Entrevista con Didier Danthois: «Necesitamos aprender a vivir con nuestras emociones»

2016-10-03

¿Qué tienen en común la figura del clown con el budismo tibetano? “Nuestro trabajo consiste en enseñar a vivir con todo lo que surge en tu cuerpo, tu mente, tus emociones desde la presencia, la observación y la aceptación”. Si quieres saber más del interesantísimo trabajo que realiza Didier Danthois, lee esta entrevista de YogaenRed.

didier-danthois

“Todo nuestro trabajo persigue reconectar nuestro Ser con nuestra naturaleza más profunda”, afirma Didier Danthois, investigador, terapeuta y fundador del Teatro del Corazón junto a su compañera Sara Rajzman, cuyo objetivo se centra en ayudarnos a reconocer y transformar las emociones utilizando la expresión creativa.

Su camino comenzó hace 33 años estudiando artes circenses y clown en la Escuela de Circo Fratellini (París). Continuó su formación aprendiendo danza expresionista, mimo y psicoterapia. Esa búsqueda de la expresión creativa dentro de la espiritualidad le llevó a seguir las enseñanzas del Buda y así, durante los últimos 24 años Didier ha profundizado en el conocimiento del ser humano al lado del maestro budista de la tradición tibetana Sogyal Rimpoché. También permaneció durante 10 años junto al maestro indio de Calcuta, Rajeswar Batthacharya, aprendiendo canto Raga.

¿Cómo te iniciaste en el camino de la sanación emocional?

Didier: A los 20 años pensaba que no viviría mucho, diez años más y luego… adiós. Como no era feliz, un día tomé la decisión de descubrir dónde se encontraba mi alegría de vivir, porque era imposible que no estuviera en mí mismo. Así que lo dejé todo, mi familia, trabajo, mi ciudad, mis estudios. En ese momento el Universo se manifestó y decidí estudiar en una gran escuela de circo en París. Al principio fue difícil porque mi cuerpo no estaba preparado para tanto trabajo con él y tan exigente. Pero nada mejor que una escuela de circo para perder todos los miedos: trapecio, acrobacia, danza clásica, clown, claqué… Cuando me pude liberar del miedo fue fantástico.

Después de un tiempo en París me fui a vivir a Londres, donde continué estudiando psicología humanista, más tarde psicología biodinámica y psicoterapia. Y también hice una formación intensa para ser profesor de yoga. Todo el trabajo que he desarrollado está basado en la actitud de escucha profunda del cuerpo en un estado de tranquilidad, sentir sus sensaciones y conectar con los elementos que están en el inconsciente de la persona, para desarrollar movimientos y emociones con todo el cuerpo que ayuden a comunicar y expresar. Esto permite el reconocimiento y la liberación de los bloqueos emocionales.

¿Cuándo decides incorporar tus conocimientos de expresión artística, en concreto el mimo y el clown, a tu trabajo?

Durante un tiempo formé parte de una compañía de teatro y danza para personas con discapacidades. Fue un trabajo muy interesante, y el origen de todo mi actividad posterior como terapeuta. Trabajé con personas que no podían ver, oír o pensar lógicamente. Fue una experiencia muy interesante para descubrir otros aspectos de la mente y del corazón poco frecuentes, a través de la actuación y de la danza. He aprendido mucho porque estas personas que no funcionan como la mayoría me enseñaron que hay formas muy ricas de comunicación y expresión a través de las que se puede llegar directamente al corazón.

Estas personas con discapacidades en general están más conectadas con su corazón, ya que no se dispersan tanto con expectativas hacia el exterior y permanecen más en contacto con su interior. Es increíble la sensibilidad de estas personas, cómo desarrollan otras capacidades creativas, expresivas y comprensivas en la piel, con el sonido…

Esto me aportó un ángulo diferente para observar a los seres humanos y la vida. Tras doce años trabajando en el campo de la psicoterapia, sentí una llamada para ofrecer este tipo de trabajo a todo tipo de personas. Una vez más en este momento el Universo hizo que cruzara en mi camino un taller que se hacía llamar de “Dancing Clown”. Cuando quise hacerlo, ya había pasado, pero las palabras hicieron surgir una luz interior.

¿Cómo desarrollas tu trabajo con el Clown y qué significa exactamente?

El Clown tiene un significado más profundo del que se piensa: es el aspecto sagrado del Clown. Eso estaba ya en mi interior de forma natural, no necesitaba aprender, pero estuve estudiando y trabajando como asistente de un profesor de Clown durante siete años, hasta que él se retiró y yo seguí con su trabajo. Esto derivó en la escuela “Fool at Heart”, que no se puede traducir literalmente en español como “loco de corazón”, sino que hay que interpretarlo como el arquetipo que es.

El “Loco” o “Bufón” es un arquetipo que existe desde que existe el ser humano. Shakespeare, Einstein, Blake ya se refirieron a él y a su sabiduría. Su figura deriva en la del Clown mucho más tarde, a principios del siglo XIX, como arquetipo de un hombre muy sencillo e ingenuo. El Bufón, Loco o Clown no es sino una cualidad de la consciencia, de la vida misma, del ser humano, que expresa la alegría de vivir, la esencia de la poesía de la vida, clara y desnuda. No es un logro del intelecto sino la creación del corazón, del genio de la vida.

¿Podrías explicarlo más y decirnos cómo se relaciona con una tradición espiritual como el budismo?

La cualidad de pureza e inocencia propia del arquetipo del Loco no la valoramos en nuestra sociedad porque no genera dinero, sino que es para la realización del alma. Pero aunque es muy importante cultivar y nutrir esta pureza e inocencia de la percepción y la consciencia, esto no se puede hacer a un nivel conceptual ni intelectual, sino a través de un trabajo espiritual más allá del pensamiento, más profundo.

Buda nos enseñó que hay en nosotros una parte mucho más profunda que la actividad del pensamiento. Es la naturaleza de la mente y, según el budismo tibetano, la percepción pura. He practicado meditación desde 1993 según el linaje del budismo tibetano, y todas sus enseñanzas sobre la naturaleza de la mente están incluidas en nuestra manera de trabajar con el cuerpo, con la mente, en cómo creamos una situación para conectar con nuestra presencia profunda… La raíz de todo este trabajo de 30 años es la meditación.

Sara, ¿cómo te ha beneficiado a ti y beneficia a las personas el trabajo que desarrolláis?

Sara: Cuando descubrí este trabajo ya practicaba meditación, yoga, teatro… Pero en parte no era consciente de todo lo que tenía que sanar de mí misma. Con el yoga y la meditación sí podemos tener una experiencia espiritual muy buena pero si no tenemos una base sana, no llegan a sanar las heridas muy profundas. Lo que es muy interesante en nuestro método es que trabajamos en todos los niveles: cuerpo, emociones, mente, espíritu.

A veces se usa la espiritualidad para ir más allá de las propias emociones, pero este método te ayuda a volver a tu naturaleza interior para conectar con tus emociones. El Clown es un arquetipo muy poderoso que permite a muchas personas, cuando van con su nariz roja, conectar con sus emociones, y así jugar, reconocer, transformar y sanar.

Ese es el efecto sanador de vuestro método…

Didier: Para meditar necesitas ir más allá de tus emociones. Pero para ello primero hay llegar a ellas, vivirlas, sentirlas en el cuerpo, expresarlas. Hay que aprender a jugar con las emociones.

A veces huimos de una emoción incómoda, la silenciamos, la reprimimos, pero entonces se multiplica, no desaparece. Necesitamos aprender a vivir con las emociones y reconocerlas en vez de reprimirlas. Es decir, utilizar la consciencia para transformarlas.

En las enseñanzas budistas se nos enseña a trabajar con la consciencia para poder transformar y sanar. Cuando un aspecto inconsciente aflora a la consciencia en cuando podemos cambiarlo. Por tanto, la plena consciencia es la llave que puede abrir la puerta de la transformación. Es terrible para la salud intentar suprimir un sentimiento, porque no desaparece, tiene vida. Nuestro trabajo consiste en enseñar a vivir con todo lo que surge en tu cuerpo, tu mente, tus emociones desde la presencia, la observación y la aceptación.

Y el Clown nos ayuda a lograrlo…

El arquetipo del Clown es fantástico para enseñar y aprender porque puedes reflejarte en él y liberar partes que son inconscientes. Tiene mucho poder para ayudar a reconocer y descubrir partes de ti que has suprimido.

Hay personas que descubren con sorpresa una alegría que tenían reprimida, y otras personas siempre sonrientes descubren la tristeza. Pero es que necesitamos conectar con la tristeza y con la alegría; es la misma energía y necesitamos las dos para estar en equilibrio. Con el Clown podemos experimentar, expresar y conectar con la tristeza y la alegría, observar cómo danzan las dos juntas para expresar la riqueza real del alma.

Este trabajo ayuda a muchas personas en el mundo actual porque necesitamos una nueva manera de estar con la vida, más consciente, abierta, apreciando lo que la naturaleza ofrece a cada persona. Necesitamos purificar nuestro el Ser para percibirlo.

Ver los talleres que ofrecen Didier y Sara en Madrid el próximo día 8 de octubre: pincha AQUÍ