Los secretos del éxito en la formación de profesores de yoga

2021-10-28

¿Cuáles son los componentes de la excelencia en la formación de instructoras/es y profesoras/es de yoga?  Nos lo cuentan en la Escuela Internacional de Yoga, un equipo de más de 40 personas avalado por haber formado a 7.000 docentes de yoga en 20 años. Así consiguen seguir creciendo en capacidad y entusiasmo.

Escuela Internacional de Yoga

Los más de 20 años dedicados a formar profesores/as de yoga en España son una indudable garantía de calidad y seriedad pedagógica a lo largo del tiempo. La metodología de la formación para titularse como profesor/a o maestro/a de yoga de la Escuela Internacional de Yoga lleva sosteniéndose e innovando gracias a un equipo que cree en lo que comparte.

Con más de 7.000 profesionales en yoga formados en sus programas, no resulta extraño que la EIY gane popularidad curso tras curso. Tanto es así que las admisiones a sus cursos es limitada, lo que provoca que algunos de sus programas tengan una larga lista de espera.

Recientemente, en el pasado mes de septiembre, la Escuela ha pasado un proceso muy exigente para obtener el Certificado de Calidad ISO9001 para sus programas de Formación de Profesores/as de Yoga,  «lo que seguramente nos transforma en la primera escuela de yoga del mundo en obtener una certificación de tan alto nivel, más acorde con grandes universidades y organizaciones», comentan portavoces de la EIY.

La clave principal: el equipo

Aseguran en el Escuela que parte de este éxito en el mundo del yoga se debe a su equipo de formadores/as y tutores/as. Desde su nacimiento, la EIY ha apostado por personas que, además de conocimientos, experiencia y buen hacer, participan implicándose directamente en la programación de contenidos, el desarrollo de los cursos y especialmente en el seguimiento e interrelación con el alumnado.

Según su fundadora, Mayte Criado, el próximo año estima que se duplicarán los cursos de formación, lo que se traducirá en más oportunidades de trabajo para profesores/as de yoga que a su vez se han formado en la EIY. «El deseo de la Escuela Internacional de Yoga es recuperar e impulsar una Formación de Yoga renovada después de que la pandemia haya perjudicado las salidas profesionales de multitud de personas cuyos ideales han sido mermados».

Formación con metodología propia y actual

La Escuela Internacional de Yoga diseña en España y en algunos países hispanos sus cursos de yoga. Lo hace desde una profunda conexión con la cultura hindú, sus caminos espirituales y con personas cuyas vivencias han sido y son plenamente enriquecidas por esta disciplina milenaria.

Los contenidos se desarrollan internamente en el área de Pedagogía e I+D, lo que permite a la escuela ofrecer actualizaciones constantes dentro de sus cursos y una metodología propia en continua evolución. Todos los procesos que se despliegan para renovar contenidos, respetar el legado de la tradición e integrar nuevas perspectivas y/o descubrimientos, son vividos por cada una de las personas del equipo, quienes los ponen en marcha cultivando el estudio, la práctica personal y, sobre todo, una implicación fundamental con el estilo de vida y el camino yóguico.

“Es muy importante para que los cursos puedan brindar profundidad y transformación, saber reconocer los aspectos que no solo interesan a las personas que se inscriben en ellos, sino que puedan servir para sus propias vidas y su autorrealización”, apunta Laura Cantillo, integrante del equipo pedagógico de la EIY.

Los cursos, en los que predominan tanto los temas atemporales de yoga –que conforman la base sobre la que se ha construido un legado de más de 30 siglos de historia– como los más actuales –que forman parte de los contextos del siglo XXI– se desarrollan con el objetivo de ahondar en su comprensión, particularidades y evolución. Como la práctica de ásana, que siendo perfecta en su origen, sin duda debe atender hoy día a estilos y formas que puedan adaptarse con seguridad y sensibilidad. O la anatomía, que destaca por su manera única de relacionarse con los efectos de las prácticas de yoga. O prácticas como el pranayama, que se conocen por su capacidad para regular las energías en el cuerpo y en la mente.

La EIY sigue apostando por el desarrollo de una metodología capaz de cambiar el lenguaje actual dentro de las sesiones de yoga y una pedagogía respetuosa con la necesidad de devolver al ser humano su capacidad para vivir con armonía y equilibrio. “Estamos en constante búsqueda de nuevas formas de transmitir el yoga y comunicar sensibilidad. Es hora de desestructurar de una vez ese lenguaje que en las prácticas físicas tiende a la dureza y a la rigidez”, continúa Javier Ercilla, miembro del equipo de tutores/as. “Sentimos que debemos poner nuestro granito de arena para que nuestras palabras, a la hora de dar indicaciones en la práctica de yoga, ofrezcan otra manera de conducirse, más consciente y suave sin perder precisión ni restar a la técnica”, concluye.

Máxima precisión, sensibilidad, respeto y conciencia: el mantra a seguir

Además de practicar un yoga con precisión, la propuesta de la Escuela Internacional de Yoga pone de relieve el ser extremadamente sensible. En esta cualidad tiene mucho que ver la trayectoria de su fundadora, Mayte Criado. “El Yoga es un camino de vida, y la práctica de posturas debe ser meditativa. Con el tiempo me he dado cuenta de que la técnica debe estar al servicio de la persona y no al contrario. Lo único que nos traemos entre las manos cuando practicamos yoga es la vida. Vivir. Aprender a vivir plenamente. Con conciencia”, afirma Mayte. «Priorizamos que los cursos puedan brindar profundidad y transformación, sabiendo reconocer los aspectos que puedan servir para la propia vida y la autorrealización».

La EIY asegura revisar cada detalle para mantener su prestigio. “Constantemente estamos haciendo seguimiento, autoexamen y evaluación, tanto de las prácticas que ofrecemos como de los valores que impulsan nuestra misión y de los procesos para la mejora continua de todos nuestros cursos”, asegura Nadir Criado, CEO de la Escuela Internacional de Yoga. En esas revisiones, las aportaciones y reflexiones alumnado son muy importantes: “Tenemos en cuenta su feedback para ser más conscientes y responsables, para ofrecer una alta formación y un esmerado servicio”.

Una vivencia única y transformadora

Tras la creación de sus cursos y de la metodología a seguir, llega el momento de la puesta en marcha. Se forman los grupos y todo cobra vida y se convierte en un proceso transformador e inolvidable. La vivencia del proceso formativo es una experiencia vital, humana y espiritual para profesores/as y estudiantes.

La EIY se alinea con el concepto de Become yourself (sé tu mismo). Impulsa una práctica ética de yoga basada en el descubrimiento de los potenciales personales y en la generación de oportunidades para su desarrollo. “Para ello, se cuida cada paso durante la formación, concediendo tiempo a las tutorizaciones personales para que el/la alumno/a sienta apoyo durante los meses que dura cada curso”. añade Nadir Criado.

Últimas novedades en la Escuela

Aprovechando la apertura de su nueva sede central en Madrid, la EIY ha homologado su local de más de 500 metros para impartir el Certificado de Profesionalidad, oficial en España, de Instrucción en Yoga.

Además, ha pasado un proceso muy exigente para obtener el Certificado de Calidad ISO9001 para sus programas de Formación de Profesores/as de Yoga. Le ha sido concedido en septiembre/2021, «lo que seguramente nos transforma en la primera escuela de yoga del mundo en obtener una certificación de tan alto nivel, más acorde con grandes universidades y organizaciones», comentan.

Además, ya están abiertas las admisiones para sus Cursos de Formación de Profesores/as de Yoga y de Especialización, cursos con titulación propia, registrados en la Yoga Alliance, y avalados por las organizaciones de yoga más importantes a nivel nacional e internacional, en modalidad online para cualquier país del mundo y modalidad presencial en España. Todos los cursos cuentan con el excelente equipo de formadores/as y tutores de Yoga de la comunidad EIY, un equipo que integra a personas jóvenes y también a un profesorado con más de 30 años de experiencia.