Entrevista con Paulino Monje: «Ayudemos a los mayores a sobrellevar el desgaste de la vida»

2013-02-04

Paulino Monje es un profesor excepcional, un verdadero Karma-yogui a quien el amor por las personas mayores le ha llevado a darles clases de Yoga altruistamente desde hace 12 años. Es una entrevista de Ramiro Calle. Foto: Thor Castro

Paulino Monje

Cerca de 3.000 personas se han beneficiado de las clases de meditación de Paulino Monje en el Centro de Mayores de Moratalaz y en otros centros similares. Llega a tener en sus concurridas clases más de cien personas por sesión, y sus alumnos se benefician de las milenarias técnicas del Yoga, que tanto pueden hacer por la mente humana armonizándola y convirtiéndola en fuente de dicha y bienestar.

¿En qué momento se te ocurrió la brillante idea de llevar la meditación y el Yoga a la gente mayor? ¿Cómo surgió la oportunidad?
Tuve la suerte de acceder a una prejubilación en la empresa multinacional donde trabajaba como ejecutivo, y ello me brindó la posibilidad de dedicar mi tiempo a un proyecto personal que tenía en mente desde hace tiempo y que era ayudar a los mayores de la tercera edad en régimen de voluntariado.

Y qué mejor que darles a conocer el Yoga y la meditación que desde hacia unos años practicaba con mi maestro y amigo Ramiro Calle en su centro de Shadak, para que pudiesen vivir y experimentar también sus grandes beneficios.

Y la oportunidad se me brindó por la amistad que tenía con una persona extraordinaria y humanista como es Pepita Alba, presidenta del Centro de Mayores de Moratalaz, el mayor en socios de la Comunidad de Madrid, a quien le pareció mi propuesta muy interesante y novedosa por lo que me abrió las puertas para impartir las clases de Yoga mental y meditación. Y así comencé.

 ¿Qué es lo que te motivó a impartir desinteresadamente las clases?
Si ejerces un voluntariado, se entiende que te dedicas desinteresadamente a los demás sin contraprestación material alguna. Además, en mi código de conducta personal y por la educación recibida me sentía feliz y dichoso por poder ayudar a los mayores, tan denostados en la sociedad occidental, con tanto individualismo, consumismo y hedonismo, cuando ellos tanto necesitan que se les escuche, se les anime y se les ayude a sobrellevar el desgaste de la propia vida.

Desgaste por la pérdida de la memoria, el cansancio de los años vividos, la lentitud de sus movimientos.Qué menos que reconocerles lo que han hecho en beneficio de otras generaciones. E interesarse igualmente por su salud física y mental, los problemas generacionales que les abruman, sus pensamientos, sus soledades, sus miedos. En definitiva, mi mantra personal hacia ellos es : «Querer a un mayor es un acto de amor «.

 ¿Cuántos alumnos han pasado por tus clases y en que centros las impartes?. ¿Cuántos años llevas impartiéndolas?
Con una afluencia importante en cada curso, calculo que presencialmente han asistido a las clases cerca de 3.000 personas, y hay bastantes que acuden todavía como grandes meditadores que son, pertenecientes a los centros de mayores Moratalaz  y Nicanor Barroso, y llevo impartiendo las clases 12 años.

¿Qué les proporcionan las clases a la personas mayores? ¿Cuáles son, de acuerdo a tu experiencia, los beneficios más destacados?
Las clases de Yoga mental les proporciona a los mayores un ánimo vital indescriptible y que les hace fluir con la vida, porque experimentan y sienten con intensidad en su interior el logro y la dicha de sentirse mucho mejor a nivel mental y psicológico. Además, adquieren un aprendizaje importante en sus actitudes para manejarse en los avatares o vicisitudes de la vida que tanto ha cambiado para ellos y que algunas veces les desborda.

Los beneficios son realmente sorprendentes y confortadores porque les proporciona calma y sosiego acompañado de una serenidad profunda; potencian enormemente la atención y la concentración mejorando la memoria; se sienten más lúcidos y despejados; regulan las funciones fisiológicas; mejoran notablemente la unidad psicosomática eliminando esos falsos dolores o molestias tan propios de esas edades y que no obedecen a nada patológico; concilian el sueño reparador suprimiendo los fármacos para conseguirlo; se liberan de estados depresivos y de ansiedad y angustia dejando de tomar antidepresivos y ansiolíticos; asumen con mayor entereza y aceptación serena la soledad que puedan tener; se muestran más comunicativos en su relación con los demás evitando el aislamiento; superan las obsesiones y los miedos tan dados en esas edades; aprenden a asumir sin angustiarse la pérdida del compañero/a de toda la vida y que es un momento muy crítico en sus vidas; y finalmente, se hacen muy conscientes de vivir con plenitud el “»aquí y ahora» sin mayores pretensiones, como una actitud esencial de vida.

¿Qué es lo que más te motiva para impartir las clases año tras año? ¿Qué les aportas tu a las personas mayores y qué te aportan ellas? ¿Qué es lo que más necesitan y qué les da el Yoga?
Me motiva principalmente mi afecto y respeto hacia los mayores, además de la gran satisfacción que produce el que año tras año puedas ayudar a más personas para hacerles ver que todavía hay posibilidades de mejorar su calidad de vida, eliminando las tribulaciones que puedan tener y que les lleva a sentirse afligidos y desesperanzados.

Mi aportación hacia ellos es entregarme de lleno en las clases que imparto, para que obtengan los mayores beneficios en su salud emocional y psicológica y ellos me aportan su agradecimiento que me conmueve y su leal e inquebrantable amistad.

Los mayores necesitan mucho afecto y comprensión y con la práctica del Yoga mental saben que les aporta un conjunto de técnicas y métodos como la mejor medicina natural que consideran primordial y que les hace celebrar la vida todos los días.