Superalimentos: Espirulina

2023-02-15

Desde que los llamados «superalimentos» llegaron de las ecotiendas y herbolarios a las grandes superficies, se han convertido en un negocio emergente. Aquí os contaremos los mitos y verdades sobre los más populares, y seguiremos para ello un informe de la OCU.

Espirulina

Si primero fueron el cacao, las semillas de chía, la quinoa, los frutos rojos o el polen de abeja, van popularizándose otros a los supermercados como el kale, la cúrcuma, el aloe vera… ¿Son esos productos tan buenos para la salud, tan ricos en nutrientes tales como vitaminas, minerales y antioxidantes, y con tantas propiedades curativas extraordinarias?

Espirulina (Arthrospira platensis)

Origen

El empleo de las algas y microalgas en el sector alimentario en la Unión Europea está directamente ligado a la regulación sobre nuevos alimentos. Con anterioridad a 1997, ya se consumían determinados tipos de algas de acuerdo con el derecho alimentario de la UE, como por ejemplo la Chlorella pyrenoidosa y la Arthrospira platensis, popularmente conocida como espirulina.

La espirulina es una cianobacteria o alga verdeazulada del género Arthrospira, un microorganismo unicelular filamentoso de gran interés en el campo de la biotecnología, y que se cultiva en muchos lugares del mundo. Se cree que fue una fuente de alimento para los aztecas, y hay evidencias de su uso en la alimentación ya en el siglo IX, en los alrededores del lago Chad, donde se elaboraba un producto denominado Dihe, una especie de tortilla con tonalidad verdosa para el consumo humano. A partir de la última mitad del siglo XX empezó a cultivarse para uso industrial.

Características nutricionales

Su valor nutritivo se debe principalmente a su alto contenido en proteína (aproximadamente un 60-70 % de su peso en seco) y a la presencia de un tipo especial de lípido, el ácido gammalinolénico (GLA). Esa proteína, aunque se considera completa, contiene menos cantidad de metionina, cisteína y lisina que las proteínas de la carne, los huevos y la leche.

La espirulina contiene también varios pigmentos que actúan como antioxidantes, como la ficocianina (20 %), clorofila-A y otros como mixoxantofila y zeaxantina. Además, presenta un contenido relativamente alto de vitaminas, como las provitaminas-A (principalmente ß-caroteno), vitamina C, vitamina E y minerales (hierro, calcio, cromo, cobre, magnesio, manganeso, fósforo, potasio, sodio y zinc).

Beneficios atribuidos

Sus defensores proclaman su eficacia en tratamientos contra la obesidad, la diabetes, la anemia, úlceras intestinales e, incluso, tumores precancerosos en el interior de la boca. Se le ha llegado a considerar el antídoto de la desnutrición global por su facilidad de cultivo. Ayuda a recuperar la forma física, la energía y la vitalidad y a desintoxicar el organismo.

Esta alga microscópica se encuentra como suplemento alimenticio en polvo o en comprimidos, y su precio varía mucho según el fabricante: desde 5 hasta más de 20 €/100g.

Lo que se sabe

Se trata de un alimento interesante por su composición en nutrientes, pero no se han demostrado ninguna de las propiedades curativas o de mejora que se le atribuyen. Por el contrario, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios tras su consumo, como dolor de estómago, estreñimiento, somnolencia, fiebre leve o picazón, sobre todo en los primeros días.

Por otro lado, el alto nivel de fenilalanina de este producto podría resultar perjudicial en los pacientes con fenilcetonuria, y tampoco está aconsejado en quienes sufren enfermedades autoinmunes, como pueden ser el lupus, la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide, ya que puede estimular el sistema inmunológico del cuerpo y empeorar así sus problemas de salud.

(Informe OCU ver AQUÍ)