Descendiente del sistema médico más antiguo, el masaje ayurvédico tiene como objetivo el equilibrio físico y psíquico. En India, su país de origen, es costumbre recibirlo al menos una vez por semana independientemente de la edad o condición social que se tenga.
La finalidad del masaje ayurvédico es lograr el equilibrio entre los tres doshas (fuerzas vitales principales del cuerpo); su desequilibrio produce que enfermemos. Así pues, podríamos decir que el masaje ayurvédico es una medida preventiva a la enfermedad.
Una mala alimentación, el estrés y malos hábitos de vida en general, hacen que el organismo sufra algunas disfunciones como dolor de cabeza, molestias digestivas, malestar…
El tratamiento consiste en aplicar presiones y masajear algunas partes del cuerpo restableciendo la circulación de ese soplo vital que hemos perdido.
El masaje ayurvédico es individualizado y está adaptado a la constitución del paciente y sus desequilibrios. Si el masaje no está equilibrado y es inadecuado, puede provocar desequilibrios físicos y emocionales.
Beneficios del masaje ayurvédico
- Armonización de la persona.
- Mejora de la visión, de la postura corporal y de la estructura ósea.
- Aumento de la resistencia a los virus y las enfermedades.
- Aumento de la flexibilidad muscular.
- Eliminación de toxinas.
- Retraso del envejecimiento.
- Relajación del sistema nervioso y armonización del sistema linfático y sanguíneo.
- Eliminación del cansancio y obtención de una mayor relación.