Conceptos básicos de Yoga: Mantener la posición

2013-02-14

Debido a mi natural timidez, fruto de una vanidad aceptada (y a que el alineamiento a palo seco es como comer polvo a puñaos), he solicitado a mi secretaria Gertrudis Soldevilla, descendiente de un acendrado linaje de caballeros legionarios e institutrices británicas, su voz para un dueto. Escribe Roberto Rodríguez Nogueira.

soldados

Gertrudis imprimirá a la pieza el carácter masculino que ésta requiere y yo, al fondo, me encargaré de la segunda voz, marcadamente más sensible y delicada.

Gertrudis se presenta al inicio de esta frase y de inmediato toma el mando:

-Firmeeeeees…. ¡¡¡Ar!!!

Te lo explico en voz baja: junta talones, tobillos, borde interno de los pies, rodillas. Pisa con toda la planta repartiendo el peso, tira de los muslos hacia arriba para presionar mejor sobre el suelo con los pies. Hazlo inhalando si puedes.

-¡He visto virilidades de 95 años más erguidas que ustedes!

Cáspita. Viene desatada. Ante todo no le preguntes dónde ha visto eso. Exhala. Su metáfora apunta a que estamos llegando al controvertido tema del ajuste pélvico, que solucionaremos con un castrense: mete bajo vientre dentro arriba tirando (aquí hay que decir “suavemente” aunque para un principiante es todo menos eso) desde el perineo… Aunque en realidad quiero decir…

-¡¡Se estiren, cojones!!

Vale. Lo ha dicho ella, yo no. Pues eso. Tira de ahí, o tira de los músculos de la parte superior de la vagina hacia arriba. Así colocarás sacro-coxis abajo adelante, asentando la pelvis en la “posición neutra”, activando las capas más profundas de la musculatura abdominal. No te pases o lo considerará una maniobra ofensiva y…

-Eso está mejor.

…Qué raro. Nunca elogia. En fin. Inhalando, sosteniendo el borde inferior frontal de la caja torácica desde la acción del bajo abdomen que iniciaste antes, deja que la caja torácica se expanda lateralmente. Acuérdate del sonido en la garganta, que…

-…Está mejor para los cadáveres de la batalla de Las Navas de Tolosa, que tienen más sangre en las venas. ¡Sáquense la cabeza del culo y pónganse firmes coñio!

Como de costumbre, exagera. Quiere decir “Sáquense la cabeza de los hombros”. No puedes tener la cabeza “ahí” porque estás activando (…suavemente…) los “músculos del suelo pélvico” hacia arriba, lo que dificultaría notablemente la inserción porque los alumnos nuevos tiran de toda la zona, esfínter incluído, aunque no se deba. Gertrudis quiere decir que alejes la cabeza de los hombros dirigiendo las escápulas hacia abajo. Gira los húmeros hacia fuera y la palma hacia los muslos empujando a lo largo de las palmas y los dedos hacia el suelo… Simple.

-¿Qué les he dicho de la cabeza? ¡Levántenla!

Mentón dentro, coronilla arriba. No saques la barbilla; en esto nos distinguimos de los legionarios de verdad. Ahora presta atención a un par de detalles: sostén las costillas evitando, al inhalar, que la caja torácica se abra hacia delante excesivamente, mantenlas sujetas desde abajo respirando como te indiqué antes. Nada de sacar pecho como honorable caballero legionario, no al menos hasta jurar bandera. Omóplatos separados entre sí, bien pegaditos a la espalda y siempre, siempre por lo que más quieras, hacia abajo. Si no te hará recorrer seis veces el campo de maniobras con unas mancuernas pegadas con loctite en las palmas.

-A mi orden, brazos por delante a 90 grados… ¡Ar!

Eleva ante ti los brazos hasta que queden, con los codos estirados, paralelos al suelo.

-Peláez, sácate los hombros de los oídos, que no me vas a oír.

Por lo que más quieras, Peláez, que está bajando la voz: mantén los omóplatos sujetos desde abajo como si estuvieran clavaos. Es artificioso, sobre todo al principio, pero esto no es un paseo por el campo, por Dios.

-Peláez ,¿se está quedando conmigo?

No respondas al susurro, Peláez. Lo que pasa es que, si te vieras en un espejo, verías que al elevar los brazos giras el hombro derecho hacia dentro. Conviene que lo hagas frente a un espejo y evites eso.

-¡¡¡Peláaaaaez!!!

Ante todo, no te limpies los goterones de saliva. Sigue moviéndote. Inhala, subes, exhala, bajas. Sostienes omóplatos (podrías llevar la mano… la misma no, hombre, la otra… por detrás a la punta inferior del omóplato para comprobar que eres capaz de mantenerlo sujeto (¡cuando ella no mire!) al elevar el brazo. Es imperativo, además, Peláez, que aprecies cómo desequilibrar las masas de los brazos del centro de gravedad de tu cuerpo te exige activar la musculatura abdominal; fácil de notar justo por debajo del esternón; esencial hacerlo desde el pubis, aunque no es fácil de percibir (échale huevos a la suavidad… o tira de ellos, mejor). De no hacerlo acompañarás el movimiento de elevar los brazos arqueando la espalda… y no te quiero contar lo…

-¡¡¡¡¡PELÁAAAAEZ!!!!!

…Le echaremos de menos… En fin, habrás notado que bajo ningún concepto debes mover el cuerpo de la posición Tadásana al elevar los brazos. El objetivo táctico estratégico…

-El objetivo táctico estratégico es mantener la posición, ¡mantener la posición!

Eso mismo. Mantener la posición. La gusta tanto que lo dice siempre dos veces. Hay que mantener el alineamiento de Tadásana, pero habrá que usar los músculos de manera diferente porque al desequilibrar el aparentemente poco peso de los brazos se producirán unas reacciones en cadena que afectarán a toda la postura, complicando el mantenimiento de la misma de acuerdo con la orden recibida. Todo el mundo puede subir y bajar los brazos, pero hay que estar prevenido para hacerlo manteniendo Tadásana, o lo que es lo mismo, con el centro del cuerpo, el espacio entre las costillas y el suelo pélvico pleno de consciencia y adecuadamente activo. De estos pocos prevenidos, algunos sobreviven a Gertrudis para poder enfrentarse al enemigo…

-¿Enemigo? ¿He oído enemigo?

Oh, Dios, la lié.

-No sueñen con enfrentarse al enemigo y tener el privilegio de una muerte honorable. Primero han de aprender aquí cómo muere un soldado español.

Tú no discutas su pedagogía. “¡Tadasana hasta Savasana!”, firmes hasta el fin (mantener la posición) es el lema de la familia. “El enemigo” es perder la atención sobre el total del cuerpo al iniciar cualquier acción individual…

-¿Acción individual? ¡Las acciones individuales no existen!

Más razón que una santa tienes, Gertrudis. De eso te hablaba: no puedes siquiera elevar un brazo sin que todo lo demás sea afectado. Y “todo lo demás” ocupa… todo lo demás. Fíjate, por ejemplo en los pies y verás cómo, de no reequilibrar la pisada conforme vas elevando los brazos, el peso de estos hacia delante se refleja en tobillos y plantas echándote hacia atrás.

-¿Hacia atrás?

He vuelto a liarla

-¡Atrás ni para tomar impulso!

Ya sabes, mantén la posición mientras subes y bajas brazos al ritmo de la respiración. Presión de la pisada extendida a lo largo y ancho de toda la planta. Nunca sólo en los talones… así se pierden los combates cuerpo a cuerpo.

-¡¡Cuerpo a tierra!!!

Quiere decir que hagas un vinyasa completo, pero como eso se verá otro día, pierde el culo en tumbarte bocarriba.

-A mi orden, ¡repitan ejercicio anterior!

Esto es: Tadásana tal cual pero en el suelo y brazos arriba y abajo inhalando y exhalando. Sospecho que Gertrudis quiere que experimentes con claridad, enfoque y agudo discernimiento…

-¡¡Mantener la posición!!! ¡¡¡Mantener la posición!!!

Olvida discernir. Limítate a mantener Tadásana mientras elevas los brazos frente a ti y los llevas hacia atrás, tanto como puedas sin forzar.

-¡Eeeeese culopollo!

Peláez, no arquees la zona lumbar. El objetivo de la maniobra es ejecutar una elevación sincrónica de brazos ¡manteniendo la posición! Todo va de esto ¡mantener la posición! (ya llegaremos a las maniobras ofensivas, o vinyasas). Subir y bajar brazos es un recurso táctico independiente. El movimiento de los mismos no es la vanguardia de tu retaguardia, o sea, no saques el culo al mover los brazos (ni culopollo ni pecholobo). O, lo que es lo mismo, mantén la zona lumbar lo más pegada que te sea posible al suelo (no hace falta que la pegues del todo si te cuesta mucho), pero allí donde la tengas no la muevas. Y no saques las costillas palante. ¡Mantén la posición, Peláez…!

…Verás Peláez. Te veo tenso. Deja que te ilustre ahora que Gertrudis no mira. El rollo Tadásana de pie va de que encuentres una óptima posición de tu tronco con las curvas de tu columna colocadas de tal manera que favorezcas la correcta descarga del peso de tu cuerpo sobre el suelo con el mínimo consumo energético. Esto no pasa gratis porque, como dijo el filósofo, somos bípedos implumes (si fuéramos cuadrúpedos o plumíferos sería más sencillo descargar el peso y empujarse… hasta en el aire).

Así es que para mantener dicha posición hay que realizar una serie de acciones perfectamente naturales como tirar de los testículos o del interior de la vagina para activar el transverso, sostener las costillas usando el recto abdominal, emplear los depresores de la escápula para mantener las paletillas hacia abajo y bien separaditas, meter mentón y empujar coronilla arriba como evidente resultado natural de todo esto y, por supuesto, tener una pisada perfectamente repartida con la que empujar el planeta hacia abajo estirando las rodillas hacia arriba absorbiendo cuádriceps hacia la ingle porque queremos estar de pie y no en cuclillas.

Y, por supuesto, la pelvis debe estar neutra, esto es, ni culo fuera ni dentro como en una lambada extranjera. Tieso como en un chotis. Simple naturalidad… Pues ahora eso mismo tumbado en el suelo. Es lo mismo pero sin ser lo mismo. Fácil.

… Oh, Dios, la armé de nuevo. Incomprensiblemente Peláez está llorando sobre el aislante… y eso no es lo peor. Es que ¡lo hace en la postura incorrecta (el Niño, Balasana, hecho un ovillo)! ¡No ha mantenido la posición!

-¿Qué pasa ahí al fondo?

Por Dios, Peláez, vuelve en ti. Relájate, que esto es Yoga. Estás aquí para encontrar la paz, tu ser superior, la divina armonía, tus chakras, el nirvana, el tao. ¡Levántate antes de que ella te vea abandonar la posición y te ajuste el coxis desde dentro!

-¡Cambio de maniobra a mi señal!

Menos mal, no se ha enterado.

-Firmeeeeees! Ar!

Vale, Peláez y compañía. Ya sabéis de qué va.

-Preseeeenten armas.

-Gertru, somos yoguis.

-¡Eleven el arma larga a posición de vadeo!

… Esteeee. Sospecho que quiere decir hasta Tadásana. Si es eso, eleva los brazos desde Tadásana, con los codos estirados, hasta colocarlos paralelos sobre tu cabeza y déjalos ahí (las palmas se miran) mientras tomas unas cuantas respiraciones (mantén la posición, cosa que a estas alturas sabes que significa que hagas un inventario de la forma de la referida posición Tadásana y que, según vas moviendo los brazos, mantengas a toda costa dicha posición apretando lo que haga falta apretar para lograr el objetivo táctico estratégico de mantener la posición. Y cuando llegues arriba, perfectamente equilibrado entre la comodidad y la firmeza, manteeeengas dicha posicióooooon).

-¡Brazos paralelos sosteniendo el arma!

Peláez, sube un poco más los brazos que están en uve.

-¡Hombros fuera de orejas, coñio!

Peláez, baja los hombros.

-Ese culopollo, ese pecholobo.

Peláez, deja de llorar. Orgullo, Peláez, pundonor, coraje.

-¡Cojones!

Eso también, tira parriba de ellos, que ella lo dice por tu bien.

-Bien, bien, bien.

Oh, Dios, estamos muertos.

-Ha costado, pero lo han conseguido. Ahora están preparados. Aquellos de ustedes que han luchado sin desmayo sentirán la perfección del equilibrio entre la gravedad y la levedad, el peso y el geotropismo que empuja a la flor desde su estado de semilla en la oscuridad hasta el cielo bañado de sol, elevándola sobre un grácil, verde y tierno tallo. Ha sido un orgullo servir con ustedes. Rompan filas, pero antes recuerden: tiren de los huevos para ser como flores. El Yoga es amor y unidad femenino-masculino. Comandante

-Ehhhh… Sí, gracias, Gertrudis… Puede retirarse… Siempre me sorprenderá su tantra cuartelario. Y si queda alguien ahí, puede bajar los brazos y abandonar la posición.

Si no has encontrado la calma, la paz, el nirvana, túmbate bocarriba y deja de hacer todo cuanto has hecho. Pero no te esfuerces por dejar de hacerlo perfectamente, sólo pasa de Gertrudis y de mí y sé tú, que el Universo no hace porquerías.

Otro día sacamos a pasear las unidades caninas (perros) y vamos llegando al concepto de maniobra ofensiva o vinyasa: extender la posición.

Roberto Rodríguez Nogueira, Comandante del Batallón gallego de la Serenidad Suprema.

Quién es

Roberto Rodríguez Nogueira es profesor de yoga, blogger y escritor.

http://elartedelacalma.com/

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