Pranayama en la luz de Consciencia – 1ª parte

2016-07-28

Según parece, Pranayama tuvo alguna vez un lugar más central en la práctica de yoga que el que tiene en estos días. Aunque los Yoga Sutras de Patanjali son citados a menudo como texto central de yoga, lo que se practica hoy en nombre de yoga, sea sobre una esterilla o cojín, tiene una relación más directa con textos medievales más recientes, como el Hatha Yoga Pradipika. Escribe Godfrey Devereux.

Godfrey

En éste y otros textos similares, hay considerablemente más contenido dedicado en calidad y detalle a la regulación de la respiración que a las prácticas posturales. No obstante, el Hatha Yoga Pradipika y otros textos medievales indican claramente que Hatha Yoga es una preparación para Raja Yoga.

Al mismo tiempo, parece haber un enlace directo entre la metodología de regulación de la respiración del Hatha Yoga conocida como Pranayama y la presentación de Pranayama en los Yoga Sutras de Patanjali. Particularmente en el Yoga Sutra II.50 donde Patanjali usa los términos sánscritos para “lugar”, “tiempo” y “número”. No es muy difícil relacionar esas palabras con los aspectos centrales de la metodología popular de Pranayama. Lugar (desa en sánscrito) puede relacionarse a las cuatro fases de la respiración: inhalación, suspensión interna, exhalación y suspensión externa. Tiempo (kala en sánscrito) se puede relacionar con la longitud o duración de las fases de la respiración. Número (samkhya en sánscrito) puede relacionarse con el número de rondas o ciclos practicados.

A primera vista esto parece confirmar que las prácticas de Hatha Yoga están relacionadas directamente con el yoga “clásico” más antiguo presentado por Patanjali, pero podría no ser el caso. El asunto con el que nos encontramos primero es el de la traducción e interpretación, especialmente de los Yoga Sutras. Necesitamos más que habilidad lingüística para traducir un texto que trata de las raíces y sutilezas de la experiencia humana, dentro de las que las dinámicas de cognición, percepción y consciencia son analizadas directamente en relación con la experiencia. Necesitamos tener también una clara comprensión del territorio que está siendo analizado, y la educación moderna no aporta esta comprensión. Sólo puede darse de una intimidad profunda con la inteligencia humana y su habilidad de generar una visión clara de las dinámicas funcionales de la cognición humana. Esta intimidad posiblemente es sólo provista por la meditación profunda.

Sin la profundidad de experiencia adecuada, ninguna cantidad de fluidez lingüística permitirá que las declaraciones crudas y tersas de los Yoga Sutras sean interpretadas con precisión. Siendo así, quizás no debiera sorprendernos encontrar que la mayoría de las interpretaciones y traducciones del texto de Patanjali, si no todas, expresan las suposiciones y prejuicios del comentador más que el entendimiento de Patanjali. De hecho, cualquier comentador que no aclare esa posibilidad, probablemente no debiera ser fiable para entender las sutilezas de la inteligencia humana. En cuyo caso, puede ser difícilmente fiable para interpretar los Yoga Sutras.

Los ocho miembros de yoga, presentados por Patanjali en el segundo y tercer capítulo de los Yoga Sutras, son quizás la parte más conocida de su texto, lo cual no significa que sean comprendidos claramente. Si vamos al sánscrito que usa Patanjali para presentar el tercer y cuarto miembro, Asana y Pranayama, sale a la luz un segundo problema de intención o técnica. Aunque Asana se considere generalmente una técnica que involucra el cuerpo, no hay nada técnico en las palabras de Patanjali, que son claramente descriptivas más que preceptivas. No hay referencia a ninguna forma específica ni posturas. Sólo a cualidades experienciales.

Patanjali presenta Pranayama

Como Patanjali declara en el principio de su presentación de Pranayama que este ocurre dentro de Asana (tasmin sati), necesitamos entender qué es Asana si queremos entender lo que es Pranayama para Patanjali. En efecto, Patanjali describe Asana en cuatro sutras de dos palabras. El primero yuxtapone sthiram (firmeza o estabilidad) a sukham (facilidad, gozo). El segundo yuxtapone prayatna (esfuerzo, tensión) a saithilya (relajación, soltura). El tercero yuxtapone ananta (interminable, infinito) a samapatti (intimidad, fusión). El cuarto yuxtapone dvandvha (opuestos, dualidades) a anabhighatah (inmunidad, trascendencia).

Esto es claramente descriptivo más que preceptivo, describiendo una experiencia más que una técnica. Una experiencia en la que el cuerpo se percibe de una forma radicalmente diferente de lo acostumbrado. La mayoría de los practicantes de posturas de yoga han tenido este tipo de cambio de percepción en la que su cuerpo ya no es percibido como una estructura tridimensional finita y precisamente localizada. En efecto esta pudiera ser la característica que define estar “en la zona” o “fluir” sobre una esterilla: el carácter percibido del cuerpo se disuelve en una presencia amorfa de deleite dentro de la que las distinciones dualistas, funcionales y estructurales, entre derecha e izquierda, arriba y abajo, zona anterior y posterior, adelante y atrás, dentro y fuera ya no tienen relevancia alguna, ni siquiera presencia.

Si es así, Pranayama según Patanjali sería una profundización de esa experiencia somática no dual, ni lineal, a través de conciencia de la respiración. Casi cualquier meditador con experiencia podría probablemente confirmar este tipo de experiencia, en la que el asentamiento del cuerpo en quietud deja como sensaciones más consistentes y obvias las generadas por la respiración. La atención es naturalmente conducida entonces por esas sensaciones hacia una profunda intimidad (samapatti) con la presencia de la respiración. En lugar de tomar control de la respiración, lo cual no sería posible dentro de una experiencia somática sin puntos de referencia funcionales y estructurales, Pranayama sería una extensión natural de la experiencia sin dimensiones de Asana. Las características funcionales y estructurales de la respiración (dualistas) se volverían sin sentido, irrelevantes e imperceptibles mientras que la conciencia sería absorbida hacia los flujos profundos de consciencia misma.

Que es exactamente lo que Patanjali declara en el último sutra de su presentación de Pranayama: “Dharanasu ca yogyata manasah” hace un enlace explícito entre Pranayama y la primera fase de la “mente meditativa”, Dharana, que es el sexto miembro presentado por Patanjali. Aunque esto parece saltarse el quinto miembro, Pratyahara, sin embargo Patanjali lo presenta inmediatamente.

Intención, regulación y control

En sus presentaciones de Asana, Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana y Samadhi es muy difícil encontrar tanto prescripción como técnica. No es tan difícil ver que Patanjali está describiendo un despliegue paso a paso de conciencia hacia el interior, desde el cuerpo y su respiración a través de la mente hasta la consciencia. Los Yoga Sutras son un «mapa de lo que es” y de “lo que ocurre” más que un «manual de instrucciones».

En su presentación de Pranayama podría haber una excepción de esta consistencia descriptiva. No sólo en su uso de las palabras desa, kala y samkhya sino también, y quizás más revelador, en su uso de la palabra viccedah. Cuatro comentadores contemporáneos (Feuerstein, Stiles, Iyengar y Huston) ofrecen las siguientes opciones en inglés (aquí en español) para esta palabra clave: cortar, cese, paro, interrupción.

Estas palabras parecen implicar claramente intención, regulación y control, sin embargo puede que no sea el caso. De hecho, cualquiera que haya experimentado un despliegue interior de conciencia profundo en la presencia clara de consciencia sabe que un evento así no puede nunca ser producido por esfuerzo ni control. Incluso la insinuación de esfuerzo o intención más ligera mantiene a la mente en sus limitaciones lineales y dualistas. Más bien el despliegue interior del flujo de conciencia presentado por Patanjali tan clara y elegantemente, sucede única y exactamente porque se ha dejado ir todo esfuerzo e intención en la inteligencia de consciencia fluyendo libre. Esto, claro está, es lo que significa entregarse, o rendición: no someterse a poder superior alguno, dejar de resistirnos a la presencia de inteligencia natural, y esa resistencia se da especialmente en nuestros intentos de hacer que algo suceda.

(A continuar próximamente la 2ª y última parte)

Godfrey Devereux www.dynamicyoga.com

Traducido por Sergio Teodosio www.dynamicyoga.fr

Publicado y compartido con Yoga en Red por Instituto Yoga Dinámico www.yogadinamico.com

www.yogadinamico.com/blog/187-pranayama-en-la-luz-de-consciencia

Notas de Traducción. Consciusness: Consciencia. Awareness: conciencia. Conscious awareness: conciencia consciente.