9 obstáculos de la práctica del yoga desde el Eneagrama

2023-03-06

Desde la perspectiva del Eneagrama cada obstáculo referido por Patanjali se corresponde con alguna de las nueve pasiones o «sombras» dominantes de cada eneatipo. En realidad estas «pasiones» no son obstáculos sino oportunidades para desarrollar otras nueve virtudes esenciales. Escribe Daya.

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«Y con la supresión de todo obstáculo e impureza lo comprendido se hace insignificante ante el conocimiento divino»
(Kaivalya Paada. Sutra 31 4º, Patanjali)

Todo lo que el hombre ha escrito, enseñado y experimentado sobre la práctica del yoga durante milenios fue recogido por Patanjali en sus aforismos (Yoga Sutras). Todas las posturas de yoga (asanas) nacieron con la motivación de superar nueve obstáculos, que también fueron explicados por Pantanjali.

Los Yoga Sutras definen la práctica de yoga como chitta vritti nirodha («aquietar las fluctuaciones de la mente»). A través de sus prácticas (la asana, el mantra, el pranayama y el puja) podemos llegar a un lugar de samadhi, un estado dichoso libre de pensamientos en donde nos volvemos conscientes de nuestro Yo verdadero.

Existe una conexión muy clara entre los obstáculos (Yoga Sutras 1.30 -1.32) y la metáfora védica del «agua de un estanque que saliendo por un orificio entra en los campos de un canal y adopta su forma». El agua, para poder salir y seguir fluyendo, tendrá necesariamente que pasar sin trabas ni obstáculos.

Precisamente, Carl Jung definió el Yoga es «un método de higiene psíquica». Esta «limpieza» disuelve lo que la visión tradicional del yoga llama samskaras, esencialmente, los nudos emocionales formados en el cuerpo energético sutil de nuestro pasado y manifestados en el cuerpo físico y la mente. El tejido de estos nudos se entrelaza con los kleshas, las fibras mentales emocionales que causan dolor y sufrimiento.

Otra forma de entender los obstáculos en la práctica del Yoga nos la ofrece el Eneagrama, una herramienta de autoconocimiento desarrollada por Claudio Naranjo (uno de los tres sucesores del fundador de la terapia Gestalt Fritz Perls en el Instituo Esalen, que desarrolló posteriormente la psicología de los eneatipos a partir del protoanálisis de Ichazo y fundó la escuela de integración pscioespiritual SAT Seekers After Truth «Buscadores de la verdad»).

Caminos de autoconocimiento

El Eneagrama diferencia tres «energías» de las que se nutre nuestro carácter (estómago, corazón y cabeza). En cada uno de estos tres centros (el del relacionarse o centro motor; el del sentir o centro emocional; y el del hacer o centro mental) se identifican tres egocaracteres o eneatipos. De esta forma se diferencian tres triadas de eneatipos, los viscerales (8, 9 y 1), los emocionales (2, 3 y 4) y los mentales (5, 6 y 7).

Tanto el Yoga como el Eneagrama son dos herramientas que nos muestran un camino para el autoconocimiento. Ambos nos piden ser amables y pacientes con un@ mism@, alejarnos de las expectativas o metas concretas fomentando la autoaceptación y el desarrollo de la conciencia de los hábitos, condicionamientos, respuestas físicas, emocionales y mentales condicionadas.

Al mismo tiempo, el Yoga y el Eneagrama coinciden en pedirnos coraje y perseverancia. En este camino del autoconocimiento y desarrollo personal los obstáculos de los que nos advierte la ciencia del Yoga se encarnan cada una de las nueve pasiones y eneatipos del Eneagrama.

Los obstáculos como pasiones

De acuerdo con los Yoga Sutras 1.30 -1.32, el practicante de Yoga se encontrará durante su práctica nueve obstáculos. Estas «piedras» en el camino son, en realidad, oportunidades para seguir creciendo.

Desde la perspectiva del Eneagrama cada obstáculo referido por Patanjali se corresponde con alguna de las nueve pasiones o «sombras» dominantes de cada eneatipo. Tampoco estas «pasiones» son obstáculos sino oportunidades para desarrollar otras nueve virtudes. En su autodesarrollo, cada eneatipo logra transformar su necesidad (su pasión) en una virtud esencial.

“El autoconocimiento no es un fenómeno puramente cognitivo. El autoconocimiento pasa por un proceso que es como un descenso a los infiernos, que duele; para reconocer cómo es uno, tiene que reconocer que uno no es ese personaje ideal que cree ser cotidianamente, ese personaje que uno le muestra a los otros… Cómo es uno de verdad se va descubriendo poco a poco. Pero el viaje por el autoconocimiento pasa por encontrarse con la sombra… que es lo asqueroso, lo pecaminoso, lo prohibido… lo demoníaco. Y quien no se encuentra con el diablo dentro de uno mismo, todavía está muy a medio camino en el viaje interior, no ha viajado en serio, se ha quedado muy superficialmente…” (Claudio Naranjo)

• Obstáculo 1. Vyadhi (Enfermedad). Este obstáculo es común a todos los eneatipos, aunque la forma de relacionarse con él será muy diferente dependiendo de cada egocarácter (precisamente desde ahí se puede identificar cuál es nuestro principal obstáculo y/o pasión). El fin de las asanas, sin embargo, nunca consiste en sustituir ningún tratamiento médico.

• Obstáculo 2. Styana (Indolencia. Insensibilidad). Desde la falta de sensibilidad emocional no hay conciencia de la relación entre las emociones y sus reacciones físicas. Esta «atrofia emocional» en el eneatipo 5 se convierte en un desapego patológico; tiene miedo a sentir y, por lo tanto, reduce sus necesidades como forma eficaz de evitar la frustración. Su pasión, la avaricia, bloquea el diafragma del eneatipo 5 en una espiración forzada. No en vano el diafragma es el músculo encargado de controlar la intensidad emocional; desde él se desarrollan virtudes como la gratitud, la compasión y la aceptación.

El eneatipo 5 aporta el desapego como su virtud esencial para superar este obstáculo y así conectar con la generosidad, la entrega y el compromiso, reconociendo y permitiéndose sus propias necesidades y las de los demás.

• Obstáculo 3. Samshaya (Dudas. Juicios contradictorios. Incertidumbre. Desconfianza. Miedo). En la práctica del Yoga la duda se percibe en la falta de conciencia corporal y en la inestabilidad en las posturas estáticas.

Este obstáculo el eneatipo 6 lo vive como una desconfianza hacia sí mismo en forma de inseguridad en su propio poder, su propio querer y su propio impulso. El miedo del enatipo 6 no sólo es a cosas concretas y hacia el exterior (suspicacia). Su miedo básico es «sentir miedo» y lo resuelve a través de la virtud principal de su esencia, el coraje y el valor.

• Obstáculo 4. Pramada (Distracción. Neglicencia. Descuido). La máscara de la autosatisfacción y la (auto) indulgencia del eneatipo 7, cuya pasión es la gula, también se caracteriza por otros mecanismos de defensa como la (auto) permisividad hedonista, la rebeldía, la falta de disciplina… Para superar su temor al auténtico ser, el eneatipo 7 precisa sobriedad. Desde esta virtud de su esencia se da cuenta de sus propios engaños y huidas, diferencia entre lo que desea y lo que necesita, entre lo que sueña y lo que es real.

• Obstáculo 5. Âlasya (Resignación. Agotamiento. Pesadez. Desánimo. Flojera). La sombra en el eneatipo 9 es la pereza en mirar dentro de sí, la anestesia de sus necesidades y una exagerada adaptación resignada. Desde su virtud, la acción esencial, el eneatipo 9 experimenta la fuerza de ser auténtico y el valor de sí mísmo en él mismo.

• Obstáculo 6. Avirati (Avidez. Deseos. Ansia, Tentación). La pasión de intensidad del eneatipo 8 (la lujuria) se manifiesta como una tendencia a la exageración de sus necesidades y el impulso a satisfacerlas sin límites ni culpas. Este obstáculo se resuelve desde su principal virtud, la inocencia, desde la que reconoce sus debilidades y su necesidad de ternura.

• Obstáculo 7. Bhrânti-Darshana (Ignorancia. Arrogancia. Conceptos erróneos). El orgullo del eneatipo 2 y la ira en el eneatipo 1 son las pasiones que se relacionan con este obstáculo. La práctica de asanas de equilibrio ayuda a superarlo favoreciendo el centramiento y la reducción de las fluctuaciones mentales.

El eneatipo 2, por su parte, no tolera los límites y la crítica, y considera que todo le está permitido y que no tiene que renunciar a nada. Su falsa abundancia y pseudogenerosidad encuentra en este obstáculo un terreno fértil para desarrollar su virtud esencial, la humildad.

La virtud del eneatipo 1, la serenidad, es imprescindible para la expresión espontánea y creativa, que afloja su posición de autoridad y arrogancia, y disvuelve el exceso de control y perfeccionismo, así como los pensamientos rígidos, estrictros y obsesivos sobre «lo que está bien y lo que no».

• Obstáculo 8. Alabdha-Bhûmi-Katva (Estancamiento. Pérdida de ilusión. Indecisión. Desubicación. Falta de iniciativa). Este obstáculo está relacionado directamente con la búsqueda impulsiva de la perfección, la ansiedad y la incapacidad para aceptar los propios errores antes de l@s demás.

Este obstáculo se relaciona con el eneatipo 3 que desde su pasión (la vanidad) se ha quedado fijado en la necesidad de control y la seducción a través de los logros para obtener el reconocimiento de la mirada externa. Desde este obstáculo entiende que hay “una falsa mirada que nos dice no estamos evolucionando aunque, en realidad, estamos engendrando un espacio fértil para el crecimiento personal” (@chandra_ibiza).

La virtud del eneatipo 3, desde la que se puede afrontar este obstáculo, es la autenticidad. Esto implica pasar del (auto) engaño a sintonizar con «yo me reconozco».

• Obstáculo 9. Anavasthitatva (Falta de constancia. Autoboicoteo). El eneatipo 4 recurre a su pasión, la envidia, para compararse e infravalorarse. La inconstancia en su práctica es clave para su mecanismo de autoboicoteo inconsciente.

La virtud de la esencia del eneatipo 4, la ecuanimidad, le permite valorarse con objetividad, y transformar la envidia en una admiración que le inspira y motiva, y no le paraliza.

Daya es profesora de Yoga y de Enegrama y practicante Meditación Vipassana.
Nos invita a profundizar conjuntamente en estos dos caminos, el Yoga y el Eneagrama, desde el retiro: https://daya.me/proximo-retiro-yoga-y-eneagrama-2023/
Artículo original: https://daya.me/los-9-mudras-del-eneagrama-y-uno-mas/