¿Propósito o Ser?

2022-08-17

Si el vacío es la ausencia de materia, ¿por qué le tenemos tanto miedo? Será porque nos hemos acostumbrado a llenar nuestra existencia de cosas, y solo el hecho de pensar siquiera que podemos sentirnos vacíos nos provoca una especie de ‘horror vacui’, de angustia o de desesperanza. Escribe Alejandro Torres.

Cuando tenemos corta edad nos suelen preguntar qué queremos ser de mayores, qué sueño deseamos cumplir, qué metas nos gustaría lograr, por qué preferiríamos ser recordados, etc. Nuestras respuestas giran en torno a conseguir cosas materiales o metas como escribir libros, ser actores, deportistas o similares.

Desde esos primeros años nos venden una imagen idealizada del propósito, y que sin una clara visión de éste nuestra vida irá rebotando de un lugar a otro sin avanzar hacia ningún objetivo y perdiendo el sentido de estar vivos; es decir, tendremos una existencia vacía.

Ahora bien, si el vacío es la ausencia de materia en donde no hay nada, ¿por qué le tenemos tanto miedo? Será porque nos hemos acostumbrado a llenar nuestra existencia con una u otra cosa material o inmaterial, y solo el hecho de pensar siquiera que podemos sentirnos vacíos nos provoca una especie de angustia o de desesperanza.

Sin embargo, si te dijeran que el vacío es la clave de nuestra humanidad, de la creación, del nacimiento, de la existencia y de los grandes descubrimientos, ¿te atreverías  simplemente a sentir en tu interior esa carencia del mundo material, a prescindir de esa idea inculcada de que solo la vida tiene sentido «con propósito»?

Realicemos el siguiente ejercicio de meditación de 2 a 5 minutos:

  1. Siéntate o recuéstate, lo más cómodo/a posible. Adapta tu columna a tus posibilidades morfológicas.
  2. Respira profundamente tres veces, inhalando y exhalando despacio, moviendo tu abdomen y vientre.
  3. Puedes cerrar tus ojos o bien dejarlos abiertos en un punto fijo.
  4. Mientras haces todo eso, observa tu mente y esos espacios de vacío que puedas percibir.
  5. Mantén tu respiración libre y relajada por unos minutos.
  6. Percibe el vacío que puedas observar en tu mente.
  7. Comienza a volver despacio, respirando profundo y estirando tu cuerpo suavemente.

¿Qué te pareció? ¿Lograste percibir algunos espacios de vacío? ¿Fue como te lo han contado?

Desde esta perspectiva, los budistas conciben el vacío como la vacuidad, la nada. Por tanto, no hay por qué temer a sentirlo; al contrario, siéntelo con regocijo y gratitud y ábrete a sus posibilidades para ser, simplemente ser (no tienes que ser budista para cambiar tu relación con el vacío).

En ese vacío (vacuidad) no hay egos, no hay odio, no hay avaricia, no hay codicia, no hay resentimientos, no hay conflictos, no hay rabia, no hay envidia, no hay narrativas de un yo casi sacralizado. Es importante aclarar que no hablo de nihilismo, ya que de este «vacío» podemos sacar un gran provecho y mucha alegría. Puedes descubrir realmente tu propósito; no el inculcado, no el creado por influencias externas, no ese que tienes que mantener por el qué dirán, sino más bien sentir tu ser, y con ello encaminarlo hacia la finalidad de tu existencia, a eso que te hacía vibrar de pequeño/a, a eso que te hace vibrar cuando lo piensas, a eso que te hará vibrar si lo dejas contigo.

Ahora, respóndeme: ¿el vacío sigue teniendo un significado negativo?

Recuerdo una frase que me parece interesante citar, atribuida a John Lennon: ¨Cuando yo tenía cinco años, mi madre siempre me decía que la felicidad es la clave para la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron qué quería ser cuando fuera grande, y escribí: feliz. Me dijeron que no entendía la pregunta. Les dije que no entendían la vida¨

Alejandro Torres Retamal. Director Centro DIBI – Bienestar y Desarrollo Humano Integral. Formador de Instructores/as de Yoga y Mindfulness. Gestión Emocional – Coaching – PNL
T+56 9 50936703/ www.centrodibi.com/ alejandro.torres@centrodibi.com