El caso Verónica Forqué en un mundo sin compasión

2021-12-16

En YogaenRed pensamos que desde el yoga podemos aportar conciencia y orientación en temas de actualidad que generan gran preocupación, en una sociedad que parece estar a la deriva. Por suerte, no somos las únicas con esta inquietud. Aquí compartimos un ejemplo.

Opinamos que ser yoguis no implica renunciar a reflexionar y a intervenir en el mundo que nos rodea para intentar mejorarlo, de acuerdo con nuestra conciencia y los valores humanos y morales que el yoga, la ética universal y las religiones promueven.

En una sociedad que parece cada día más desorientada y desconectada de los problemas reales que afectan a miles de personas, las iniciativas hechas con respeto, lucidez, honestidad y humanidad son necesarias.

Por eso queremos reproducir un texto publicado en el siempre interesante instagram de la escuela MysoreHouseMadrid (@mysorehousemadrid), cuyo valiente mensaje apoyamos absolutamente.

Esta lúcida reflexión y denuncia de Jose Carballal ha tenido más de 25.000 me gusta en IG, lo cual es un auténtico tsunami de respuesta en esta red social, que viene a indicar que hay una parte de la sociedad que ya no quiere vivir en el engaño ni en la evasión permanente de la realidad, y tampoco en el silencio inducido desde los diversos grupos de influencia.

Dice así:

Hace mucho tiempo que no siento tanto enfado, rabia y tristeza. Y tanta frustración, desde mi labor como profesor de yoga, que no es otra que la de tratar de facilitar la conciencia, por la sociedad que tenemos. Y que mantenemos.

Para mí era obvio, evidente, que Verónica Forqué era una mujer con problemas psicológicos graves, serios. Y alguien así NO PUEDE ser expuesta en un programa de televisión. Ni puede ser objetivo de risas fáciles, parodias, mofas y otras, hablemos claro, estupideces, como los numeritos de yoga, que eran de un infantilismo y frivolidad penosos. La falta de salud mental es algo serio, doloroso, que no puede usarse para generar audiencia, ni beneficios. Alguien con un estado mental tan frágil tiene que estar protegido, y tratado. Y un programa de televisión debería tener un asesoramiento psicológico adecuado para valorar si alguien puede someterse a la presión que implica. Las reacciones de Verónica no eran fruto de su “divismo”, ni de su “mala educación “, eran fruto de una mente enferma que fue expuesta y llevada al extremo.

No soy tan ingenuo como para pensar que el programa la ha matado. Fue obviamente grabado hace tiempo y ella se ha quitado la vida hoy. Pero no puedo obviar que el hecho de mostrar a alguien en estados de brote absoluto y desequilibrio a millones de personas es irrespetuoso, cruel e irresponsable, y tiene consecuencias.

Mucha de la audiencia la odió (creo que odiaron a su enfermedad, y esto es un reflejo social) y se desquitó contra ella en su cuenta de IG durante la emisión del programa, atacándola, insultándola, burlándose de ella con verdadera saña. No hubo compasión. Audiencia que, obviamente, no reconoció el problema real, y ha contribuido a agravarlo, sin duda. Y es que tod@s somos muy valientes atacando a l@s demás desde nuestro teléfono y lo que es peor, nos creemos con derecho.

Siento hoy mucho no haberme atrevido a escribir sobre esto antes, lo pensé muchas veces pero temía que ella pudiera leerlo, y no quería dañarla. La salud mental importa. Las personas con problemas mentales importan. BASTA de discriminación con quienes sufren estos problemas y sobre todo, BASTA de aprovecharse de ellos. Reflexión.

Muchas gracias y felicitaciones a Jose y Rafa de MysoreHouseMadrid por sus iniciativas comprometidas con la defensa de la dignidad de las personas.