Manifiesto de la Comunidad Budista Arya Marga Sangha ante el genocidio y la ocupación en Palestina

2025-09-01

La abominable agresión contra el pueblo palestino nos implica a todos e implica al yoga. Apoyamos este ‘Manifiesto’ que nos remite Alejandro Torrealba, redactado por Comunidad Budista Arya Marga Sangha.

Manifiesto de la Comunidad Budista Arya Marga Sangha ante el Genocidio y la Ocupación en Palestina

Como comunidad budista comprometida con el camino de la compasión y la sabiduría, conscientes de la interdependencia de todos los seres y del principio inviolable de no dañar, alzamos nuestra voz con firmeza y decimos:

1. Toda vida es sagrada. La masacre sistemática de la población palestina —incluyendo bebés, niños, mujeres y ancianos—, la destrucción de hospitales, escuelas y viviendas, así como el bloqueo deliberado de agua, alimentos, electricidad y medicinas, son crímenes atroces contra la humanidad, contrarios al Dharma y a toda ética universal.

2. Lo que ocurre en Gaza y Cisjordania no es un “conflicto bélico”: es un proceso de colonización violenta y limpieza étnica que constituye un genocidio en curso, reconocido como tal a la luz de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948. Callar, negar o relativizar estos hechos es participar de la complicidad.

3. Condenamos sin reservas la situación en Palestina. Hacemos un llamamiento al fin inmediato de la colonización ilegal, del apartheid y del sistema de opresión que niega a un pueblo entero sus derechos fundamentales.

4. Apelamos a la conciencia de los líderes y de los pueblos para el cumplimiento inmediato y sin excusas de todas las resoluciones de Naciones Unidas sobre Palestina.

  • Demandamos respeto estricto al Derecho Internacional, al Derecho Internacional Humanitario y a la Cuarta Convención de Ginebra.
  • Respaldamos la labor del Tribunal Penal Internacional (TPI) para investigar y enjuiciar crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio, sin excepciones ni impunidad.

5. Justicia y reparación. No habrá paz sin el reconocimiento pleno de los derechos del pueblo palestino, sin procesos efectivos de reparación histórica, restitución de tierras y justicia transicional.

6. La compasión no es neutralidad. Frente al genocidio no cabe equidistancia ni indiferencia: estamos al lado de quienes son masacrados, despojados y humillados. La verdadera compasión exige denuncia, acción y solidaridad.

7. Interdependencia. La seguridad de un pueblo jamás se puede erigir sobre la destrucción sistemática de otro. La paz no nacerá de la ocupación ni del exterminio.

8. Demandamos, desde la compasión y el respeto a la vida, un alto el fuego inmediato y permanente, la apertura total y sin restricciones de corredores humanitarios, la liberación de rehenes y prisioneros, y el fin de toda ocupación y bloqueo.

9. Cuidar la mente y el corazón. Aun en medio de la indignación, afirmamos la práctica de mettā (amor benevolente) y tong-len (tomar y dar), extendida a todas las personas –incluyendo a quienes perpetran crímenes–, reconociendo la ignorancia y el odio que los arrastra. La compasión no nos paraliza: nos impulsa a la denuncia y a la acción ética.

10. Memoria y prevención. Recordamos que el Buda intervino para detener guerras y nos legó el mandato de proteger la vida, la paz, la justicia y cortar la cadena de violencia antes de que destruya generaciones enteras. Hoy ese mandato es urgente.

Denunciamos con claridad: en Gaza y en Cisjordania se cometen crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio. La ocupación y el apartheid deben cesar.

Que todos los pueblos –en Palestina, Israel y en todo el mundo– estén libres del sufrimiento y de las causas del sufrimiento.

Dharma Acharya Alejandro Torrealba
Las Palmas de Gran Canaria a 26 de agosto de 2025