Proyecto Yin-Yang sobre inclusión de jóvenes a través de Yoga (I)

2023-12-05

Yin-Yang Projec -Youth Inclusion through Yoga Actions Network Growth (Inclusión de Jóvenes a través del Crecimiento de la Red de Acciones de Yoga) es una inciativa cuyo objetivo es ayudar a los jóvenes a afrontar sus problemas y desafíos con las herramientas que el yoga propone. Edición por Roberto Maffeo. Traducción por Jessica García.

Yin yan

YIN-YANG es un proyecto financiado por el programa Erasmus+ KA2 Sport de la Comunidad Europea, dirigido a chicos y chicas con desventajas sociales, posible pobreza educativa y falta de oportunidades. La idea del proyecto surgió del convencimiento de que algunos aspectos del yoga moderno y contemporáneo pueden ofrecer herramientas y estrategias que puedan ayudar a estos chicos/as a encontrar en sí mismos los recursos necesarios para reconocer sus emociones sin sufrirlas pasivamente sino transformándolas en algo útil, así como sentirse mejor consigo mismos y con los demás.

El objetivo del proyecto ha sido desarrollar un método que los profesores de yoga puedan reproducir en cualquier lugar con grupos de jóvenes, con una guía interactiva en línea en una plataforma de fácil uso (https://yin-yang-project.eu/). El método no se basa únicamente en el conocimiento yóguico, sino que es el resultado de un diálogo multidisciplinario entre diferentes habilidades psicopedagógicas, sociológicas y didácticas. Esto fue posible gracias a la participación en el proyecto de cuatro entidades con diferentes conocimientos y especificidades profesionales:

– Bottega Ashtanga, en Bolonia (Italia), una escuela de yoga con vocación psicopedagógica que desde hace años colabora con autoridades locales y escuelas de la zona para apoyar a los docentes en su difícil tarea de formar a jóvenes cada vez más desmotivados para estudiar y socialmente frágiles con familias disfuncionales.
– Yoga Sin Fronteras, en Barcelona (España), organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es hacer que la disciplina del yoga sea inclusiva y accesible para todos, especialmente para los colectivos más vulnerables, llevando a cabo proyectos, incluidos internacionales, dirigidos a personas con discapacidad y familias con dificultades sociales.
– Spin Association, de Lisboa (Portugal), una asociación sin fines de lucro con un fuerte enfoque en la dimensión multicultural y sus cuestiones de inclusión, se concentra sobre todo en proyectos dirigidos a los jóvenes marginados, económica y socialmente desfavorecidos, a quienes busca ofrecerles una vida de permanente aprendizaje, concienciación y promoción de la autoestima.
–Europe For You, en Praga (República Checa), una asociación voluntaria que propone e implementa proyectos de cooperación en los campos de la educación, la cultura, la ciudadanía activa y el deporte, en particular en la lucha contra el uso de esteroides y drogas en el entorno competitivo, buscando promover una sana cultura deportiva juvenil.

El proyecto experimental se lanzó en Bolonia en una primera reunión presencial entre las diferentes entidades del proyecto en junio de 2022 y concluyó en noviembre de 2023 con una conferencia en Lisboa, precedida de una verificación intermedia de los primeros resultados en febrero de 2023 en Barcelona. Durante el transcurso del proyecto participaron jóvenes, educadores y profesores de yoga de los territorios de las ciudades europeas antes mencionadas, mientras que Europe For You en Praga tuvo la tarea de preparar la guía online.

Análisis del contexto

En la primera parte del proyecto quisimos comprobar si ya existían caminos similares en Europa y descubrimos que este proyecto es innovador. De hecho, existen experiencias interesantes que utilizan el yoga para ayudar a los jóvenes a afrontar determinados problemas como la falta de concentración y la tendencia a agotarse ante las experiencias; pero también la dificultad de mantener un equilibrio emocional ante una hiperestimulación constante ligada a altas exigencias sociales produce ansiedad de desempeño. Incluso el yoga actual y cada vez más presente en las instituciones educativas es, en última instancia, un intento de mejorar el rendimiento escolar más que de ayudar a los alumnos a gestionar sus estados de ansiedad de forma independiente.

Según los últimos datos de Eurostat, la población joven en Europa entre 16 y 19 años es del 5,2%. De ellos, el 53,4 % de chicos y chicas tienen una percepción media de su calidad de vida. Esta es la edad en la que pensamos que los jóvenes deberían disfrutar de su vida: tiempo, energía, oportunidades… pero la realidad es que esta etapa de la vida trae consigo preocupaciones, inseguridad, presión social y otros factores que dificultan que las personas tengan una sensación de completo bienestar. Precisamente sobre este tema, es importante señalar que el 15,1 por ciento de los jóvenes entre 16 y 19 años fuman habitualmente, el 30,1 por ciento no realiza ningún tipo de actividad física y, por último, la exposición continua a dispositivos digitales aumenta de forma preocupante el riesgo de sedentarismo. Existe una percepción muy arraigada de que el mundo adulto sabe poco sobre los adolescentes, lo que hace que no sepamos cuáles son las mejores estrategias para acompañarlos en su vida, pero también es cierto que quienes tratan profesionalmente con jóvenes, como los educadores que trabajan estrechamente con los adolescentes y que están capacitados con muchos recursos para acercarse a ellos, tratan de brindarles los elementos para el cambio que necesitan. Por ello, hemos querido escuchar, en la fase inicial del proyecto, su opinión sobre cuáles consideran que son las actividades más adecuadas para conseguir este objetivo. Con este objetivo, se distribuyó un cuestionario específico a los educadores y profesores de los jóvenes implicados en el proyecto, que aportó la siguiente información:

Nuevamente, de los datos del cuestionario encontramos que el 75% de los educadores responden que la atención individualizada a cada joven es una de las claves estratégicas del proceso. El 75% afirma también que ofrecen actividades de ocio con el objetivo de transformar la actitud ante la vida de estos jóvenes, algo importante y acorde con los objetivos de nuestro proyecto. Sólo el 12,5% de los encuestados dijo que el yoga y la meditación eran parte de las actividades propuestas, pero nada menos que el 83,3% estaba dispuesto a ofrecerlo a través de nuestro proyecto.

El modelo de experimentación

La confrontación multidisciplinaria nos permitió centrarnos en ciertos elementos de la práctica del yoga en relación con las dificultades psicológicas de los jóvenes identificadas en la literatura actual: el dinamismo de la práctica del yoga, el trabajo en grupo para estimular la relación colaborativa, el trabajo de respiración para ganar conciencia, la meditación y la concentración, el encuentro con estados emocionales primarios como la ira y el miedo, y por último, pero no menos importante, la discusión filosófica sobre temas como la resolución no violenta de conflictos, el respeto al otro, la limitación, la frustración.

Estos elementos nos han permitido identificar un itinerario formativo dedicado a los jóvenes que consta de 10 unidades didácticas de una hora y media cada una, cada una de las cuales está guiada por una palabra clave que representa un estado emocional particular o un factor de malestar presente en los jóvenes: encuentro con el otro, confiar en el otro, el silencio, escuchar sin juzgar, gestionar la incertidumbre, buscar el equilibrio. Pero también escuchar y reconocer la ira, el miedo, la alegría y la compasión. En el curso participaron 468 chicos y chicas italianos, españoles y portugueses durante el mismo período de tiempo. La edad promedio de los participantes estuvo entre 12 y 18 años, pertenecientes a familias con diferentes niveles de pobreza: económica, educativa y cultural.

Cada unidad didáctica se estructuró en la siguiente secuencia: establecimiento de reglas durante la clase, sesión corta de Pranayama (escucha consciente de la respiración), actividad física dinámica de posturas de yoga (asanas), sesión corta de meditación, relajación y conclusión mediante un intercambio verbal de la experiencia. El objetivo principal de todo el curso, como se indicó anteriormente, siempre fue verificar cómo el yoga también puede influir positivamente en la gestión de las emociones; de hecho, la palabra clave específica de cada unidad determinó la selección de la secuencia de asanas, pranayama y técnicas de meditación propuestas, basándose en sus diferentes efectos conocidos sobre el sistema nervioso autónomo parasimpático.

La experimentación involucró también a los educadores de los jóvenes, ya que comprendimos desde el principio la importancia de que los profesionales de la educación tengan experiencias similares a las de los jóvenes. Como demostró claramente el proyecto, para involucrar a los chicos es necesario el interés, pero también la mera curiosidad por el yoga. Los educadores siguen siendo los principales promotores de esta experiencia, porque los jóvenes todavía ven el yoga como algo aburrido y cosa de mayores, manteniendo un enfoque todavía prejuicioso. Por ello, se diseñó e implementó un curso de 8 lecciones para 141 educadores, muy similar en estructura y contenidos al que se ofreció a los jóvenes.

(La publicación del artículo, con las conclusiones, continuará la próxima semana)