Mudras para la vida moderna: gestos sencillos para equilibrarnos

2025-12-17

Los mudras han acompañado prácticas de meditación y yoga durante siglos. Su belleza radica en su simplicidad: un gesto de manos capaz de influir en la respiración, la postura y el estado emocional. Aquí te sugerimos ideas para llevar sus beneficios a la vida moderna cotidiana. Escribe Zahara Noguera.

mudras

Foto de Polina

Desde una mirada contemporánea podríamos decir que los mudras funcionan como interruptores somáticos: señales que el cuerpo envía al sistema nervioso para cambiar de frecuencia. De “alerta” a “presencia”, de “tensión” a “soltura”. A veces basta con unir dos dedos para recordar que estamos aquí, ahora.

Vivimos en un tiempo en el que la velocidad parece marcar la pauta de casi todo. Nos desplazamos con prisa, trabajamos enlazando una tarea con otra y rara vez nos detenemos a sentir cómo estamos realmente. En medio de ese ritmo acelerado, los mudras, esos pequeños gestos de las manos que canalizan la energía y armonizan cuerpo y mente,  pueden convertirse en un recurso accesible, silencioso y sorprendentemente eficaz.

No requieren esterilla, ni ropa especial, ni mucho tiempo. Y, sin embargo, pueden ayudarnos a reconectar con nosotros mismos. Este artículo proponemos 4 mudras especialmente útiles para quienes quieren cultivar bienestar en días cargados, adaptados a momentos cotidianos: en el transporte público, en la oficina o antes de dormir.

¿Por qué funcionan los mudras en el estrés urbano?

Tradicionalmente, los mudras han sido utilizados en yoga, meditación y prácticas espirituales para activar circuitos energéticos y apoyar estados mentales concretos. Su poder reside en la relación entre los dedos, los elementos de la naturaleza y el sistema nervioso.

Cuando unimos dos dedos, generamos un “circuito” que dirige la atención hacia una cualidad interior. Además, la posición de las manos envía señales al cerebro que influyen en la respiración, la postura y la regulación emocional. Por eso, incluso unos minutos sosteniendo un mudra pueden producir cambios perceptibles.

Atención: es fundamental que se realice el mudra en un estado profundo de concentración y silencio.

1. Mukula Mudra: descargar tensión

Ideal para: momentos de saturación mental, tensión corporal o cansancio del día.

Cómo hacerlo:
Une las puntas de todos los dedos y apóyalas suavemente en una zona del cuerpo que necesite alivio: sienes, abdomen, pecho o cuello. Respira con suavidad.

A qué ayuda:
Este mudra concentra la energía en un punto y ayuda a liberar bloqueos físicos y mentales. Puede practicarse en la silla del trabajo o durante un descanso breve.

2. Uttarabodhi Mudra: claridad y determinación

Ideal para: tomar decisiones, aclarar ideas, reuniones importantes o momentos de falta de dirección.

Cómo hacerlo:
Entrelaza todas las manos salvo los índices, que se tocan y apuntan hacia arriba. Los pulgares se tocan y apuntan hacia abajo.

A qué ayuda:
Tradicionalmente se asocia a la intuición y la inspiración. Sostenerlo durante dos o tres minutos antes de una conversación o tarea relevante puede aportar enfoque.

3. Pran Mudra: un impulso de energía vital

Ideal para: bajones energéticos, desmotivación, sensación de “estar apagado”.

Cómo hacerlo:
Toca las puntas del pulgar, anular y meñique. Mantén los otros dedos extendidos.

A qué ayuda:
Conocido como “el mudra de la vida”, estimula la fuerza vital (prana) y puede ayudarte a sentirte más despierto. Perfecto para media mañana o después de comer.

4. Mudra de las articulaciones: para quienes pasan horas al ordenador

Ideal para: rigidez en manos, muñecas, hombros o cuello.

Cómo hacerlo:
Coloca los dedos de ambas manos entrelazados y presiona suavemente, sin fuerza excesiva. Respira amplio.

A qué ayuda:
Favorece la movilidad y la relajación articular, aliviando tensiones acumuladas por posturas mantenidas.

Práctica breve para días agitados

  1. Siéntate o ponte de pie con la espalda larga.
  2. Elige un mudra según lo que necesites.
  3. Concéntrate y respira 10–12 veces sin intentar cambiar nada.
  4. Observa el efecto.
  5. Continúa con tu día.

A veces, basta con un gesto sencillo para recordar que aún en el caos hay un espacio de calma disponible.

Zahara Noguera es especialista en desarrollo personal, compromiso social y espiritualidad, acompañando a personas en su crecimiento integral y conexión con su propósito. Su trabajo integra conciencia y acción para transformar vidas y comunidades. @z_noguere.