Asanas son mucho más que posturas

2019-02-25

Aunque para entendernos y de forma sencilla el término ásana sea traducido como postura, la realidad queda bastante lejos de esta simplificación. Haré referencia a dos grandes textos, para mí claves si queremos entender la profundidad del yoga: Luz sobre el Yoga y Luz sobre la vida, de B. K. S. Iyengar. Escribe Olga Jiménez.

 

El primero, de aspecto más técnico, nos dará las claves para una correcta ejecución de ásanas, Ahí encontramos un dato importante. El libro recoge un apartado de advertencias y precauciones. Precaución: «no debe existir tensión alguna en los músculos faciales ni tampoco en los oídos, ojos y respiración durante la práctica».

Esto nos da una primera pista de que no nos encontramos ante meras posturas, colocaciones del cuerpo. Podemos intuir que el estado mental es clave en su ejecución. Un parámetro más en este libro que muchas veces pasa desapercibido es contemplar las fotos con la observación del rostro, la expresión de los ojos y lo que trasmiten.

Luz sobre la vida nos amplía estas claves de comprensión dedicando un capítulo completo a la estabilidad del cuerpo físico (asana): «El yogui sabe que el cuerpo físico no sólo es el templo del alma sino el medio para embarcarnos en el viaje interior hacia el núcleo, hacia lo más profundo del ser. Sólo ocupándonos del cuerpo físico en primer lugar podemos estar seguros de realizar nuestras vidas espirituales. Si una persona alberga la aspiración de experimentar lo divino pero su cuerpo es demasiado débil para soportar la carga, ¿de qué servirán sus aspiraciones y ambiciones? (…) Empezamos a nivel del cuerpo físico, el aspecto de nosotros más concreto y accesible. Ahí es donde la práctica de yogasanas y pranayama nos permite llegar a comprender la mente y alcanzar el alma».

Enseñar desde el ejemplo

 El Maestro Iyengar se esforzó con su ejemplo, con su enseñanza y con sus múltiples libros en que entendiéramos el yoga como un proceso con numerosas etapas interconectadas, etapas de desarrollo humano. Fue un magnífico demostrador con su propio cuerpo y dejó el legado de sus fotos y vídeos. Para los menos estudiosos estas imágenes les llevan a una idea equivocada de un yoga físico. Pero si estudiamos sus textos y su ejemplo de vida podemos afirmar que era un auténtico bakta, un devoto.  Partió del cuerpo, un cuerpo enfermo, para llegar a la cumbre de la espiritualidad. Este camino recorrido le llevó a empujarnos en la senda correcta, enseñándonos a no cometer errores ni a desviarnos. La palabra Guru se traduce como «el que nos conduce de la oscuridad a la luz». El jamás se denominó así mismo con este término; fueron sus cientos de alumnos los que se dirigían a él cariñosamente como Guruji (querido Guru)

Por ello aquel que desee caminar en esta difícil senda debe buscar siempre referencias correctas y escapar del camino fácil. Él mencionaba en muchas ocasiones la palabra «sudor», refiriéndose no sólo al sudor físico sino a la determinación y el ardor para ir eliminando nuestras impurezas. Estas son fácilmente detectables con la práctica de asanas ya que se expresan en rigidez, de ahí que a muchas personas en un principio les asuste la práctica. “La rigidez tiene su origen en la impureza, en las toxinas acumuladas, tanto en el sentido físico como mental”. Tendremos que enfrentarnos a ellas con sensibilidad, determinación, acción y secuencias correctas y siempre teniendo presente en el trabajo nuestro amor al cuerpo, cuidando de no producirle lesiones. Él empleaba en muchas ocasiones la palabra “ahimsa”, no violencia, para referirse a este trabajo, pero le daba una interpretación doble: es violencia pasarse de acción cuando una articulación no está preparada, pero también es violencia descuidarla y no colocarla en el lugar correcto.  

La «mala y buena leche»

Hace unos día leía el ameno artículo de Víctor Medina hablando del profesor de yoga Iyengar; se refería a él como el profesor con “mala leche” y claramente ha descubierto esta esencia del buen profesor que no nos deja cometer errores ni descuidarnos en nuestro aprendizaje. Un extremo de violencia sería profesor de “mal carácter” y el otro extremo también de violencia sería lo que denominaba en su artículo el profesor “leche merengada”. Entre ambos extremos debemos encontrar un equilibrio, sabiendo que finalmente el mejor profesor será muestra guía interior, cuando seamos capaces de realizar nuestra propia práctica de forma autónoma.

Asanas es una de las ocho etapas de la vía del yoga. En una de las últimas entrevistas concedidas por el Maestro Iyengar señalaba que en el cumplimiento correcto de una de las etapas el ser humano puede alcanzar la plenitud en yoga. Hacía referencia a ahimsa, la no violencia, empleada por Gandhi para liberar la India, como ejemplo del poder de aplicar una sola de las etapas del yoga. En asanas resumía y aplicaba el conjunto de etapas. Los yamas y niyamas que deben cumplirse en la postura correcta: “veracidad”, “no violencia”, “no ser codicioso”, “el autocontrol”. En asanas está implícita la “limpieza de cuerpo y mente”, “el contento”, “el esfuerzo constante”, “el estudio de uno mismo” y finalmente “la entrega a la divinidad” como forma más elevada de expresar la postura. Con estos aspectos podemos entender que una ejecución vanidosa y con el mero propósito de lucimiento queda muy lejos del camino del yoga. Pero él mismo en su práctica abarcó pranayama, “técnicas respiratorias”, como forma de aquietar la mente; dharana, “control de los sentidos”; dhiana, “estado de completa absorción”, lo que ahora se puede confundir con el término tan difundido de meditación; y finalmente samadhi, “estado de plena conciencia”. Este viaje nos muestra así el recorrido completo de Asthanga yoga, el yoga de los ocho pétalos, como él denominaba para hacernos entender que todos son igual de importantes en la vía.

Olga Jimenez es profesora y fundadora de la Escuela Profesional de yoga “Luz sobre el yoga», en Aravaca (Madrid). Esta escuela presenta una nueva propuesta para dar a conocer el sistema Iyengar: clases gratuitas los domingos. Si estás interesado en participar no dudes en escribir: julio_gallego@hotmail.com. El curso programado para el 24 de marzo está completo, pero realizaremos más según demanda.

Más información en: www.yogaiyengararavaca.wixsite.com/valdemarin