Series YogaenRed/ Yoga y Tarot 15: Hamsasana, el Diablo

2021-10-08

Dominar la fuerza del dragón es posible a través del concepto de la Vida como manifestación directa de lo divino, así como del Conocimiento como mensajero alado entre lo humano y lo divino. Ese dragón es la energía que permite a la naturaleza humana tener la experiencia espiritual, y su dominio es la lección del arcano 15, el Diablo. Escribe esta serie, ya publicada en YogaenRed, Carmen Viejo.

Palabra clave: “Inegoísmo”

“Entonces fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo”. (San Mateo-4)

La gran prueba del iniciado es la capacidad de reconocer la Unidad y la Sacralidad en la Tierra como en el Cielo… La Vida se abre ante cada quien ocultando su divinidad en la apariencia de lo efímero. Y la mente, ciega a esa divinidad, se erige como propietaria y dominadora del mundo que se despliega ante sus ojos. No es oro lo que reluce, sino el Espíritu que da vida como una madre alimenta a sus criaturas.

Creemos necesitar piedras con las que llenarnos los bolsillos y alimentar los estómagos, cuando lo que necesitamos hambrientamente es bondad, serenidad y belleza. Creemos poder alterar, perturbar y arrebatar en el propio nombre, cuando somos parte de eso que queremos poseer y lo necesitamos imperturbable para vivir de ello y en ello. El ser humano cree ser el señor y dueño y solo consigue esclavizarse.

Las religiones equivocan la dirección de su condena apuntando a la propia Vida, a la Naturaleza o a la Materia, cuando Ella es Sagrada, pues es la manifestación divina del Cosmos. Como un integrista que en vez de purificar su visión prefiere tapar aquello que le recuerda su propia impureza, las religiones patriarcales han condenado el motivo de sus deseos y aversiones, sin condenar su deseo y aversión.

Dice la Bhagavad Gita: “Las personas rectas que comen de los restos del sacrificio, se liberan de todos los pecados; pero los pecadores que cocinan para sí mismos, verdaderamente comen pecado”. El egoísmo es la diferencia entre moral y amoral, como Vivekananda enseñaba.

Y para superar el egoísmo, la receta es sanación, pureza y solidaridad. Lo saben los que practican. El alimento del alma es aquello que emana de la propia alma, como las ideas de belleza, armonía y bondad, a las que el iniciado dedica su vida para aproximarse.

Correspondencia con ásanas

Dominar la fuerza del dragón es posible a través del concepto de la Vida como Inmaculada (manifestación directa de lo divino) y puramente inegoísta; así como del Conocimiento como mensajero alado entre lo humano y lo divino. Ese dragón es la energía que permite a la naturaleza humana tener la experiencia espiritual. Un ásana es una espada que conduce esa fuerza draconiana de una forma humilde, sin intención de poseer lo que no le pertenece, con la actitud del alumno que aprende etapa por etapa, y sin darse cuenta, llega un día a ser maestro por puro deseo de servicio. Como le pasó a Grillo, la espada del poder solo es accesible para el alma pura que dominó todo egoísmo.

Marjara karana o “karana del Gato” es un ejercicio de extensión y flexión alternativa de la columna vertebral, generando una onda fluida, en la que habría que cuidar de tener el abdomen bajo control, como dominio de las pasiones, abrir bien las dorsales, donde reside la apertura del corazón, y no bloquear las cervicales sino extenderlas alargando la nuca y abriendo los hombros. Este ejercicio, así hecho, ayuda a dominar la pulsión egoísta; pero si se descuida la retención abdominal y el alargamiento de cervicales, colapsaría el entendimiento (ver indicaciones libro Manuel Morata al final).

Shalabhasana, la “postura del Saltamontes”, es un poderoso ásana que produce una desintoxicación del organismo, limpiando los riñones, estimulando el sistema nervioso, aumentando la resistencia del organismo y el control sexual. Para obtener todo su beneficio, puede practicarse por fases: adoptada la postura de inicio, elevar primero una pierna y mantener; hacerlo luego con la otra; terminar con las dos. En esta fase final, puede aplicarse mula bandha de forma consciente.

Hamsasana o “El Cisne” es una postura de difícil acceso, especialmente para las mujeres, pero a la que se puede llegar como aproximación con ayuda de un soporte para apoyar la frente y dejando los pies en el suelo o elevando solo una pierna de cada vez. Esta postura, que mantiene el cuerpo en vilo, en horizontal, sobre antebrazos y manos, con los brazos pegados al tórax, induce a una limpieza sanguínea purificadora, a la vez que tonifica y desintoxica las entrañas. Eleva la energía poderosamente, induciendo a la meditación. El Cisne personifica el proceso que hace transmutar al patito feo, la materia, a ave mensajera de los dioses, a través de la purificación del egoísmo.

Nota: Estudio y efectos de Marjara Karana, Shalabhasana y Hamsasana, en páginas 55, 123 y 205 de Yoga. Teoría, práctica y metodología aplicada, de Manuel Morata.

Carmen Viejo Heredero (Ahimsa). Profesora de Yoga, Licenciada en Ciencias de la Información y titulada por la Yoga Vedanta Academy (Escuela de Sivananda) y por la Asociación Española de Practicantes de Yoga (Escuela Manuel Morata).

Información: carmenviejoheredero@gmail.com es