Yoga para embarazadas: todo beneficios

2021-03-01

El mantra Sat Chit Ananda (satcitananda) define muy bien a la mujer embarazada que conecta fácilmente con la práctica de yoga, ya que está más cerca que nunca de su ser. Además, el llevar a otro ser en su interior hace que sea más consciente aún. Tal estado de dicha y felicidad en estos momentos está en su naturaleza. Escribe Maricarmen Hernández Planes.

Sat es el ser, la existencia, la Verdad. Chit, la consciencia del ser. Ananda, la felicidad, el éxtasis, el Amor suscitado por la realización del ser.

La mujer embarazada se acerca al yoga con muchos temores, se preocupa de que todo vaya bien, de que su bebé esté bien, de que el parto sea lo más natural posible y sin complicaciones. Y encuentra en el yoga una herramienta propicia para relajarse, respirar y prepararse para ese precioso momento de tener a su hijo.

El proceso del embarazo lleva consigo muchos cambios físicos para la mujer, es aquí donde las asanas, posturas de yoga específicas para ella y dirigidas por un profesional, le van a suponer una gran ayuda. Durante la práctica de asanas va reconociendo y tomando conciencia de los músculos y órganos que intervienen en el parto, preparándolos para ello al incrementar su elasticidad y relajación. Así, trabajamos principalmente aquellas posturas que ayudan a reconocer toda la pelvis, fortalecer la zona lumbar y el periné.

Es importante tener en cuenta el momento en el que cada mujer se encuentra, así que, como profesora de yoga para el embarazo, al recibirlas aprovecho para preguntarles y observar cómo está cada una, interesándome y hablándolo con ellas. También aprovecho la primera fase de la práctica, en la que hacemos un calentamiento que nos prepara física y mentalmente, para dejar fuera todo lo que implica casa, trabajo, etc. e ir creando un espacio en el que compartir con las demás mujeres embarazadas, lo que supone de gran apoyo. La mujer encinta manifiesta que el día que viene a la práctica no sólo esta más tranquila sino que además duerme mejor. Este puede ser uno de los motivos por los que con su segundo embarazo, cuentan los días para venir a yoga para embarazadas.

Pranayama: la conexión interior

Es una palabra sánscrita que significa prana, energía vital, y yama, control. En nuestras prácticas con embarazadas –y realmente con cualquier grupo– comienzo siempre tomando conciencia de nuestra respiración, de manera que sea desde la respiración que dirijamos nuestra práctica. A veces la forma más sencilla de hacerlo, teniendo en cuenta que la mujer embarazada en muchas ocasiones se acerca por primera vez al yoga, es con suaves movimientos que acompañen e incluso faciliten la inspiración y expiración como Gato-Vaca, el Camello hacia delante y atrás, o simplemente abriendo los brazos al inspirar y cerrarlos al expirar con la técnica denominada Shanti-pranayama.

Cuando aprendes a conectar con la respiración no solo se hace la guía de tu práctica, también de tu vida, ayudando a tomar el control de cualquier situación. Además, con la mujer embarazada es una forma más de conexión con su bebé, potenciando el binomio Mamá-Bebé. Así que, como les recuerdo siempre a las premamás, uno de los sonidos más cercanos que tiene su bebé y con el que ambos conectan fácilmente es SO-HAM, el mantra natural de la respiración, en el que SO es el sonido de la inhalación y HAM el de la exhalación.

Para quedarte simplemente observando tu respiración completa, has de observar el movimiento de la respiración en ti, el abdomen elevándose, el tórax ligeramente ensanchado… todo sin forzarlo. Si crees que te cuesta hacerlo, piensa en como respira un bebé recién nacido, hazlo así, pues él lo hace naturalmente. En este punto de la práctica la mujer embarazada estaría ya relajada, que es algo que necesita también especialmente, y feliz.

Maricarmen Hernández Planes. Profesora de yoga y meditación. Profesora de grupos de Yoga para Embarazadas.

Formadora de profesores en Escuela de Yoga Dhyana y Formadora de Especialidades como son Yoga para Embarazadas y yoga para Niños.