Los 7 Chakras: Había siete camitas…

2020-02-07

“Trabajar” los chakras significa hacernos conscientes de cada una de estas dimensiones, siete estancias, siete camas donde duerme el alma, cubierta de sábanas blancas, los velos que impide a nuestra personalidad reconocerse en ella. Escribe esta sección Carmen Viejo (ver primera entrega)

Imagen de Rafael Javier en Pixabay

“En la cabaña en el bosque había, una junto a la otra, siete camitas cubiertas con sábanas blancas como la nieve, y Blancanieves se acostó en ellas para descansar y se durmió”…

Los chakras representan la condensación en el astral de las diferentes dimensiones o aspectos de lo único y esencial, como sedimentos de las edades del Cosmos, huellas grabadas en la información de la materia en evolución.

Por ello no pueden ser considerados de forma aislada, sino como un continuo que cuenta la historia de la vida; así como la luz blanca solo puede hallarse en la sucesión de los siete colores.

“Trabajar” los chakras significa hacernos conscientes de cada una de estas dimensiones, siete estancias, siete camas donde duerme el alma, cubierta de sábanas blancas, los velos que impide a nuestra personalidad reconocerse en ella.

En cada chakra descansa una revelación de la historia de la conciencia, y el siguiente solo es la suma de los anteriores. El Hatha yoga, basado en la armonización de los dos aspectos fundamentales de la dualidad, lo solar y lo lunar, conciencia y vida, el Yang y el Yin, logra una continua y progresiva habitabilidad de cada uno de ellos y de todos en su conjunto, en una cadena solidaria de unos con otros. Las ásanas tienen inscritas en sí este conocimiento inmemorial. Y una sesión de yoga es la representación de ese devenir:

Primero, tomamos tierra, base, sostén, pues la mente sin cuerpo es como una golondrina sin posibilidad de posarse y de volver  casa.

La expresión clave del primer chakra Muladhara es “agradecimiento”.

Segundo, nos sumergimos en el agua, portadora del germen de vida, hábitat natural de lo anímico y sus misterios por pertenecer a los dos mundos.

La expresión clave del segundo chakra Svadhisthana es “respeto”.

Tercero, en el fuego se forja el yo, la personalidad, el tan traído y poco entendido ego, el descubrimiento de la individualidad, necesaria para hacer el camino consciente.

La expresión clave del tercer chakra Manipura es “dominio personal”.

La cuarta es la casa del aire, de la empatía y de la comunicación, de la superación de lo egoísta en lo colectivo y fraterno, el nosotros.

Y por eso la expresión clave del cuarto chakra Anahata es “amor”.

La quinta estancia se estrecha. Requiere desnudarnos de cualquier artificio para poder acceder a ella.  En el éter solo cabe lo auténtico, lo que nos define, el fruto preciso, el don.

Es Vishuddhi chakra y su expresión clave es la “voz del alma”.

Cuando las cinco anteriores estancias se encuentran habitadas, es fácil desde dentro abrir la ventana de la sexta, una atalaya al espacio de conciencia para poder observar la mente.

Y la expresión clave de Ajna chakra es “comprensión”.

La misma comprensión que enmudece al comprender en la cúspide de la bóveda de nuestra cabeza que solo se puede conocer el cosmos no sabiendo, y solo ser, no siendo…

Y surge en Sahasrara chakra la palabra “unión”.

El violeta del séptimo chakra comparte el azul del sexto y el rojo del primero, es la conexión entre ambos. Blancanieves se recoge entonces sobre sí misma y nos sitúa en un nuevo comienzo evolutivo de la eterna espiral. Este nuevo viaje nos encuentra un poco más despiertos, con un “agradecimiento” renovado que nos llevará a mayor “respeto”, para lograr un “dominio personal” más cierto, que nos abra a ese “amor” empático del nosotros, permitiendo que surja clara la “voz del alma” en nuestros frutos, llevándonos a la “comprensión” de nuestro camino, con un potente sentimiento de “unión”… Una y otra vez a lo largo de la existencia, volveremos a la casa de la espesura a trabajar con el pico y la pala en la extracción de las gemas interiores…

…porque este cuento no tiene fin.

En los próximos artículos nos adentraremos, una por una, en las siete camas donde duerme Blancanieves, para retirar las blancas sábanas que la velan y reconocerla en cada dimensión de nuestro microcosmos. Acompáñanos en el viaje, meditando en lo que te vamos a ir contando. Déjate llevar por este maravilloso cuento de la vida.

Carmen Viejo Heredero. Profesora de Yoga, Licenciada en Ciencias de la Información y titulada por la Asociación Española de Practicantes de Yoga (AEPY) y por la Escuela Sivananda.

Talleres, retiros y clases en Granada www.presentia.es

Próximo taller intensivo: 14 de marzo del 2020, comienzo del “II Curso de Capacitación en Yoga, una experiencia personal de iniciación y transformación”.

Más información en Facebook: María del Carmen Viejo Heredero y ahimsayogandalucia@yahoo.es