La mayoría de los practicantes de yoga hemos oído hablar de Yoga Tibetano, pero no son tantos los que sabrían explicar su origen y peculiaridades. El Yoga Tibetano es un método milenario entroncado en la medicina tradicional de la región, la tradición Bön y el budismo tántrico.
Fue practicado por los monjes que se retiraban a las montañas y se dedicaban a la meditación para mantener su cuerpo en las mejores condiciones, sus sistemas inmunológicos robustos y sus habilidades curativas en pleno vigor. Conforma una disciplina ancestral que armoniza el cuerpo, la palabra y la mente.
¿Es lo mismo Lu Jong que Yoga Tibetano? Lu Jong se configura como un sistema de aprendizaje más, dentro del amplio elenco que ofrece el arte del Yoga Tibetano. Lu significa cuerpo y Jong adiestramiento o transformación. Se considera que el cuerpo es el vehículo para el desarrollo o transformación de nuestro ser. Está centrado sustancialmente en nutrir la espina dorsal, íntimamente ligada a la salud del cuerpo entero.
Ha sido introducido en occidente por el maestro Tulku Lobsang Rinpoche y su organización Nangten Menlang International, centro médico budista. Tulku Lobsang observó que los occidentales habían perdido la conexión con la naturaleza, y con ello la sensibilidad de sus propios cuerpos y las influencias negativas de la mente. Cada movimiento ejerce presión en puntos especiales de los canales, abriéndolos y cerrándolos reiteradamente, liberando los bloqueos.
Algunas prácticas dentro del Yoga Tibetano
Tsa Lung es equivalente a trabajo físico y de respiración para movilizar el viento o “aire” en los canales energéticos. Constituye un cuerpo de enseñanzas sagradas y secretas, al igual que Lu Jong. Estos sistemas de cultivo interno suponen un valioso método milenario transmitido oralmente de maestro a discípulo de forma meticulosa en los monasterios del Tíbet.
Adicionalmente, cabe mencionar, los Cinco Ritos Tibetanos, un poderoso sistema cuerpo-mente lamaísta. Estos cinco ejercicios sencillos ayudan a equilibrar las hormonas con el fin de restablecer la juventud en el cuerpo. Pertenecen al Lamaísmo y equilibran tanto la mente como el cuerpo, en un sistema único de tonificación psicofísico.
Otro Yoga Tibetano es Tummo o fuego interior y del conocimiento. A través del movimiento físico, respiración y visualización se deshacen los nudos energéticos o chakras.
No debemos dejar de tener en cuenta una disciplina tibetana muy relevante, Tög Chod o danza con la espada de la sabiduría pura, aquella que no conoce límites. Su práctica nos permite cortar miedos y expectativas, desprendiéndonos de negatividades y sus residuos, y brindándonos una protección futura.
Por último, destacar el Yoga Tibetano Jamyang, con series de asanas y sus respectivas meditaciones y respiraciones procedentes de la tradición Bön y de diversas escuelas yóguico-tibetanas. El maestro Tulku Tsering las difundió en occidente y a su muerte, legó el linaje y la divulgación a su destacado discípulo Jamyang Dhondup (Javier Akerman).
¿Cómo es el Yoga Tibetano?
Supone el primer paso en el camino de la búsqueda de la paz interior. A través del trabajo corporal conseguimos adiestrar o transformar nuestra mente.
Mediante la práctica de asanas y determinados ejercicios de respiración activamos la energía de los canales mejorando nuestra salud física y creando espacio en nuestra mente. De esta manera atenuamos las emociones negativas, como la codicia, el odio, el apego o la ignorancia. En estos movimientos fluidos armonizamos la forma, el flujo y la respiración adecuada dirigiendo la atención hacia nuestro interior para obtener un profundo equilibrio interno.
El Yoga Tibetano es un sistema de trabajo y de ejercicios de sensibilización envuelto en la energía vital que sigue los principios de la Medicina Tradicional Tibetana y tradición Bön. Sintetiza las antiguas prácticas de curación de Tíbet, India, China, Grecia y Persia, y los fundamentos del budismo tántrico focalizado en el sentido del camino espiritual, con el fin de poder alcanzar el perfecto estado de paz y ausencia de sufrimiento. Este camino se principia con el trabajo de limpieza del cuerpo físico, que supone la parte más burda del ser humano. Una vez el cuerpo está preparado, puede recibir y acumular la energía suprema.
La parte más sutil del ser humano es la mente. Ésta consigue evolucionar a un estado superior y espiritual merced a la liberación de los estados aflictivos.
¿En qué se diferencia del Yoga hindú?
El Yoga está considerado un sistema de iluminación, pues conecta el cuerpo, la respiración y la mente, para descubrir nuestra condición o naturaleza primordial. El Yoga nos revela un camino de integración y autoconciencia.
Todos los yogas tienen el mismo fin: la liberación del ser alcanzando la iluminación. La diferencia está en el camino, la forma y el método.
El Yoga Tibetano incluye alguna posición similar en la forma a las de Hatha Yoga y a la vez diferentes en el modo de practicarlas, especialmente en la coordinación de los movimientos y la respiración.
El Yoga Tibetano es un camino espiritual fundamentado en el auxilio a los demás y enfoca su trabajo interior en la ayuda desinteresada. Su piedra angular es el método “Tonglen”, que consiste en tomar el sufrimiento propio de los demás y ofrecer compasión infinita y apoyo a los que lo necesiten, superando el miedo al sufrimiento.
Todos los estilos de Yoga ya sean de corte más tradicionales o modernos, comparten la visión holística. En el Yoga Tibetano se desarrolla muy específicamente la integración entre nuestro cuerpo-mente-espíritu con la naturaleza y sus elementos mediante la práctica corporal a través de movimientos y posturas, respiraciones, meditaciones y visualizaciones.
¿Cómo es una clase? ¿Cuánto dura?
La clase tiene una duración de 75 minutos. Las sesiones están estructuradas en torno a cinco momentos. Abrimos la práctica con una meditación para atraer la atención al momento presente y tomar conciencia del propio cuerpo y mente. Acto seguido realizamos pranayamas o ejercicios respiratorios para purificar las vías respiratorias y pulmones. A continuación procedemos a la práctica de las âsanas o posturas. Una vez concluidas los alumnos pasan a realizar una relajación guiada, y por último pronunciamos la entrega de méritos consistente en el ofrecimiento a la totalidad de los seres vivientes, el beneficio obtenido de la enseñanza de ese día.
Beneficios de la práctica
● Favorece el equilibrio entre el cuerpo, la respiración y la mente, provocando una armonía y una elevada conciencia corporal mediante la meditación en movimiento fortaleciendo nuestra energía.
● Vigorizamos nuestro sistema inmunológico con un mayor calor interno, conectado con la función metabólica y los procesos celulares y mejorando nuestra condición física, resistencia, fuerza y flexibilidad.
● Fortalece la atención plena o concentración mental mediante una respiración profunda y consciente revitalizando nuestra salud.
● Centrando nuestro foco en el interior disminuimos nuestra ansiedad, fatiga y estrés obteniendo un hondo equilibrio interno.
● Genera un mayor equilibrio emocional al incrementar la alegría, la compasión y la liberación de nuestras emociones aflictivas.
● Los canales energéticos abiertos con un funcionamiento armónico nos permiten llegar a la claridad mental y la plenitud.
¿Para quién está indicado?
Cualquier persona puede practicar yoga, sin importar la edad, el género, el peso o las creencias religiosas, ya que esta práctica suele adaptarse a cada uno independientemente de sus limitaciones. No existen apenas contraindicaciones para realizar la práctica, ni la rigidez corporal ni los problemas físicos son óbice para llevarlas a cabo.
Está dirigida a aquellas personas que deseen encontrar el vínculo íntimo entre cuerpo y mente para elevar su conciencia y mejorar su salud.
Vanessa Montalbán está al frente de Yoga Gompa. Es discípula de los venerables maestros Tulku Lobsang y Sangye Dorje. En 2014 obtuvo la certificación en Stuttgart como profesora de Lu Jong, práctica corporal enraizada en la medicina tibetana de la mano del maestro raíz Tulku Lobsang. En 2018 obtuvo el título de formadora de profesores de Lu Jong por el centro médico budista, Nangten Menlang International, en Viena. Ha participado en numerosos retiros, impartiendo cursos y talleres desde hace más de una década. Actualmente cursa el tercer año en el Instituto Internacional de Yoga Tibetano.