Yo quiero ser profesor de yoga (2ª parte)

2019-09-13

Si me dices que llevas dos meses haciendo yoga y que has tenido una revelación y que te quieres dedicar a esto, quizás podría ser de interés que hagas antes seminarios intensivos de diversa índole para que experimentes las variadas y diferentes opciones que te ofrece el maravilloso mundo del yoga. Así continúa el artículo de José Manuel Vázquez publicado el pasado lunes.

Te sorprenderá y a la par ampliarás tu horizonte hasta límites insospechados. Habrá maneras de entender el yoga que te gustarán más que otras. Aprenderás un montón antes de comprometerte con una formación más larga. De verdad, si ya flipas con el yoga, te prometo que todavía no has visto nada.

Y si ya tienes una formación de yoga “made in Spain”, ¿por qué no irte a India a hacer otra más específica y conocer la cuna original del auténtico yoga para occidentales? La práctica totalidad son en inglés, pero si no hablas idiomas no importa. Cuando respiras profunda e intensamente el ambiente de un ashram, te levantas antes de que salga el sol y compartes con tus compañeros karma yoguis de todo el mundo las tareas de limpieza, las palabras dejan de ser un problema. Además, las hay bilingües y el google translate hace milagros en cuestiones metafísicas. Las hay incluso de tres semanas. Ahorra y vete a India, anda; la experiencia lo merece.

Si tu caso es que llevas unos años practicando con tu profesor y estás encantado/a, no le des más vueltas y fórmate con él/ella. Tienes garantizada la comunicación y el aprovechamiento del curso. Si él/ella no da formación, puedes ir a la escuela donde se formó. Si hace muchos años de eso y la escuela ya no existe o es muy cara, o está muy lejos, o su maestro/a ya murió (si, aunque parezca mentira, los yoguis también morimos), siempre puedes encontrar algo que tengas cerca de casa y que te venga bien con tus horarios. Déjate de excusas, valora lo que tienes y lo que la vida te ofrece. Adquiere las bases y luego siempre tienes tiempo de complementar tu formación con otros cursos y seminarios si te apetece. Póntelo fácil, que la vida ya es complicada de por sí. Fluye con las opciones que tienes a tu alcance, pero decídete de una vez, que creo que le das demasiadas vueltas a las cosas y al final no haces nada, sólo ver series. Te recuerdo que los años no pasan en balde.

También puede ser que te pase lo contrario y tengas cierta urgencia, seas un poco ansioso (por qué no reconocerlo, aunque hagas yoga), que lo quieras todo ya y no puedas esperar a que el universo te desvele sus secretos. En este caso, aunque a los demás les pueda parecer raro, puedes hacer varias formaciones al mismo tiempo. Sinceramente, es la mejor manera de volverte loco y volver loco a tus profesores y compañeros. Pero ya sabes, de la locura a la genialidad hay un paso y tú vas de camino. Acabarás haciendo preguntas que no vienen al caso y en la formación que no corresponde, pidiendo que te aclaren conceptos de otros y cuestionándolo todo. Te convertirás en un proscrito allí donde vayas. La experiencia es muy reveladora pero no te la recomiendo excepto que te vaya la marcha, estés pasando por un buen momento y tengas una personalidad a prueba de escarnios y mal decires, entonces sí. Tú mismo.

Algunos supuestos más

Si tu caso es el de un profesor que lleva mucho tiempo en activo y tienes tu propia forma de vivir y enseñar el yoga pero crees que estás estancado/a o aburrido/a de ti y/o de tus alumnos, o notas que te falta algo y por ello decides reciclarte y renovar tus conocimientos, entonces, podría sugerirte que encuentres alguna especialidad que sea de tu interés y te apuntes. Eso sí, contempla la posibilidad de que, según tu criterio formado, no te interese o no estés de acuerdo con lo que te cuenten o la manera de impartir el curso. Llegado el caso es mejor aceptar que como alumno eres “difícil” (dejémoslo ahí) y que posiblemente te hayas equivocado de formación. Vete, deja de dar la murga e inténtalo de nuevo en otro lugar o en otro tiempo. Por todos es sabido que los yoguis experimentados atravesamos dimensiones de manera desapegada y ligera. Los demás no van a ser el problema. Tú a lo tuyo.

También cabe la posibilidad de que quieras hacer una formación como apoyo al desarrollo personal que llevas trabajándote desde hace años con tanto sacrificio. Si es así, prepárate para la que te espera; tu grado de conciencia te hará tener pesadillas. No creerás lo que verán tus ojos. Antes de elegir tu opción formativa nadarás en un océano de dudas, lo sé, pero por favor, no tengas prisa, elige bien. Infórmate antes, asiste a alguna clase, entrevístate con el formador, consulta todas tus dudas e inquietudes, escucha lo que tiene que ofrecerte, tómate tu tiempo. Si te lo han recomendado y te fías del criterio de quien te lo ha recomendado, estupendo; si no, piénsatelo dos veces. Si te sientes escuchado y lo que te cuentan te encaja, posiblemente hayas encontrado, por fin, un lugar donde poder sentirte, aprender y compartir conocimiento. De ser así, no dejes escapar la oportunidad. De lo contrario, quédate en casa y cómprate un buen libro de yoga, si es que no lo has hecho ya, a ser posible gordo y de letra pequeña. Un buen libro nunca defrauda. Te lo digo yo.

Se me ocurre, que si por lo que sea, te gusta lo esotérico y lo extraordinario, una formación de corte tántrico y energético, la más tradicional, iniciática y misteriosa que encuentres, te puede ir como anillo mágico al dedo. Superarás pruebas, tendrás contacto con maestros de otros planos y lo del maithuna sagrado seguro que te saca de la rutina. Ser uno de los elegidos no tiene porque ser un rollo y lo puedes celebrar en compañía de otros/as como tú. Además, ¿quién quiere comprometerse con un alma gemela cuando puede no comprometerse con varias? No podrás comentarlo mucho, pero al menos tu grupo más íntimo podrá saberlo y disfrutará en exclusiva con una pequeña demostración de tu “magia”. Lo mejor de todo es que las experiencias espirituales, místicas, extrasensoriales o como quieras llamarlas te cambiarán la vida definitivamente. Después de haber conocido el prodigioso y portentoso universo de los chacras podrás decir, sin lugar a dudas, que ha habido un antes y un después en tu vida.

También es posible que tengas lesiones varias producto de vivir (así como suena, de vivir), del sobre esfuerzo diario, de algún percance, de horas infinitas de pie, de estar sentado delante del ordenador o incluso de alguna práctica de yoga lesiva repetitiva. En cualquier caso, como quieres hacer las cosas bien de una vez por todas, la opción de meterte a una formación parece ser buena idea. Pero, claro, como estás hecho un ecce homo, ¿dónde vas? Como que no te ves ni capaz, ni haciendo el ridículo junto a otros súperyoguis sanos; es normal que no sepas dónde acudir. La verdad es que si das con la opción equivocada, te sentirás peor de lo que has entrado; así que con calma. Recuerda que el yoga terapéutico no es una fisioterapia encubierta sino un sistema de conocimiento práctico que puede ayudarte a tomar conciencia de la manera en la que vives, te vives y practicas yoga. Eso sí, te tiene que apetecer embarcarte en un proceso reflexivo de estas características; y, seamos sinceros, a veces no tenemos muchas ganas ni fuerza. Pero no desistas, encontraremos juntos la formación más integradora y respetuosa que exista. No te hagas más daño, no añadas más dolor al dolor. Tu crees que necesitas el yoga pero sientes que no eres merecedor de sus dones, pero yo te digo, compañero/a, que el yoga te necesita a ti más de lo que tú te crees (y no es coña).

Busca, encuentra… y prueba

Bueno, hasta aquí este recorrido ilustrado con algunas opciones producto de la fantasía. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, que nadie se sienta ofendido. Mi intención ha sido reflexionar en voz alta sobre la situación actual de las formaciones sin hacer drama de ello. Los yoguis nos ponemos a veces un poquito intensos y reírnos de nosotros mismos nos viene muy bien. Si te has sentido identificado, primero, que sepas que no estás solo, y segundo, háztelo mirar (yo lo hago a diario).

De todas formas quédate con esta idea: tanto si eres muy religioso, intelectual agnóstico, campeón del aerobic o un ser humano normal y corriente, hay tanta oferta formativa que seguro que encuentras algo que se adapta a tus necesidades. Tenemos la suerte de poder elegir. Además es voluntario, si no te gusta te vas. Si sabes lo que no quieres, tienes la oportunidad de encaminar tus pasos en otra dirección. No todas las formaciones son para todo el mundo ni nos sirven siempre. Si no lo tienes muy claro, abónala mes a mes, que luego la inmensa mayoría de escuelas no te devuelven el dinero. Encuentra, prueba y si encuentras una formación que te gusta de verdad, invierte en ella sin dudarlo.

Otra cosa que considero importante es que seas muy honesto/a en cuanto a la motivación real que te mueve a hacerla. Sé fiel a esa motivación aunque sea cuestionable. Es fundamental que tu proyecto formativo esté conectado con una necesidad real si quieres culminarlo con éxito.

Y recuerda: pagar una formación (certificada o no, pública o privada, aquí o allá, etc.) no te garantiza nada, y a tus futuros alumnos tampoco. Una cosa es comprar y otra obtener un diploma. La diferencia estriba en el tiempo, el esfuerzo, las ganas y el interés que has puesto en ello. Sin humildad ni cuestionamiento personal, sin respeto y amor por el conocimiento, a efectos prácticos, como diría el inolvidable Chiquito de la Calzada, “tú no tienes un diploma, tienes una etiqueta de anís El Mono”, papel mojado.

 

José Manuel Vázquez preside la Asociación Shiva-Shakti de Yoga Integral. Es profesor y formador de profesores certificado por la Yoga Alliance. Desde 2001 dirige su propia escuela de yoga, Yoga Orgánico, donde dirige una formación de profesores. Es autor de Los valores terapéuticos del yoga y de Manual de yoga para occidentales (ambos en Alianza Editorial).

Comienzo de la Formación en Madrid: 5 de octubre 2019. Ver AQUÍ.

Próximas actividades:

–Charla-coloquio en León el 13 de septiembre a las 20:30: «Los valores terapéuticos del yoga» en la librería café Sputnik, c/ Legión VII.
–Taller en León el 14 de septiembre: «La salud y la enfermedad en el contexto del Yoga terapéutico». Asociación Mundo Wellness. C / La Rúa 33, 1o C
–Charla-coloquio en Málaga el 7 de septiembre a las 19:00 «Los valores terapéuticos del yoga» en librería Luces (C/ Alameda Principal, 37, Calle Trinidad Grund, 30
–Taller en Málaga el 28 de septiembre. «Los chacras desde una perspectiva terapéutica».Freehome Art & Yoga Center. Avda.Juan Sebastián Elcano 36. Pedregalejo
Información: T 627 007 121 – 91 310 51 81 . Mirar por fechas en la Agenda de YogaenRed para ver más detalles.