El parto es movimiento. La mujer de parto se mueve y respira en respuesta a las contracciones que van llegando. El bebé rota, se coloca y recorre su camino hacia su nacimiento en respuesta a las contracciones y al movimiento de su madre. Escribe Montse Cob.
Agradecimientos a Alicia por su participación.
Nadie puede enseñar a un bebé a nacer. Nadie puede enseñar a una mujer a parir. Ocurre. Es un proceso espontáneo e involuntario y como tal la mujer no necesita ninguna preparación previa. Es una evidencia. Con mucho humor y amor suelo comentar que aún no conozco a ninguna mujer embarazada que se haya quedado con el bebé en su interior por no haber realizado un curso de preparación al parto…
Ahora bien, la información aporta poder y la capacidad de tomar decisiones. El cerebro humano es muy visual y las mujeres, si recibimos información e imágenes positivas sobre la anatomía y la fisiología del parto y el nacimiento del bebé, estaremos creando las condiciones óptimas para recuperar esa capacidad innata de gestar y de parir.
Conocer y aplicar con precisión qué movimientos y respiración resultan favorables durante la dilatación, la transición y el expulsivo aportarán a las mujeres poderosas herramientas de gestión de todo el proceso.
El embarazo es el camino de 40 semanas previo al momento del parto. La práctica de yoga durante el embarazo nos sirve a las mujeres para explorar y experimentar un amplio rango de movimientos, asanas y pranayamas que nos acompañen con fuerza y determinación durante el parto y el nacimiento de nuestro bebé. A largo de este periodo aproximado de 40 semanas, la mujer va a experimentar muchísimos cambios físicos, pero también emocionales en la gestación de su bebé.
Cómo devolver la calma a este periodo de preparación del parto
Las posibles molestias y cambios físicos asociados al embarazo pueden alterar el estado emocional: fluctuaciones de la mente. Y las preocupaciones y dudas normales asociadas a la maternidad, el parto y el postparto es probable que alteren la postura y respiración: fluctuaciones de la respiración.
Podemos añadir dos ingredientes mágicos durante una clase de yoga prenatal:
– Movimientos, asanas y pranayamas óptimos para este periodo. Para ello, la profesora o profesor de yoga prenatal tendrá que tener una comprensión exhaustiva de los potentes cambios físicos y anatómicos que ocurren a lo largo de este viaje aproximado de unas 40 semanas. Calmaremos así las fluctuaciones de la respiración.
– Acompañamiento con una escucha activa y sin juicio, aportando respuestas fundamentadas a las preguntas, miedos e incertidumbres que pudieran surgir. Para ello, la profesora o profesor de yoga prenatal tendrá que conocer cuáles son las dudas principales de esta etapa y estar muy bien informados de las recomendaciones oficiales. Calmaremos así, las fluctuaciones de la mente.
Sabiendo que el embarazo culmina con el parto, ¿sería suficiente con conocer adaptaciones de asanas para el embarazo y que las mujeres embarazadas pudieran asistir a clases generales? Es una opción. No es incorrecto, pero resulta muy incompleto…
¿Qué aporta diseñar una clase de yoga prenatal específica sólo con mujeres embarazadas? Si optamos por esta modalidad, estaremos ofreciendo un espacio seguro y respetuoso tanto a nivel físico como a nivel emocional para la mujer embarazada.
Es un auténtico honor impartir clases a grupos de mujeres embarazadas. La energía que impregna el entorno en presencia de estas mujeres que llevan en su interior dos corazones (¡y a veces tres en el caso de gemelos o mellizos!) es absolutamente impresionante.
Algunas preguntas frecuentes
1. ¿Desde qué mes de embarazo se puede practicar yoga prenatal? ¿Y hasta qué mes?
Si la mujer es practicante de yoga con al menos 6 meses de práctica previos a la gestación, no hay necesidad de interrumpir la práctica a menos que no sienta la motivación para ello. Es frecuente sentir malestar en forma de náuseas y cansancio en el primer trimestre y es importante escuchar lo que el cuerpo está pidiendo.
Si la mujer no ha practicado yoga previamente, se suele recomendar el inicio de la práctica en el segundo trimestre (hacia la semana 12), pero si el profesor que imparte la clase posee una formación completa en conocimientos de fisiología y cambios hormonales, la práctica se adaptaría a las necesidades de cada mujer independientemente de las semanas de gestación. Recuerda que el yoga no es sólo hacer asanas.
2. ¿Cómo son los movimientos y asanas que se realizan con la gestante: son específicos o se adaptan?
Las clases de yoga Omma Prenatal están específicamente adaptada para el embarazo. El crecimiento continuo del bebé hace que el cuerpo de una mujer embarazada esté en constante transformación. De esta forma las asanas (posiciones) se adaptan en función del trimestre de gestación y de las molestias o incomodidades asociadas que pudieran presentarse.
3. ¿Qué beneficios obtiene la mujer embarazada que hace yoga en estos meses?
La práctica de yoga durante el embarazo permite a la mujer concienciarse del proceso que está viviendo. El crecimiento del bebé, de forma general, suele comprometer la estabilidad de la pelvis debido a su alta movilidad en este periodo por la influencia de ciertas hormonas como la relaxina y la progesterona…
La práctica de movimientos y asanas enfocados en la alineación y fluidez de la columna vertebral suponen una forma de aportar estabilidad al cuerpo de forma global y a la pelvis de forma particular. Se mejora, claramente, la postura. Además, todos los órganos internos pasan por un proceso de reubicación a medida que la gestación avanza. La búsqueda de espacios internos a través del movimiento permite que la circulación y la musculatura de todo el cuerpo tengan mayores recursos para adaptarse.
La atención continua a la observación de la respiración durante toda la práctica favorece la concentración y la conexión con el bebé. Es una práctica de meditación en movimiento.
4. ¿Tiene también efectos positivos para el momento del parto? ¿De qué forma?
Durante la práctica regular de Omma Yoga Prenatal la mujer va incrementando la conciencia de su cuerpo y de su respiración. Adquiere herramientas para poder liberar ciertas tensiones con una actitud positiva y consciente. Esta forma de trabajo progresivo hace que en el momento del parto la mujer se sienta segura y conozca qué movimientos y qué respiraciones son óptimas para cada parte del proceso.
Montse Cob. Profesora y formadora de Yoga para la Mujer desde hace casi tres décadas. Licenciada en Ciencias Biológicas especializada en Fisiología.
Desde su escuela Omma Prenatal se especializó en Yoga y Mujer, revisando, cuestionando y actualizando la visión de la práctica del yoga en la mujer en todos sus ciclos vitales:menstrual, maternal y menopausia. Sus aportaciones invitan a una reflexión profunda aportando una visión actualizada de la práctica del yoga.
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