El Shiva-lingam, símbolo que te indica cómo conocerlo todo, directamente, sin límites, en uno mismo: la manifestación, lo no manifestado y el Ser. Entiéndelo, medítalo, ámalo, realízalo. Shiva-Shakti, la primera transmisión del yoga, disciplina y conocimiento eternos. Escribe David Rodrigo.
El Shiva-lingam (ver foto), símbolo que te indica cómo conocerlo todo, directamente, sin límites, en uno mismo: la manifestación, lo no manifestado y el Ser.
La columna vertical, erguida, erecta, es Shiva, el Ser: la Existencia, la Consciencia mismas, sin límites, el Amado, el objetivo supremo.
Como un falo, Shiva penetra y es acogido por la base ondulada del Shiva-lingam, serpenteante, que se mueve sinuosa y atractiva, con la unión. Esta es Shakti, la Diosa, la Naturaleza misma, no manifestada y manifestada, el poder creador.
La Diosa es el poder de crear la manifestación entera, hecha de ella misma. Y ese poder se mueve con la unión amorosa con Shiva (la Existencia y la Consciencia mismas).
La Diosa
La Naturaleza, la Diosa, está hecha de tres cualidades primarias ‘gunas’:
– Sattva: lo bueno, lo que da felicidad, claridad, paz. Lo que tiene como resultado la pureza, el conocimiento, la independencia.
– Rajas: apego, acción necesitada, angustia, dolor, dependencia.
–Tamas: oscuridad, inercia, apatía, estancamiento, vicio.
Antes de crear, las tres cualidades de la Diosa están quietas, latentes. Es lo no manifestado. Solo en su unión amorosa con Shiva (la Existencia, la Consciencia mismas) cobran vida y se mueven. El movimiento de las tres cualidades de la Diosa es la creación entera, todos los universos en los tres tiempos –pasado, presente y futuro–, tanto lo material como lo sutil.
Todo lo creado, lo que nace, las personas, etc., es una combinación particular de las mismas tres cualidades de la Naturaleza, de la Diosa. Y esa manifestación diferenciada de la Diosa en cada entidad creada –animada e inanimada–es modificable. De modo que cada criatura, cada situación, objeto, pensamiento, sentimiento, experiencia, etc. es más sáttvico, rajásico o tamásico. Y esa combinación particular de las tres cualidades naturales se transforma a voluntad consciente y esforzada de cada individuo, no es fija ni estática ni dependiente del humor de la Diosa.
El universo entero es la Diosa misma, encarnada en infinidad de objetos diferentes.
El mundo material es el cuerpo de la Diosa. El mudo sutil (energías, pensamientos, emociones…) es el cuerpo sutil (la mente) de la Diosa.
Tu cuerpo y tu mente, seas quien seas, es una expresión de la Diosa, como todos los seres, objetos y situaciones que ves, reflejas, con los que interactúas y experimentas.
La finalidad de la disciplina espiritual es incrementar en ti la cualidad sáttvica de la Diosa, de tu naturaleza. Esto es la autotransformación para tener una naturaleza individual más luminosa, pura, en paz y libre. A una persona así, se le revela el Shiva-lingam, su significado.
Con su propio movimiento sin fin, creadora de infinidad de mundos, criaturas y situaciones contradictorias y cambiantes, la propia Diosa se pierde, se confunde. ¡Imagínate su creación!
Que siga el yoga
Aquí empieza la enseñanza del yoga, el conocimiento y la disciplina eternos que, por amor, Shiva –en cualquier forma– le transmite a Shakti –en cualquier forma– para que la Diosa –la Naturaleza, lo relacionado con la creación– salga de su confusión, que le duele.
—Preciosa —le dijo Shiva—, mira, todo esto eres tú, es tu expresión, de tu poder, tu creación y tú misma, que eres la causa, el mantenimiento y la disolución, una y otra vez, del universo entero. Pero, recuerda, tú eres yo, yo soy tú, uno y lo mismo.
—¿Qué, cómo?
—Desidentíficate por un momento de toda tu expresión, separa por un instante consciente tu mente-corazón de tu manifestación, de tu poder, tus criaturas, tu gloria –en lo bueno y en lo malo–, y concéntrate en lo que queda cuando no estás aferrada a la manifestación material, sutil ni potencial…
Lo que queda es quien ve, la Consciencia pura, sin movimiento. Eso es la Existencia, eso eres tú y yo, uno y lo mismo…
Ahora, observa tu manifestación, disfrútate, sin olvidarte de mí, de ti, el observador, Consciencia y Existencia una, inmutable.
Tú eres todo esto, el universo entero, de donde emerge, la continuidad y donde se disuelve, una y otra vez. Y tú eres yo, yo soy tú, uno y lo mismo, el Ser de todos los seres.
Medita: Las tres líneas en mí, en la parte vertical del Shiva-lingam, eres tú y tu creación, los tres mundos: material, sutil y causal o no manifestado, en el micro y en el macrocosmos. El punto en las tres líneas, soy yo. Tú eres yo, yo soy tú, uno y lo mismo.
Y Shakti meditó…
David Rodrigo, maestro tradicional de Yoga Sutras, Advaita Vedanta y Meditación; que transmite la Luz y el Amor de esta Sabiduría universal como filosofía de vida experimental de hoy.
Estudió y practicó tradicionalmente en Rishikesh, India (2008-14), donde empezó a transmitir. Cofundador en España de la Escuela de la Vida Plena, un viaje de autoconocimiento de la plenitud y la armonía de tu Yo Real y de la Vida: Sabiduría universal – Meditación – Acompañamiento personal – Comunidad.Cursos abiertos (online y presencial):
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