Hace ya 25 años de mis primeras clases de Savasana y aún las recuerdo como si hubieran ocurrido hace poco debido a lo intensas que fueron. Tras abandonar aquella sala de yoga sentía que mi cuerpo se había liberado de algo, que pesaba menos. Nunca antes había tenido esa sensación, y lo más sorprendente era que no se quedaba en el cuerpo. Escribe Jesús Garrido.
Notaba que esa sensación de alivio llegaba a mi cabeza, mi mente estaba despejada y calmada, tras analizar con mi mente racional lo que habíamos hecho durante la clase: un ejercicio de respiración, estiramientos, permanencia en posturas y el relax final. Ese relax final y la atención a la respiración era lo realmente diferente, y lo cambió todo…
Debo reconocer que los comienzos en la postura no fueron sencillos. Me aparecían movimientos involuntarios que no podía dominar, multitud de pensamientos que aparecían en mi mente sin permiso, sensaciones de vulnerabilidad y de incapacidad ante diversas situaciones y muchas veces también sueños o ideas confusas que aparecían incluso en estado de vigilia… Luego vino una época de sueño profundo, era para mí inevitable quedarme dormido. Pero qué maravillosos despertares tenía, como tras un descanso profundo y reparador. Mi profesora María por aquel entonces me decía que ese no era el objetivo, pero tampoco hacía mucho hincapié en que luchara contra ello, a sabiendas de que yo lo necesitaba. Durante un tiempo luché por no quedarme dormido.
Con el tiempo y la práctica fui venciendo ese sueño y la necesidad de descansar. Y años más tarde, justo en este momento me invade un sentimiento profundo de gratitud hacia este ásana. Savasana es para mí más que un ásana; es un estado que nos acerca a una capa de conciencia más profunda.
Sin Savasana las clases o sesiones de yoga quedarían cojas. Es en ella donde todo se integra. Me gusta explicar a mis alumnos que Savasana representa las puertas de la meditación. Nos presenta qué es lo que hay que hacer luego en la postura de sentados si queremos seguir evolucionando en este camino. Es la que nos enseña a aquietar la mente sin tener nada más que hacer, sin pretensiones ni expectativas. Lo que es, es; y está bien. Respíralo, siéntelo, lo desechas y vuelves a tu respiración. Por eso el primer paso siempre es aprender a relajar el cuerpo y mantenerlo en quietud. Luego calmar la mente con la observación y la escucha de tu respiración, con el acompañamiento mientras esta va calmando su ritmo. Dejar que el silencio aparezca y que cada vez sea mayor entre pensamiento y pensamiento.
Una oportunidad de renacimiento
He leído que los antiguos yoguis practicaban Savasana de manera aislada. El objetivo era liberarse del sufrimiento al que estaba expuesta la mente y poder tener un acercamiento más claro a su verdadero Ser. En el mundo del yoga hay una clara y estrecha relación entre el nacimiento y la muerte. De alguna manera estos antiguos yoguis lo sabían y en vez de huir de ella o de alejar los pensamientos de ese concepto (muerte), se acercaban como forma de entrenamiento o como una poderosa herramienta de renacer.
Y eso es lo que significa para mí a día de hoy Savasana. Más allá de que su significado en sánscrito sea postura del cadáver o, como aparece en el Gheranda Samhitâ Mrtâsana, la postura del muerto. Y más allá de la idea del fin, la cual nos han enseñado en nuestra cultura occidental, me gusta pensar y así lo siento que Savasana es una oportunidad de renacimiento.
Cada vez que nos enfrentamos a ella dejamos atrás lo viejo, aquello que nos sobra a todos los niveles (físico, mental, emocional…) y que por alguna razón sigue ahí con nosotros y no somos capaces de soltar. Lo curioso y bonito de soltar es que cuando sueltas puedes darle la mano a algo nuevo, algo que quieres que siga caminando contigo para hacerte crecer y sentirte con más plenitud. Estoy seguro de que todos los que habéis experimentado Savasana estáis de acuerdo conmigo en ese poder de “reseteo” que puede llegar a tener.
Pues bien, durante estos 25 años he ido acumulando, ya sea recibiendo o enseñando, multitud de propuestas, técnicas y herramientas con las que afrontar este espacio de tiempo tan importante en una clase. Y le he dado un formato de curso online que he llamado «Entre el sonido y el silencio (Savasana)», donde comparto muchas formas de cómo acceder a este estado de conciencia más tranquila y lúcida. Técnicas para acceder desde el cuerpo, desde la respiración, desde la interiorización de los sentidos (Pratyahara) y también desde una de mis especialidades, que es a través del poder del sonido, con cuencos tibetanos, por medio de la voz y de los mantras. Después de todo esto solo queda que el silencio lo integre todo.
El curso estará disponible a partir de septiembre y tendrá dos directos de dos horas cada uno para poder conocernos, resolver dudas si las hubiera y seguir profundizando. Será todo un placer y un gusto acompañarte hacia los adentros.
Jesús Garrido es formador de Hatha Yoga y Yoga restaurativo, tutor y formador de Pedagogía en la Escuela Internacional de Yoga.
Teaching Yoga – Talleres para practicantes y profesionales de Yoga
Entre el sonido y el silencio Savasana – Taller de 12h. Modalidad Online por Jesús Garrido
Inicio: 4 septiembre
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