mucho con ellos.

Por mi parte, motivada por esta magnífica respuesta, voy a ir grabando series distintas para que estos días se les haga más llevadero el encierro en casa. He colgado además un par de artículos en mi blog que pueden ser útiles a padres y a niños en esta cuarentena. Os deseo mucho ánimo a todos.

Olga Jiménez directora de la Escuela Luz sobre el Yoga en Aravaca

https://yogaiyengararavaca.wixsite.com/valdemarin

Canal You Tube: https://www.youtube.com/channel/UCRb3kfKEue0B7_kEvf3GEgg