Tu formación es indispensable e insustituible para dar clases. Es más, debería estar en constante aprendizaje, mejora, capacitación, superación y profundización. Pienso que, por muy buen profesor que seas, no debes abandonar nunca tu rol de “alumno”. Escribe Susi Mas.
Como profesores de yoga emprendedores es preciso tener claro que nuestra voluntad de superarnos y mejorar debe estar presente. La enseñanza de yoga es una tradición viva, un legado de valor incalculable que nos entrega las herramientas para liberarnos y encontrarnos. Es disciplina y técnica. Alcanza temas tan amplios como la anatomía, la fisiología, la kinesiología, la filosofía, el funcionamiento de la mente y además, la pedagogía educativa, la secuenciación, la comunicación manual y verbal, la creación de contenido….
Los profesores de yoga nos ocupamos de grandes componentes de la condición humana y del impulso constante de trascender, mejorar y transformar. Esto significa que nuestro trabajo no es tan simple como dar clase 6 o 10 clases de yoga a la semana y conseguir que los alumnos se encuentren mejor. Por supuesto que eso es parte de nuestra tarea… pero, seamos conscientes de esto, hay algo mucho más grande detrás de la enseñanza que a veces no recibe la apreciación adecuada: los profesores de yoga somos educadores, somos docentes.
Enseñanza de Yoga: técnica + actitud
Como profesores nos movemos en un terreno sumamente amplio en el que debemos equilibrar la balanza entre la formación y la actitud. Todo el lado técnico y práctico de la enseñanza debe estar cubierto.
Tu formación es indispensable e insustituible para dar clases. Es más, debería estar en constante aprendizaje, mejora, capacitación, superación y profundización. Pienso que por muy buen profesor que seas no debes abandonar nunca tu rol de “alumno”.
Por otro lado, ese componente educacional de las clases emerge de la actitud que tienes frente a las mismas. Y has de estar comprometido con ello. El mismo empeño que pones en mejorar tu técnica y las propias áreas de la enseñanza lo deberías poner en la mejora de, por ejemplo: la calidad de tu atención, las habilidades sociales, la empatía, la gestión de tus emociones o la superación de miedos o inseguridades.
Cuando alcanzas el equilibrio entre estas dos áreas tu confianza en ti mismo y tu trabajo se consolida y eres percibido como un gran profesional que evoluciona y mejora año tras año. Si no lo haces pueden ocurrir algunos desequilibrios…
La titulitis
Hay profesores que se meten en la rueda inacabable de las formaciones. Hacen una formación tras otra, un curso tras otro, y aunque quieren dar clases, nunca es el momento adecuado, nunca saben suficiente, nunca se sienten preparados para dar el paso. Acumulan títulos y más títulos y no terminan de comprometerse con su vocación.
Por otro lado, encontramos casos de verdaderos prodigios en la enseñanza, con una extensa cantera de experiencia en su haber, que muestran cero empatía y cercanía. Son profesores inalcanzables que no permiten la creación de un vínculo real con sus alumnos. Como he dicho antes, coincido en que la superación debe estar presente, pero sólo la formación no sirve, no somos robots. La calidad humana debe estar presente en clase y tu actitud tiene que ser receptiva y voluntariosa.
La buena intención
Desgraciadamente también he visto en alguna ocasión a personas que, sin tener ningún tipo de formación, se posicionan y trabajan como profesores de yoga con el argumento de que tienen muchos años de práctica personal. O profesores que con una sola formación (en ocasiones muy precaria, de varios fines de semana) ya se dan por satisfechos y dan clases de yoga con una autoridad que en realidad no tienen.
No dudo de su buena intención, del corazón y las ganas que le pondrán a sus clases. Pero igual que la titulitis no lo es todo, la buena voluntad tampoco.
En tu camino como transmisor del yoga, como educador y docente tienes que responsabilizarte plenamente de tus alumnos. Sé que estas opiniones pueden parecer agresivas, pero creo que son necesarias para que seamos conscientes del panorama actual del yoga y trabajemos en pro de una enseñanza de calidad, digna y respetada.
Como dije al principio, hacemos mucho más que dar clase durante 60 minutos…
Susi Mas es profesora de yoga desde hace 10 años. Desde entonces está plenamente dedicada a la enseñanza y combina sus clases presenciales con su pasión por el mundo digital. Es fundadora del Instituto de Yoga, una plataforma online pionera en España comprometida con su deseo de que la labor de la enseñanza de yoga sea digna, reconocida y profesional. A través de su contenido y formaciones Susi acompaña a los profesores de yoga recién titulados a mejorar sus clases, potenciar sus talentos y generar ingresos estables.
No te pierdas su blog: http://institutodeyoga.es/