Asana: Ardha Matsyendrasana

2013-06-11

Esta asana es una de las pocas que llevan el nombre del yogui que la ha inventado, el gran Rishi Matsyendra. Sin embargo la postura original es muy difícil y sólo accesible a los yoguis muy avanzados, por lo que sólo se enseña la media (ardha) postura. Explicamos Ardha Matsyendrasana siguiendo el texto del libro Aprendo Yoga, de André Van Lysebeth. Ejecuta: María Ovando, profesora de la Escuela Internacional de Yoga. Fotos: Thor Castro.

Ardha Matsyendrasana

Ardha Matsyendrasana Variacion

Aquí te ofrecemos dos variaciones de la torsión más famosa del yoga. André Van Lysebeth en su libro Aprendo Yoga explicaba otra, más clásica, con las dos piernas flexionadas. La acción y torsión del tronco es la misma.

Esta asana debe figurar en todas las series de asanas; cierra la serie de flexiones hacia delante y hacia atrás.

Con el brazo sirviendo de palanca, traer la mano izquierda hacia la pierna derecha extendida y tratar de tocar la tibia, o, mejor aún, de coger el pie derecho. La torsión de la columna vertebral se acentúa por un impulso del brazo derecho, colocado detrás de la espalda, con la mano apoyada en el suelo. La torsión parte del sacro para ganar progresivamente toda la columna, incluida la nuca, por una rotación de la cabeza.

Volver lentamente a la posición de partida en sentido inverso, y practicar la postura por el otro lado, doblando, por consiguiente, la pierna izquierda.

Durante la torsión, la línea de los hombros permanece, en la medida de lo posible, paralela al suelo.

Posición clásica

Después de poco tiempo, el alumno pasará sin dificultad a la postura clásica, que no difiere de la posición preparatoria sino por los siguientes detalles:

a) La pierna que estaba extendida se dobla, a fin de colocar el talón contra el muslo.

b) El brazo que se apoyaba en el suelo detrás de la espalda enlaza el talle, y la mano trata de tocar el muslo.

En la postura final, hay que enderezar bien la espalda para acentuar la torsión.

Importante

Durante toda la asana la espalda permanece pasiva: los brazos hacen girar los hombros y la columna se tuerce sin resistencia.

No hay que hacer oscilar la parte inferior del tronco: hay que permanecer sentado sobre las dos nalgas durante todo el ejercicio.

La rotación, lenta y progresiva, se efectúa en el momento de espirar.

La cabeza gira en último lugar y permanece bien derecha, con el mentón bastante erguido.

Debe recordarse que:

a) El talón de la pierna replegada toca el perineo, mientras que la rodilla permanece en el suelo.

b) Las dos nalgas se apoyan en la alfombra.

c) La línea de los hombros es horizontal.

d) Los dedos cogen el pie por debajo del arco de la planta.

e) La rodilla está casi bajo la axila.

f) La mano del brazo que enlaza el talle avanza hacia la ingle y toca el muslo.

g) La cabeza está derecha y la mirada se dirige lo más lejos posible por detrás de sí.

Hemos insistido en la obligación de doblar primero la pierna derecha, por lo tanto de apoyar el muslo derecho contra el abdomen para oprimir el colon. Esta asana aumenta el peristaltismo intestinal y combate el estreñimiento. Es para obrar en el sentido del peristaltismo por lo que hay que comprimir primero el lado derecho del abdomen.