La medicina dice sí al yoga contra el cáncer

2023-02-20

Estudios médicos recientes confirman que el yoga puede ayudar a los pacientes con cáncer a mejorar su calidad de vida. Su práctica permite reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño, aumentar la energía y la flexibilidad. También disminuye los síntomas de ansiedad, depresión y fatiga relacionada con los tratamientos. Aitana Bernabé.

la medicina del yoga

En los últimos años, las investigaciones sobre los beneficios de la práctica del yoga en los pacientes de cáncer no dejan de aparecer en las revistas científicas. Un estudio publicado en Journal of Clinical Oncology encontró que los enfermos tratados con yoga experimentaron una mejora significativa en la calidad de vida. La inflamación crónica deteriora la funcionalidad física y puede conducir a la fragilidad y la discapacidad, pero el yoga amortigua o limita tanto la fatiga como la inflamación, concluyendo los oncólogos en que la práctica regular podría tener importantes beneficios para la salud de sus pacientes.

Parecidos descubrimientos sobre la mejora de la fatiga relacionada con la terapia contra los tumores también se leyeron en Journal of Pain and Symptom Management y en la revista Integrative Cancer Therapies, que apuntaba que el yoga puede reducir los síntomas de ansiedad y depresión en los pacientes con cáncer.

Por su interés, transcribimos parte del artículo «Di sí al Yoga» publicado en la web cancer.org:

La antigua práctica india del yoga combina la meditación, la respiración y posturas y posturas precisas para establecer una conexión con los pensamientos, el cuerpo y el espíritu. Las personas que practican yoga dicen que conduce a un estado de salud física, relajación, felicidad, paz y tranquilidad.

Cierta evidencia muestra que el yoga puede reducir el estrés, aumentar la fuerza y ​​reducir el dolor de espalda mientras proporciona ejercicio. Según un informe de los Institutos Nacionales de la Salud, también hay evidencia de que cuando se usa junto con un tratamiento médico convencional, el yoga puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas relacionados con el cáncer, el asma, la diabetes, la adicción a las drogas, la presión arterial alta y las enfermedades cardíacas. y dolores de cabeza por migraña. El yoga no puede curar el cáncer u otras enfermedades crónicas, ni debe usarse por sí solo para tratar ninguna condición médica o retrasar el tratamiento.

Y otro artículo titulado «Los beneficios del yoga durante el cáncer y cómo empezar» de la web cancer.net, firmado por la doctora Kimberly Lowe, investigadora del cáncer durante 20 años, en los que ha tratado de mejorar los diagnósticos y la calidad de la atención para las personas con cáncer. También es la fundadora de Empower You, que ofrece herramientas cuerpo-mente para las personas afectadas por el cáncer, que incluyen yoga, meditación, nutrición, automasaje guiado, medicina energética guiada y clases de arte.

Este es la transcripción del artículo:

Muchas personas se sienten atraídas por el yoga por su manera suave pero efectiva de aumentar nuestra fuerza física y flexibilidad, al mismo tiempo que calma nuestras mentes y emociones. Si acabas de recibir un diagnóstico de cáncer o estás en medio de un tratamiento activo, es posible que te preguntes si el yoga es adecuado para ti.

Entre las personas que viven con cáncer, las razones comunes que escucho a menudo para no hacer yoga incluyen: “Estoy en tratamiento activo y no sé si es seguro para mí”, «No me siento equilibrado en este momento, por lo que el yoga me parece arriesgado”, “No hacía yoga antes de mi diagnóstico y me estresa probar algo nuevo”, “Estoy demasiado cansado”, “No soy flexible” y “¡No sé cómo!”…

¿Alguno de esos argumentos te suena familiar? Si es así, una vez que comprendas las formas únicas en que el yoga puede ayudarte durante tu experiencia con el cáncer, esas dudas y temores pueden dar paso a la curiosidad y una nueva dirección en la forma en que haces ejercicio.

Para las personas que viven con cáncer, los muchos beneficios y ventajas del yoga pueden pasarse por alto fácilmente. Una vez que su médico les haya dado luz verde para hacer ejercicio durante o después del cáncer, hay cuatro razones principales por las que deberías considerar agregar el yoga a tu rutina diaria o semanal.

1. El yoga es bueno para los huesos.
Algunos tipos de cáncer y sus tratamientos pueden hacer que los huesos se debiliten, lo que aumenta el riesgo de fracturas. Algunas posturas de yoga sencillas ayudan a fortalecer los huesos de una manera suave y de base. De hecho, muchas de las posturas de yoga tradicionales se consideran ejercicios de fuerza. Por ejemplo, todas las posturas de pie fortalecen los huesos de las piernas, la pelvis y la columna vertebral. Las asanas que requieren apoyo sobre las manos y rodillas tienen el beneficio adicional de fortalecer los huesos de los brazos y piernas. Además, ayudan a encontrar la alineación de tu cuerpo, lo que lleva a mejorar la fuerza de la columna, la flexibilidad y el equilibrio general.

2. El yoga es bueno para el sistema inmunológico.
Hay diez sistemas principales en el cuerpo humano. Los sistemas cardiovascular y digestivo son comúnmente conocidos y reciben mucha atención cuando pensamos en nuestra salud general. El sistema linfático, que es parte de nuestro sistema inmunológico, puede no ser tan conocido, pero juega un papel importante en la forma en que nuestro cuerpo se desintoxica y nos protege de las enfermedades.

A diferencia del sistema cardiovascular, que es impulsado por los latidos del corazón, el líquido del sistema linfático circula a través del movimiento de los músculos. El líquido linfático viaja a través del sistema linfático y transporta células que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Ciertas posiciones del cuerpo ayudan a mover ese líquido hacia el conducto torácico en el pecho, donde será procesado y expulsado de vuelta al cuerpo. Por ejemplo, si levantas los brazos por encima de la cabeza, como se hace en muchas posturas de yoga, se estimula el drenaje del líquido linfático de los brazos. Hay innumerables formas suaves en que el yoga puede ayudar a limpiar el sistema linfático para mejorar la inmunidad y la salud.

3. El yoga es bueno para el estado de ánimo.
Muchos estudios han demostrado que el yoga tiene un impacto positivo en la salud mental, incluida la reducción de la ansiedad y la depresión y una mejor calidad de vida. Recibir un diagnóstico de cáncer puede asustar a cualquiera, y la incertidumbre que sigue resulta difícil de manejar. El yoga es beneficioso para aminorar los sentimientos de miedo, ansiedad y angustia porque ciertas posturas están diseñadas para activar el sistema nervioso parasimpático, también conocido como el «sistema de descanso y digestión». Cuando está activo, este sistema desencadena la respuesta de relajación en el cuerpo, lo que puede ayudarnos a tranquilizarnos e incluso a dormir mejor.

4. El yoga es bueno para los músculos.
Las posturas de yoga varían de suaves a intensas. Aparte de las asanas restaurativas, diseñadas para activar la respuesta de relajación descrita anteriormente, la mayoría de las posturas requieren algún tipo específico de movimiento o permanencia activa que fortalecerá los músculos. Las personas con cáncer a veces afrontan desafíos asociados con el tejido cicatricial o a los efectos secundarios del tratamiento, y muchas posturas de yoga pueden ayudar a mejorar el rango de movimiento y la flexibilidad, facilitando la vida diaria. Las asanas más activas tienen el beneficio adicional de fortalecer el sistema cardiovascular porque pueden requerir varios músculos para mantener la postura. Sin embargo, hay muchas posturas suaves que son una forma fantástica de ayudar a desarrollar fuerza y ​​flexibilidad durante y después del tratamiento.

Cómo empezar con el yoga durante el cáncer
Si te sientes inspirada/o para comenzar a hacer yoga después de un diagnóstico de cáncer, habla primero con tu médico para asegurarte de que esté de acuerdo en que el yoga es seguro y beneficioso en tu caso. Si nunca has hecho yoga antes, recuerda que nadie sabe cómo hacer yoga cuando empieza. Comienza despacio y dale una oportunidad. Te unirás a una comunidad solidaria de personas que valoran la paz, la salud y el empoderamiento personal.

Cada vez más centros de tratamiento del cáncer ofrecen clases de yoga, y hay muchas clases de yoga disponibles en línea específicamente para personas afectadas por el cáncer. Lo más importante es recordar que el yoga no tiene que ser difícil para ser beneficioso. ¡Incluso unos pocos minutos de mover tu cuerpo con la respiración de manera consciente pueden marcar una gran diferencia en cómo te sientes!

Aitana Bernabé es periodista especializada en yoga y redactora de Yogaenred.